We're Parents! » Omegaverse YM.

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Tres meses después.

YoonJi recordaba todo lo acontecido en ese tiempo, ¿y cómo no? Había sido su primer cumpleaños y su papá gatito andaba que saltaba de felicidad por todos lados mientras que su tío el conejito, andaba llorando en una esquina y tanto papá Jimin como el tío TaeHyung les miraban como si fueran unos idiotas.

¿La razón? Era que su fuerte olor a rosas la presentó como una alfa.

Había escuchado el grito de felicidad de su padre mientras la cargaba y le dejaba sonoros besitos por todo su rostro deseándole un feliz primer cumpleaños.

Ah, su gatito le quería bastante, y ni hablar de su papá omega. ¡Estaba segura que nadie en el mundo la amaría tanto como ellos dos y el esclavo que crecía día a día dentro de su papá omega!

Y si por algún motivo, su esclavo no la amaba, ella le obligaría. Ley de vida.

El apartamento había estado lleno de globos a reventar, había aparecido el tío Kihyun con muchos regalos, el alfa de la sonrisa luminosa que según su papá, se llamaba Hoseok, el bebé pacífico junto sus padres, y la intrusa que quería robarle a su papá Jimin.

Y aunque su papá Jimin y su tío TaeHyung hacían planes todo el tiempo de lo genial que se llevarían ambas niñas, YoonJi estaba segura que sería todo lo contrario.

Y a pesar de las risas escandalosas de su tío Jin, los bailes improvisados de su papá Jimin y el tío Hobi, y las peleas tontas que tenían su tío NamJoon, JungKook, KiHyun y su papá bonito.

Había sido un día muy bonito en donde por fin soplaba su primera velita y había dicho sus primeras palabras.

— ¡Ongi! — Chilló feliz la bebé viendo a su papá alfa. El pálido parpadeó varias veces asombrado mientras Jimin le veía emocionado. — ¡Imin!

— No bebé, es papá Jimin y papá YoonGi. — Corrigió el omega. YoonJi les observó con el ceño fruncido para después reír.

— ¡Ongi! ¡Imin! — Ese día sus padres comprendieron que YoonJi había llegado a sus vidas para mandar, no para obedecer.

Aunque si le daban mimos y un chupetín, con gusto haría todo por ellos.

Por otro lado, la señora que decía ser su abuela, le buscaba con más interés y le decía que era muy bonita aunque se pareciera al gatito, incluso el abuelito parecía amarla mucho, mucho.

Él decía que le recordaba mucho a su papá Jimin.

Que ciego.

Su papá Jimin había engordado un poquito más y a veces, cuando YoonJi se acercaba y colocaba la manito sobre el vientre del omega, podía sentir las pataditas que el esclavo daba para que notara que estaba ahí todavía.

Con el pasar del tiempo, poco a poco sus padres fueron solucionando algunas cosas. Una de ellas fue que ya no vivían en un apartamento, ahora tenían una casa bonita con un amplio jardín en donde ella tenía su castillo y su fiel dragoncito lo cuidaba.