Una joven rusa que con tan solo 19 años casi 20 ha vivido mucho más de lo que alguien pueda imaginar, está se encuentra un tanto obligada a mudarse por un tiempo a los santos , una ciudad bastante peligrosa , pero lo que no sabía era que aún tenía c...
Ya eran las 11:30 , en media hora sería un día triste, como todos los de su vida, uno en el que el pasado la golpeaba más duro que cualquier otro día.
Ella quería irse, escapar de ahí, quería gritar y desahogarse, pero no podía, no ahora.
Había planeado que pasadas la 1:30 de la madrugada, se escabulliria por la gente y tomarse lo que quedaba del día para alejarse de todo, y de todos.
Ella se mantenía sin expresión alguna, nunca se mostraría débil de nuevo.
—Irina, ¿Estás bien?—un Horacio preocupado la saco de sus pensamientos.
—Eeeh, eh si , solo pensaba—
—Vale.......—
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Ya faltaban 2 minutos para las 12, Irina estaba muy mal , no quería soltarlo, pero sabía que en algún momento iba a explotar.
Jhonn se acercó a ella y le habló.
—Irina, faltan segundos para las 12, yo...... Yo quería darte esto— le tendió una caja—me la dieron tus padres, me hicieron jurar que si les pasaba algo te daría esto, y aquí estoy, cumpliendo con mí palabra, Feliz cumpleaños pequeña— le dio un abrazo y se retiró.
Irina fue al lugar donde se cambió,se sentó en una silla y leyó una carta que había allí.
—"Hola pequeña, si estás leyendo esto es por qué probablemente algo nos pasó, queremos decirte que te amamos mucho, aunque no lo demostremos a diario, también estamos muy orgullosos de ti, feliz cumpleaños número 20, ya debes ser toda una mujer. Cuida a tu hermana, ella te necesita, y tu a ella. También cuida de ti misma, queremos que encuentres a alguien que te amé y que tu también lo o la ames de igual manera, se feliz, no te aferres al pasado. Nunca olvides que te amamos, se fuerte, y lucha por lo que en verdad quieres.
Te amamos mucho, mamá y papá"—
Irina sintió las lágrimas que caían por sus costados, ella decidió salir de ahí tapando su cara para que nadie le vea, logro escabullirse afuera, pero para su mala suerte afuera estaban; Lucía, Ivanov, Greco, Volkov, Gustabo, Horacio y Conway.
Un auto llego al lugar, se veía costoso, y claramente era negro, como la mayoría de coches ahí.
Pero lo que no esperaba era ver a aquellas personas bajar de ahí.
—¿M-mam-ma? ¿P-papa? ¿Que cojones?—
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Uy uy uyyyy, corto pero intenso.
¿A qué no se esperaban esooooo? Bueno, ya se enterarán de lo que haré.
Intento actualizar lo más rápido posible, perdón por el retrasó sigo muy pero muy atrasada con tareas, y si no lo hago me sacarán de danza y el celular también. Por favor tenerme paciencia.
