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—Bienveni-... ¿Estas bien? —Sabía que no era muy bueno para disimular el malhumor, pero no pensó que Shōto se diera cuenta tan rápido.
Suspiró pesado, no había podido quitarse de la cabeza la situación con Deku, Shōto había estado en peligro y él ni en cuenta. De cierta forma se siente responsable, el bicolor es algo ingenuo, en secundaria ni siquiera sabía lo que era el sarcasmo, por eso siente una extraña necesidad de protegerlo.
¿Y si le hubiera pasado algo?
— ¿Katsuki? —
Hasta ahora caía en cuenta de que se había perdido en sus pensamientos, y que se había quedado mirando el piso como si fuera lo más interesante del mundo. Parpadeo un par de veces y levantó la mirada hacia Shōto, quien tenía una mirada cargada de preocupación.
—Tuve un mal día en la universidad, me avisas cuando lleguen, tengo que adelantar un ensayo—Y sin más, se dirigió a su habitación, necesitaba tranquilizarse. Incluso se le ocurrió ir a ese mirador en las afueras de la ciudad, le encantaba ese lugar, estaba algo oculto en la cima de una colina, así que permanecía vacío todo el tiempo.
—Claro...—
Definitivamente Katsuki no estaba bien, pero le daría su espacio, él sabe que cuenta con su apoyo en lo que necesite. Seguiría preparando la cena, no faltaba mucho.
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—Shinsō, ¿Sigues sin poder dormir o te volviste drogadicto?, ya parecen tatuadas esas ojeras—
—Bakugō, veo que sigues tiñéndote el cabello, ¿Por tanto tinte es que no puedes conectar ni dos neuronas? —
— ¿Has intentado masturbarte?, tal vez así te sientas menos frustrado sexualmente—
—De los dos, tú eres el que parece tener frustración sexual, ya sabes, con tu humor de perros—
Eri y Shōto veían la escena algo –muy– incomodos, no sabían que hacer o decir, no sabían que tema sacar a flote para que esos dos dejaran de matarse con la mirada. Apenas habían cruzado la puerta y Bakugō ya estaba abrazando a la menor. Sin embargo, apenas vio al oji violeta, su expresión cambió drásticamente, desde que se conocen tienen un trato algo...peculiar. No pueden evitar las ofensas cuando están en la misma habitación, pero aun así no se odian.