Capítulo once

449 71 16
                                    

El funeral de Matthew se celebró dos días después de su muerte. Fue lo mas triste que viví en mi vida, toda Avonlea estaba ahí.

Llorando y recordando el buen hombre que era Matthew.

No me atreví a salir de mi cuarto, no quería ir.

Me dolería tanto que sentía que me moriría si iba.

Claramente me tuve que levantar a regañadientes, Marilla me obligó a vestirme de negro, un color que estoy acostumbrada a usar pero en esta ocasión me dolía demasiado usarlo. Mi pero estaba suelto con unos rizos que se formaron al llevar trenza en la noche y el vestido de manga larga apegada a mi piel, unas botas negras y... dolor. Mucho dolor.

Mi ropa me hacía sentir dolor al saber en que ocasión la estaba usando. Cuando el funeral termine iré a quemar este vestido y estas botas.

-Vamos, nos espera el coche. -me dijo casi en un susurro pesado Marilla mientras se asomaba por mi puerta.

Asentí con la cabeza apenada.- Ya voy.

Ya en el coche negro, y triste.

Comencé a recordar mi llegada a Tejas Verdes, a Matthew. Y comencé a llorar desconsoladamente, una mano se poso en mi hombro, giré la vista y vi a Marilla con lágrimas en los ojos mientras me acogía en un abrazo.
No me queje. Lo necesitaba aunque estuviéramos peleadas.

-Es duro, lo se. -me susurro Marilla.- Pero por desgracia la vida es así... Matthew esta desde ahí arriba mirándote, protegiéndote.
Y queriéndote, desde que llegaste te quiso, eres la que trajo alegría a este hogar y Matthew y yo estamos agradecidos de ello. Ahora que el no está, no quiero que dejes de ser alegre y divertida, porque te hace ser tu y seguro Matthew amaría verte feliz.

-Nunca, -dijo Matthew mirándome un instante a los ojos.- nunca dejes que te quiten quien eres, ¿si? No cambies por que te lo pidan, se tu misma, siempre que a ti te guste y aspira a ser la mejor versión de ti.

Esas palabras quedarán incrustadas en mi memoria hasta el último día de mi vida.

-... y que en paz descanse. Amén.

-Amén. -respondimos todos los presentes al pastor.

Enterraron el ataúd mientras todos los presentes lloraban, yo no lloraba, me desgarraba. Sentía que me dolía tan dentro su ida, no lo podría superar lo sé.

Vi como la figura de Gilbert se acercaba a mi, lo invitaron por cortesía. Sinceramente, porque nunca mantuvo ningún tipo de contacto con Matthew y como todo el pueblo estaba invitado. ¿Porque dejarlo atrás? Este pueblo es muy 'amable' y no iban a tener porque no invitarle a el y a su acompañante Sebastian.

-Lo siento mucho, Anne. No lo conocí pero de lo que me hablaste se ve que era muy buena persona. -dijo Gilbert con una mirada triste.

-Gracias. Seguro le hubieses caído muy bien. -respondí nerviosa. ¿Porque nerviosa? No lo se. Quizá sentía ganas de abrazarle y me quería contener, pero antes de decir nada me abrazo el.

Sus brazos se aferraban a mi espalda y los míos a la suya. Note como mi respiración ya no se entrecortaba y solté un suspiro. Pero aun así seguía llorando. Me separé, pero no del todo dejando una muy pequeña distancia entre Gilbert y yo. Sus ojos conectaron con los míos y noté como un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Nuestras manos estaban tomadas. No me quejo de ello. Y Gilbert acaricia mis manos cuando mi respiración se acelera así que me relajo. Después de dos dolorosos días sin poder hacerlo, me relajo.

Gracias a Gilbert.

La ceremonia después del funeral fue muy fuerte para mi. Me sentía desecha de nuevo aunque haya estado bien unos segundos.

Diana se acercó a mi y tomo asiento a mi lado.- Lo siento mucho, Anne. De verdad. -dijo.- Matthew era un gran hombre.

-Lo era... -añadí casi en un susurro.

No hablamos mas, la verdad agradecí su pésame pero me sentía aun enfadada como estaré siempre por como es. Pero bueno, ahora estoy tan nublada por la pérdida que no puedo sentir odio. Solo dolor, por todo.

Al día siguiente me decidí por ir a la escuela aunque no tuviera la más mínima gana pero no podía perder clase. Me encontré con Jasper, no pude informarle de la situación antes por que el día en que llegó no nos dimos nuestros números ni si quiera sabía donde vivía.

-Lo siento tanto. -dijo Jasper mientras me daba un abrazo.- Debí haber estado ahí para ti.

-No pasa nada, estoy... algo mejor pero se que nunca más estaré bien del todo. -le respondí y me separé del abrazo para sentarme con Jasper en el banco.- Cambiando a temas menos tristes... ¿Que tal la fiesta de Diana?

-Oh, emmm... al final no fui. -añadió mirando hacia el suelo.

-¿Y eso por que? -pregunte.

Jasper suspiro y me miro a los ojos.- Diana y los que estaban ahí... bueno, se metían contigo. ¿Por que no me lo dijiste?

Trague grueso.- No quería que te perdieras tu primera fiesta y claramente es normal, no le caigo bien a nadie.

-Mentira.

-Verdad.

-Mentira, aquí estoy yo. ¿Cierto? -dijo Jasper y yo asentí sonriente, luego cambió su expresión a una sonrisa con picardía.- Y me he enterado que tienes novio... así que también tienes a el ¿Cierto?

𝐅𝐀𝐍𝐓𝐀𝐒𝐘 𝐒𝐂𝐀𝐏𝐄; 𝗌𝗁𝗂𝗋𝖻𝖾𝗋𝗍 [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora