UNA LUZ COLOR MORADO

SIN HONOR

—(Constantine) Cuanto tiempo sin vernos hermano… sabes volví a Metrópolis y recuerdas aquellas hamburguesas, aún las venden, te traje una, no recuerdo cuales te gustaban... pero la intención es lo que cuenta… espero y la disfrutes— Constantine puso un recipiente blanco de plástico sobre el pasto que estaba húmedo por el sereno de la mañana, Barbara observaba detrás de él sin decir nada mientras el viento seguía moviendo su cabello rojizo con delicadeza; de su abrigo Constantine sacó una flor con varios pétalos amarillos y que desprendía un olor agradable que la chica nunca había olido, —(Constantine) Después de mucho tiempo, me tome la libertad de investigar sobre tu cultura… y traje esta flor, sé que es muy importante para ti... o éso creo, no me juzgues, sabes que no soy bueno para los regalos—.

Después de unos segundos la chica pelirroja se acercó a él, estuvieron un rato platicando en aquel lugar que era el descanso de muchas más personas, el sol empezó a subir cada vez más y el viento se dejo de sentir, Barbara se marchó del lugar  pues tenia una hija a la que cuidar por su parte, Constantine  permanecido ahí por mucho más tiempo, hablando con su viejo amigo, hasta que de igual forma se fue.

TIEMPO ATRÁS

—(Batgirl) Enserio… después de todo lo que pasó...nah… debí quedarme con Zatanna, bueno… ya es tarde para lamentarse— Regresó hasta aquel lugar donde se habían topado con Constantine y nuevamente algo parecía hacer que los dispositivos electrónicos fallaran, lo que frustró a Batgirl; se retiró el antifaz y lo guardó en su cinturón ya que ni le era útil y no quería descomponerlos después de todo el trabajo que le costó crearlos, hizo lo mismo para la tableta. Se encontraba sola en aquel lugar que aunque ahora estaba iluminando no dejaba de darle escalofríos, empezó a caminar hasta donde estaba la tumba de escombros del guardia,se agachó e intentó retirar alguno de estos pero se encontraban tan presionados entre sí que era imposible sacar hasta el más pequeño trozo de concreto, si no fuera por su amiga ella hubiera sufrido el mismo destino, pero no culpaba al mago, cuando lo vio por primera vez quedó impactada por su estado y sabía que jugaron con su mente al igual que lo hicieron con ella, —(Batgirl) Debo encontrar al responsable de esto, pagará por lo que sea que le hicieron a Constantine—.

Entró a la habitación de donde había salido disparado el guardia, con la intención de buscar alguna pista que le indicara que fue lo que le pasó a su amigo y así tal vez poder regresarlo a la normalidad, ahora que se encontraba sola podía inspeccionar el lugar sin el temor de ser atacada, lo primero que notó fue varios trozos de la silla incrustados en las paredes y techo, considerando que estaba hecha de metal, Constantine realmente tuvo que estar molesto para hacer eso, entonces se fijó en el lugar donde se encontraba la base de la silla, un escalofrío recorrió su cuerpo, encontró varios rastros de sangre, algunos eran gravitacionales, rastros de sangre que cayeron probablemente del rostro del mago, otros se encontraban alejados de la silla, que era más que claro que fueron causados por golpes que expandieron la sangre lejos del asiento —(Batgirl) debí haber hecho algo más… nunca le hubiera pasado esto— recordó el primer vistazo a Constantine en aquella habitación, su camisa adornada con todas esas manchas rojas y su rostro completamente demacrado por los golpes, pero aún así, imaginando todo lo que le había pasado, seguía sin sentir remordimiento por golpearlo o romperle el brazo, algo que la incomodaba demasiado.

Después de unos cuantos minutos de estar revisando cada rincón de la habitación, no pudo encontrar nada más, así que no tenía idea de como ayudarlo; salió de aquel lugar a través de la puerta que se encontraba al frente de la habitación con respecto al agujero, pudo ver otras habitaciones más y empezó a caminar en aquel pasillo, echando un vistazo a cada habitación, algunas estaban cerradas, mientras que en las que pudo entrar estaban completamente vacías, no sabía dónde se encontraba o si estaba cerca de Marco, de quién por un buen tiempo se había olvidado, de lo único que estaba segura, es de que estaba completamente sola.