Persecución & Venganza [ZaDr]

~005~

[Capítulo Cinco: Eventos Pasados.]

Aquel nombre resonó en cada rincón de su memoria, intentando descifrar los múltiples sucesos que vivió durante su niñez, siendo más específicos, cuando concurría diariamente a la eskuela. Transcurrieron unos cuantos segundos hasta que el pelirrojo rebuscó entre los escasos momentos que compartió con el "rarito", "paranoico" o "rechazado" del salón. A pesar de lo crueles y condescendientes que eran sus compañeros de clase, Dib, nunca trató mal o lastimó a alguien. Tampoco lo considero como una mala persona, tal vez tenía gustos excéntricos, y era bastante solitario, pero no era su culpa, sino de aquellos que se esforzaron en hacer su vida realmente miserable.

Una disimulada, y bien fingida tos, trajo nuevamente a la realidad al de ojos verdes, que noto inmediatamente la situación en la que ahora estaba comprometido. Dio un sonoro suspiro, devolviéndole finalmente la mirada al joven de ojeras, no sabía exactamente qué palabras debía usar para explicar lo sucedido tiempo atrás, así que solo se limitó a asentir, invitando silenciosamente al detective a que preguntara toda duda o cuestión que pudiera surgir.

- Estoy bastante seguro de que conocías muy bien a Dib Membrana. -aseguró tranquilamente, relajando su tono de voz- La expresión en tu rostro te delata muy fácil, Keef. -sonrió divertido- ¿Serías capaz de contarme más sobre él? -pidió fingiendo amabilidad, no quería forzar demasiado las cosas.

- No estoy seguro de lo que buscas realmente, pero... -maldijo para sus adentros, sin saber exactamente qué hacer- La única información que puedo darte sobre él es cuando íbamos juntos a la eskuela.

- Con eso me basta. -interrumpió resignado, sacando una libreta desde dentro de su gabardina- Por favor, cuénteme cualquier detalle, dato o acontecimiento que recuerde. -insistió nuevamente, prestando atención en lo que estaba a punto de narrarle.

- Está bien. -cedió nervioso, moviendo ligeramente su cabeza- Cuando éramos niños, compartía el salón de clases con Dib, era una persona inteligente, habilidosa y talentosa. -recordó con simpleza, empezando a sonreír- De hecho la eskuela lo aburría, pero a veces creaba o confeccionaba inventos muy raros con funciones que nadie entendía. ¡Era increíble!.

- Interesante. -murmuró en voz baja, anotando todo en una hoja- Prosigue, por favor.

- O al menos así lo fue durante un tiempo. -murmuró con tristeza, atrayendo la curiosidad del detective- Un día llegó un nuevo estudiante a nuestra clase, su nombre era Zim. -expresó con mucho cariño, él había sido su "mejor amigo"- Cuando Dib lo vio, creyó de inmediato que venía del espacio, intentó convencer a todos de que era un extraterrestre que quería conquistar el planeta.

- ¿Un alíen? -repitió anonadado, no se esperaba tales palabras, por lo que prosiguió a anotarlo- Si no me equivoco Dib tenía una intensa afición al mundo de lo paranormal. ¿Verdad?. -cuestiono pensativo, recordando la conversación que tuvo con la hermana menor, la cual contrató sus servicios días atrás.

- Así es, pero con Zim fue totalmente diferente. -refutó rápidamente, sintiéndose desesperado, cambio que fue evidente para el castaño- Al principio eran extraordinarias peleas de comida, luego persecuciones y muchas peleas, pero parecían disfrutarlo, era como un juego entre ellos hasta que...

- Las cosas se pusieron feas. ¿Cierto?. -interrumpió con naturalidad, analizando a su acompañante.

- S-Si...

- ¿Qué sucedió?

- Acosó diariamente a Zim, le sacaba fotos, filmaba videos, incluso robó su ropa... -enumeró con sus dedos, mientras recordaba cada cosa- En varias ocasiones acudió a mi para ocultarlo, pero no funcionó. -suspiro profundamente, dándose valor- De algún modo todo empeoro, Dib empezó a tener mórbidos celos hacia él. -explicó atemorizado, visualizando la imagen de su amigo.

- "Um, existe la posibilidad de que Membrana estuviese inestable mentalmente, si lo que dice Keef es cierto, la conducta de esta persona es muy peligrosa." -teorizó mentalmente el castaño, jugando con el bolígrafo en su mano.

- No dejaba que nadie se le acercara. -continuó relatando molesto, apretando sus puños- ¡Estaba obsesionado! -elevó su voz, demostrando impotencia- Y no pude hacer nada para ayudar a Zim o Dib, tal vez si hubiese interferido, ellos no estarían muertos.

- ¿Por qué estás tan seguro de que ellos fallecieron?.

- La policía reportó un explosión a unos metros de la eskuela, por las cercanías se encontraron las pertenencias de Dib y Zim. -informó fatigado, no quería recordar nuevamente esos momentos- No hallaron sus cuerpos, por lo que establecieron sus paraderos como "desaparecidos".

- "Ahora entiendo a la señorita Gaz, eso quiere decir que este es un caso sin resolver". -pensó el castaño, recargándose completamente sobre el respaldo de la silla- "Que molestia, y es bastante problemático. ¿Será que aún estoy a tiempo de rechazar este trabajo?"

- Dib era extraño, pero no era malo. -señaló el pelirrojo, mirando ingenuamente por la ventana- Fue doloroso asistir a su funeral, Gaz estaba destrozada y el profesor Membrana se lamentaba por su perdida, pero lo más triste es que fui el único que se despidió de Zim. -dio un largo suspiro, evitando llorar.

- Entiendo. -susurró en voz baja, evitando el contacto visual, sabía que había tocado una fibra sensible, a veces era mejor no remover el pasado- Es suficiente, no quiero quitarle más de su tiempo. -musitó, cerrando y guardando su libreta- Agradezco la información que me brindó, si le parece bien me gustaría que estuviéramos en contacto.

- C-Claro. -asintió intentando sonar tranquilo, sintiendo vergüenza de su lamentable comportamiento- ¿Por qué me hace todas estas preguntas?.

- Me contrataron para confirmar si Dib Membrana realmente murió ese día, por eso estoy investigando toda su vida. -explicó sin dar demasiados detalles, su intención era intentar conseguir otro testigo confiable que pudiera ayudarle- Como veras tu ayuda es indispensable.

- Comprendo, más tarde enviaré a alguien para que le entregue direcciones y números de nuestros antiguos compañeros de clase, tal vez eso ayude a su caso.

- Se lo agradecería mucho. -respondió cortésmente, sorprendiéndose a sí mismo que su plan funcionara tan rápido- Es una persona muy buena y honesta, Keef.

- N-No hay problema. -respondió ligeramente avergonzado, levantándose abruptamente de su asiento- D-Debo irme, tengo una reunión en media hora... ¡A-Adiós!. -se despidió nervioso, huyendo rápidamente de la cafetería.

- Que extraño. -murmuró curioso, viendo en la dirección donde se fue el pelirrojo- "Usualmente cuando salen corriendo de ese forma es porque Ash está cerca." -mencionó para sí mismo, observando a su alrededor- Como sea, tengo una pista así que debería seguirla... -se levantó de su sitio, dejando el dinero sobre la mesa, y retirándose del local- Supongo que ya no tengo derecho u oportunidad de renunciar.