- Capítulo XVIII -

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Bien, la próxima que vez que se le ocurriera otro de sus grandiosos planes –nótese el sarcasmo–, pensaría en cada una de las posibilidades, porque justo ahora, podría jurar que olía la incomodidad y más en un espacio tan cerrado

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Bien, la próxima que vez que se le ocurriera otro de sus grandiosos planes –nótese el sarcasmo–, pensaría en cada una de las posibilidades, porque justo ahora, podría jurar que olía la incomodidad y más en un espacio tan cerrado.

¿Cómo no se le ocurrió? Los últimos días estuvo tan concentrado en lo que haría si llegaba a recibir un rechazo como respuesta que jamás pensó como seria si fuera correspondido.

Aparte de que la emoción y felicidad que recorría cada fibra de su ser no lo dejaba pensar correctamente. El beso que compartieron se grabó en su mente y su cerebro no hacía más que reproducir la escena una y otra vez, sin dejar espacio para algún otro pensamiento.

Después de aquel momento solo recuerda haber tomado la manija de una de las maletas de Katsuki, adelantándose unos pasos y su patético intento de conversación.

¿Era el karma manifestándose? Pero si él era un pan de dios

Probablemente sí, podía asegurarlo ahora que se encontraba atrapado en una enorme congestión gracias a un accidente más adelante en la vía, con un Katsuki que movía insistentemente su pierna, poniéndolo con los nervios de punta.

La música que reproducía el radio era similar a la de los ascensores, lo cual hacia más insoportable la situación.

Pensó que el ambiente no podría ser más incómodo.

Se equivocó.

Ambos, desesperados por despejar un poco el ambiente, quisieron cambiar la emisora a una conocida estación de radio que ponía una muy buena música. Sin embargo, no esperaron que el otro hubiera tenido exactamente la misma idea.

La mano de Shōto, que llegó primero, quedó cubierta por la del rubio. Ambos quedaron estáticos, en cierta parte disfrutando del calor que producía el contacto.

—Ah…Lo siento—Fue el bicolor quien rompió el silencio, a la vez que, algo dudoso, retiraba su mano.

Se sorprendió cuando, en seguida, esta fue agarrada con una extraña delicadeza. Su mirada enfocó el rostro sonrojado de Katsuki, quien mantenía la vista apartada, lo que causó que el color también subiera a su propio rostro.

—Seguramente la voy a joder más de una vez—no entendía a qué se refería, pero al notar la seriedad en el rostro del rubio, decidió dedicarse a escuchar. —No sé cómo funciona una relación…romántica, jamás me ha interesado en lo absoluto. Me parecía tan ridículo depender de algo así, no le encontraba sentido y creía que era una completa estupidez. Pero, maldición- — Se tomó una pausa para pensar correctamente que era lo que quería decir, no quería demorar y darle vueltas al asunto. ¿Por qué lo pensaba tanto? Era correspondido, ¿No es así?

 𝐃𝐎𝐒 𝐂𝐎𝐋𝐎𝐑𝐄𝐒┇𝘒𝘢𝘵𝘴𝘶𝘚𝘩𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora