Cuando Claude bajó las escaleras puso un dedo sobre sus labios pidiendo silencio, al parecer la niña ya se había dormido.
- Todavía no asimilo que tengáis una hija... - Bryce rió divertido ante la sorpresa de Aiden.
- La vimos un día cuando fuimos a visitar a Lina al orfanato y no sé, fue como si algo me dijese que la sacase de allí y le diese un hogar... - Los dos recién llegados sonrieron al ver el brillo en la mirada del albino, se notaba que adoraba a esa niña.
- Cualquiera diría que es vuestra hija biológica, es clavada a vosotros - Los dos coreanos asintieron ante las palabras de Byron antes de que un ápice de preocupación se reflejase en sus caras.
- Nos hemos enterado de lo que pasó con ese hombre... - Byron miró inconscientemente a Aiden, tenía la mirada clavada en el suelo.
- Si no os importa saldré un momento, necesito que me dé el aire... - El pelinaranja se levantó y salió de la casa seguido por Claude dejando a los otros dos coreanos solos.
- Sé lo que estás pensando, Byron Love - El rubio levantó la mirada coincidiendo con la mirada de Bryce - Nada de esto ha sido culpa tuya, así que deja de atormentarte.
- Bryce, Aiden podría haber terminado mucho peor...y aunque digas lo contrario se que es mi culpa - Suspiró algo cansado - Si tan solo no hubiésemos estado juntos cuando él volvió...
- Deja de decir estupideces, sabes que lo que dices no tiene sentido alguno - Byron le miró antes de volver a desviar la mirada.
- Deja tú de negarlo, sé que Aiden solo será infeliz si sigue a mi lado y todo por culpa de Dark, soy consciente de que jamás voy a poder librarme de él... - Un pequeño golpe en su brazo le hizo reaccionar.
- Eres igual que Claude cuando intentó protegerme de Padre... - El albino suspiró antes de volver a mirarle - Si intentas alejar a Aiden solo le harás más daño, así que deja que vuelva a tu vida y que te ayude. Además, ambos sabemos que no podrías alejarte mucho de él.
- Lo peor es que tienes razón - El rubio sonrió levemente, sabía que no podría alejarse de Aiden aunque quisiese, sus sentimientos eran más fuertes que su cabeza.
- Solo necesito ver a Aiden a los ojos para saber que está totalmente a tus pies, así que más te vale no hacerle daño - El rubio asintió ante la pequeña amenaza de Bryce.
Justo en ese momento, Claude y Aiden volvieron a la casa. Byron pudo notar a distancia los ojos ligeramente rojos del pelinaranja, había estado llorando.
''Sé que no debo pensarlo, pero dime Bryce, ¿cómo quieres que no me culpe si cada vez que Aiden llora yo soy el motivo?''
Sacudió levemente su cabeza para deshacerse de ese pensamiento antes de sentir una pequeña presión en su brazo y ver a Aiden dormido sobre él. Sonrió y lo cargó en su espalda antes de subir las escaleras en dirección a la habitación de invitados.
Cuando dejó el cuerpo de Aiden sobre la cama se tumbó frente a él y le observó con una sonrisa en los labios. Ya llevaban casi dos meses viviendo juntos y poco a poco todo iba a mejor, pero solo había una cosa que echaba de menos: sus labios.
En todo ese tiempo todavía no se había atrevido a besarle de nuevo, tenía miedo de que eso le incomodase y terminasen discutiendo. Sí que se había tentado varias veces cuando lo miraba sonreír o escuchaba su risa, pero le faltaba voluntad para hacerlo.
De pronto, pudo darse cuenta de cómo unos ojos verdes le miraban entrecerrados por el sueño. Sostuvo su mirada con una sonrisa que no tardó en ser correspondida por el pelinaranja antes de que éste se girase dándole la espalda.
Por un momento Byron pensó en irse, pero cuando iba a hacerlo sintió la mano fría de Aiden agarrar su muñeca pasando su brazo sobre la cintura del menor. Aquel gesto le dejó bastante sorprendido, pero aún así abrazó su cuerpo pegándolo al suyo, escuchar la respiración tranquila de Aiden consiguió calmarle y hacer que sus revueltos pensamientos volviesen a ordenarse.
Cuando abrió los ojos, la luz naranja del amanecer le dio los buenos días haciéndole sonreír al instante. Intentó levantarse, pero pudo sentir cómo los brazos de Byron le aprisionaban y decidió no hacerlo, le gustaba aquella sensación de cercanía con el rubio.
Se dio la vuelta con cuidado de no despertarle y le observó durante unos segundos, parecía un verdadero ángel cuando dormía. Sostuvo entre sus dedos uno de sus largos mechones que en ese momento estaban desperdigados por la almohada y jugó con él como solía hacer cuando eran niños, pensar en todos esos momentos le hacía sonreír.
Recorrió su rostro con la mirada antes de reparar en su boca. Cerró los ojos y dejó un pequeño beso sobre sus labios sin evitar sonreír, había pasado mucho tiempo desde la última vez.
De pronto, pudo sentir cómo su beso era correspondido, pero antes de que pudiese abrir los ojos sintió cómo se quedaba aprisionado entre la cama y Byron, entonces sí que abrió los ojos al mismo tiempo que el rubio se separó.
- ¿Te estabas divirtiendo? - Aiden pudo sentir sus mejillas sonrojarse, pero no sabía si era por la vergüenza de que le hubiese descubierto o por la maravillosa vista que tenía.
Sin duda ver a Byron con el torso desnudo y el pelo suelto cayendo sobre él mientras el amanecer hacía que todo brillase con un tono anaranjado era la mejor imagen que su cabeza había visto en mucho tiempo.
- No tienes ni idea de cuánto he echado de menos esto, Aiden... - Byron sonrió divertido antes de volver a besar al menor recargando su peso sobre él para impedir que se fuese.
- Si hubiese sabido que teníamos que venir aquí para que todo volviese a la normalidad lo habría hecho hace tiempo - Ambos rieron antes de que Aiden se sentase sobre Byron.
''¿Para qué quiero desayunar algo comestible si puedo desayunarme a Byron?''
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AMANECER ;; Inazuma Eleven ✓
Fiksi PenggemarTodas las mañanas se despertaba al amanecer sintiendo la soledad y el frío que reinaban ahora en su cuarto. Sus pensamientos giraban en torno a aquel día tan horrible, ¿por qué habían cambiado tanto las cosas?