¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
10 de enero
— ¿A qué maldita hora piensas viajar? —
—Ya te dije que en 15 minutos sale el avión—
—Por tu bien, espero que tu trasero este aquí mañana—
— ¡Oye!, dudar de tus amigos no es masculino— No era su culpa, Shōto extrañaba a Eijirō. Por lo tanto, le dijo –amenazó– que viniera para que pasara el cumpleaños del bicolor con él, aunque no tenía idea de que hacer, su mejor plan era ir a un parque de diversiones. Esta consiente de que el tomaría el papel de "mamá" mientras que los otros dos irían por ahí, actuando como los niños reprimidos que son. —Oh, me están llamando. Nos vemos, llegaré en unas horas—
Katsuki se despidió y fue a arreglarse, tenía que recoger a Kirishima y aparte llevarlo a la habitación que el pelirrojo reservó en un hotel.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
10:00 p.m.
— ¿Te vas ahora? —Preguntó Shōto en cuanto vio que el rubio se abrigaba para salir, por lo que sabía, no tenía turno hoy.
—No me demoro, solo voy al bar por mi sueldo—"ojalá fuera eso"
Salió del departamento directo al aeropuerto, no quería demorarse mucho. Shōto estaba haciendo un ensayo jodidamente largo, sabía que estaría despierto por unas horas, así que estaría con él para cuando dieran las doce.
No fue necesario entrar ni al parqueadero, Eijirō estaba afuera –sin siquiera inmutarse por el frio– distraído con su celular. Aguantó la risotada que quiso salir cuando presiono la bocina y el pelirrojo dio un salto, casi soltando el móvil.
—Hombre, casi me causas un infarto—Le dio un abrazo que, para su sorpresa, fue correspondido.
Casi llora–varonilmente– de la felicidad.
—Ya, pon las maletas atrás—
Al principio del camino Eijirō se la pasó hablando de una que otra cosa, solo escuchó que nombró a Ashido y Kaminari, seguramente algo sobre el squad.
