Capítulo 37

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Narra Hana

- Bien, vinimos aquí para observar a Azul, pero...

- Nunca pensé que vendrías... - le comenté a mi compañero, el hecho de que Jack estuviese saltándose las clases para ayudarme era bastante increíble.

- Es una orden del director. Estoy seguro de que pasará por alto nuestras faltas. Solo quiero descubrir la razón de la fuerza de Azul. Eso es todo - se excusó haciendo que levantase una ceja, realmente es un tsundere.

Pasamos todo el día siguiendo al líder de Octavinelle, observando sus habilidades, comportamientos y debilidades, y tengo que admitir que me dejó impresionada, quiero decir, ¡se le daba bien todo! Incluso calculaba al milímetro lo que comía.

- Azul es un estudiante de honor de imagen perfecta de principio a fin ¿eh?... - me susurré a mí misma pensativa mientras me sentaba junto a Jack en una mesa de la cafetería.

- Ya estoy tan cansado de ser el lacayo de Azul... - escuché quejarse a Grim junto al resto del grupo el cuál siguió quejándose incluso ya sentados en la mesa.

- Hmph, os lo merecéis... - hablé en un tono duro, debían aprender la lección y no les venía mal algo de mano dura. Ante este comentario empecé a recibir quejas de los afectados, quejas a las que no les presté atención alguna, pero distinguí una voz distinta a la de mis compañeros.

- ¿A qué vienen esas caras tan largas? - escuché una voz detrás de mí y un escalofrío recorrió mi espalda, ¿por qué creo que ya sé quién es?

- ¡Otra vez, los gemelos tenebrosos! - exclamó Grim acertando mis sospechas. Me giré lentamente encontrándome con los dos integrantes de Octavinelle, intenté mantener una expresión tranquila pero impasible.

- Me parece que estás profundamente preocupada, por algo... - habló dirigiéndose a mí con una sonrisa tranquila - ¿podría ser que lo que te preocupa... tiene que ver con estas tontas anémonas? - cuestionó sin dejar de sonreír, empezaba a perturbarme.

- Su sonrisa engreída delata sus verdaderas intenciones - comentó el peliplata con el ceño fruncido.

- ¿Quién eres tú? Eres tan puntiagudo como un erizo de mar - comentó felizmente el gemelo menor, esta persona tiene unos cambios emocionales bastante repentinos.

- ¿Qué? ¡No soy un erizo, soy un lobo! - exclamó enojado y no pude evitar pensar en Riddle y sus erizos, eran realmente achuchables.

- Si la fuente de tus problemas está relacionada con las anémonas, es mejor consultar con Azul directamente sobre el asunto - siguió hablando Jade dejándome extrañada - Azul es una persona muy compasiva, muy parecida a la Bruja del Mar de los siete grandes.

- (Uy, si es como Úrsula ya me puedo ir despidiendo de mis piernas) - pensé manteniendo mi semblante impasible.

- Azul puede resolver cualquier problema - afirmó con su típica sonrisa haciendo que mi ceño se frunciese levemente y una sonrisa algo extraña se formó en mi rostro.

- No creo que pueda conceder cualquier deseo - cuestioné con una sonrisa burlona, la expresión del contrario no cambió en absoluto.

- Por supuesto que puede hacer cualquier deseo realidad... - volvió a afirmar.

- ¿Acaso puede devolver la vida a un muerto? - cuestioné levantando una ceja inquisitiva y una expresión seria. Todo se quedó unos instantes en silencio y podía sentir las miradas sorprendidas de los presentes clavadas en mi nuca. Esto comenzaba a molestarme ¿por qué me miraban tanto?

Pétalos Rojo Sangre//Twisted Wonderland//Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora