Capítulo catorce

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A la salida de la escuela me dirigí hacia casa, pero antes de salir alguno me tomó de la muñeca, me giré frunciendo el ceño.

-¿Que...? -trate de decir.

Diana interrumpió-. Lo de el otro día fue cortesía, pelirroja. Que sepas que aun te despreció, y que no se te suba eso a la cabeza -masculló, hizo la intención de marcharse pero se detuvo y me sonrío con burla-. Por cierto, me alegro que tú novievito ya te cortará, era obvio que no le gustabas.

Se marchó.

Yo no pude con la rabia más.

La golpee.

Le di una bofetada y salí corriendo.

Mierda, ¿que acababa de hacer?

La verdad no me arrepentía pero... no se.

Me estremecí por el frio, pero seguí caminando, las calles comenzaron a vaciarse de un momento a otro, y el sol se tapó por unas nubes oscuras y después de eso comenzó a llover. Estaba comenzando a llover.

Con algo de enfado recordé cuando Marilla me advirtió que puede que lloviera, y como no, no la hice caso.

Corrí buscando algún lugar para esperar a Marilla, lo que me lleva a decir que tendría que llamarla, darle la razón, y pedirle perdón por no haberla hecho caso.

A lo lejos pude divisar un parque y claramente no iría ahí porque no hay donde no mojarme por la odiosa lluvia que cada vez aumentaba más, y más. Pero lo que vi al cruzar enfrente cambio mi perspectiva y procedí a entrar. Había un tipo de caseta abierta, pero con un techo. Menos mal. Corrí hasta allí asustando a un par de pájaros que estaban por ahí, pero la verdad no me preocupe mucho por ellos porque termine tropezando con alguien a quien realmente no pude ver bien y termine cayendo al suelo.

Mire mi rodilla y me había echo un pequeño raspón, iba a levantarme cuando una voz me sorprendió- ¿Estas bien, Anne ? ¿Te has hecho daño? -pregunto, me gire para verle y era Gilbert.

Asentí.- Si, solo... un pequeño raspón... ¿Y tú estás...?

-Tranquila, estoy bien. -respondió con una sonrisa que correspondí y note como mis mejillas comenzaban a enrojecer por segunda vez hoy, me pegue mentalmente al notarlo. Gilbertme extendió la mano para ayudarme, pero lo intente hacer por mi sola, volví a tropezar y quede a centímetros de él.

-Pe...perdón... yo... em... -dije, el estaba mirándome fijamente.

Neguo con la cabeza sin romper contacto visual.- No pasa nada -susurro, yo sentí que ahora mi corazón se saldría de mi pecho si seguía acercándose así.

Me separé de antes de cometer alguna tontería.

-Oh -reí-, yo... debo ir a llamar a Marilla y que venga por mi, llueve mucho -murmuré.

-Bueno -sonrío Gilbert sacando algo de su mochila.-, ten suerte de que mire el tiempo ayer, tengo un paraguas, si quieres... te puedo llevar.

Asentí, volviendo a sonrojarme, por tercera vez.

𝐅𝐀𝐍𝐓𝐀𝐒𝐘 𝐒𝐂𝐀𝐏𝐄; 𝗌𝗁𝗂𝗋𝖻𝖾𝗋𝗍 [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora