- Capítulo XIV -

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Hace menos de dos años que trabajaba ayudándole a Katsuki, pero debe admitir que quiere al chico como al hijo que nunca tuvo

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Hace menos de dos años que trabajaba ayudándole a Katsuki, pero debe admitir que quiere al chico como al hijo que nunca tuvo. Pese a la actitud tosca que este mostró al principio, le tomó poco tiempo ganarse su confianza y viceversa.

Se sorprendió cuando le informó que el chico bicolor se mudaría al apartamento, lo conocía porque meses antes venía muy seguido, incluso se quedaba allí. No quería meterse en los asuntos ajenos, pero la curiosidad era grande, quería saber el por qué la decisión tan repentina. 

Después de un tiempo en el que pudo conocer mejor al agradable joven heterocromático, este le contó la situación que vivió con su ex pareja. Sin embargo, en cuando vio el rostro de la mujer, le dijo que no había de que preocuparse.

Le agradaba la relación que mantenía ese par, se podía notar la comodidad y la confianza que los rodeaba. A veces los molestaba insinuando que serían bonita pareja y demás cosas, a lo que el bicolor negaba mientras su rostro se teñía de color carmesí. Katsuki solo se unía para molestar a Todoroki, afirmando que, de hecho, lo eran. Pero que Shōto insistía en mantener su relación en secreto. Después de que las bromas cesaban, simplemente recalcaban que eran amigos desde hace años.

Pero ahora que los veía abrazados en el sofá, durmiendo juntos con tal cercanía, se permitía dudar de las palabras que muchas veces le repetían.

Cerró la puerta principal lentamente, tratando de hacer el menor ruido posible para no despertarlos, pasando de largo a la cocina para poder prepararles un buen desayuno. 

Justo como pensó, apenas el olor a comida se esparció en el aire, la cabellera rubia empezó a removerse. Katsuki se levantó, estirándose un poco, para después acomodar a Shōto, dejándolo acostado a lo largo del sofá. 

—Buenos días Katsuki-kun—

Bakugō le devolvió el saludo, mientras se sentaba en el comedor y apoyaba la cabeza en este, después sintió el suave choque de la cerámica con la madera, seguido del olor a café colarse en sus fosas nasales. Alzó la mirada para encontrarse con los ojos castaños de la mujer y una taza reposando frente a él, agradeció el gesto con la mirada y empezó a beber la cálida sustancia.

— ¿Ya son pareja?—

Procedió a escupir el líquido.

Fijó su mirada en Ame, quien le sonreía con amabilidad, como si no acabara de insinuar que la persona que estaba durmiendo con tranquilidad era su pareja.

—No… ¿Por qué lo seriamos? —

—Oh, vamos. ¿Seguirá aplazándolo? —

— ¿Aplazar…?—

—El momento donde le haga saber a Todoroki-kun los sentimientos que permanecen en su corazón, obviamente—

—Has visto muchas telenovelas—

 𝐃𝐎𝐒 𝐂𝐎𝐋𝐎𝐑𝐄𝐒┇𝘒𝘢𝘵𝘴𝘶𝘚𝘩𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora