Dominated by the thirst of liquid gold
I found out it didnt exist
Searching through the woods
I accidentally found a unicorn
A pure creature shining through all the mist
I dont wanna play more games
I have found it, nothing elseCherry Blossom, Scarlett Rose
La mitad de los estudiantes acaban inspeccionando el sótano. Especialmente los magos de Tierra. Pierden a Eijiro pronto y después alguien necesita a Todoroki para revisar algo que tiene que ver con la humedad y él es un mago de agua y le sale bien convencer al agua de que no afecte los cimientos de la Torre. Finalmente, se quedan solos.
Aizawa manda a todo el mundo a sus habitaciones o a las aulas o a donde sea, pero los obliga a dejar de merodear por el patio si no tienen nada qué hacer o no están ayudando. Cuando Izuku intenta decirle que puede ayudar en algo, su profesor les responde que tiene suficientes manos y que la mejor ayuda es que se mueva y no estorbe.
—Vamos —dice Katsuki. Mete las manos en la túnica, color rojo oscuro con forros naranjas—. No te van a dejar hacer nada. Además todos te vieron caer del mirador. ¿No quieres ver a la maga enfermera?
Izuku niega con la cabeza.
Cuando llegó a la torre solía lastimarse tan seguido que Chiyo, la maga enfermera, le advirtió que si seguía lastimándose los brazos la magia lo iba a rebasar. Desde entonces es más cuidadoso, supone Katsuki, porque ya no colecciona cicatrices tan seguido.
—Vamos, entonces —repite. La tensión entre ellos se siente.
—Dijiste que querías hablar —dice Izuku—. Después de días, Kacchan.
Silencio.
Qué curioso, la cantidad de cosas que se pueden decir cuando no hay ningún sonido, la cantidad de historias que se infieren cuando las palabras de alguien se estrellan con el aire. No es común escuchar resentimiento en Izuku, pero lo siente hasta en sus venas; la desesperación es más común y esa le duele.
—No iba a decir nada que...
Katsuki detesta mentir. Faltar a la verdad. Prefiere el silencio o la honestidad arrebatadora, aunque eso casi lo mate; ya le pasó eso una vez.
Están todavía en el jardín. Eso es lo que lo hace detenerse.
No quiere que nadie más le escuche mientras desnuda todas las idioteces que lleva días pensando enfrente de Izuku.
—No importa, Kacchan —dice el otro—. Si no sabes o no puedes o no... Sólo... quiero y...
Katsuki lo agarra por la muñeca.
—No he dicho nada todavía, ¿o sí? Vamos —lo jala—. No quiero que nadie escuche.
«Por favor».
Eijiro tenía razón. No tiene por qué ser difícil o complicado o una maldición. Todavía piensa en todas las veces que lo ha besado desde la noche que a Eijiro le pareció que lo necesitaba.
(La mayoría esa noche).
Eijiro tiene labios medio resecos, que hacen cosquillas. Se pasa la lengua por ellos, a veces, entre beso y beso. No tiene cuidado con los dientes, aunque intenta ser delicado. Irónico y contradictorio, pero Katsuki tuvo que evitar que le dejara marcas en los labios más de una vez.
No es que tenga nada de malo, porque los magos nunca se comprometen únicamente con una sola persona.
Pero antes quiere hablar con Izuku. Darle lo que quiere.
Rogar que siga siendo suficiente.
—Vamos —insiste y lo jala de la muñeca.
Esa vez, Izuku lo sigue.
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Malos Presagios [Kiritodobakudeku]
FanficLa tierra está inquieta en la zona de la torre de Yuuei, que alberga a muchos aprendices de magos. Hay malos presagios en el aire, viejos enemigos y una maldición. Katsuki sueña con la torre en llamas. Como un recuerdo que no ha pasado ¡Escrito para...