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" El rey está descansando, es hora de que la reina tome el lugar."


Tres años después

- Lamento hacerlos esperar.- entro al despacho de Max encontrando a dos de sus socios sentados. Tomo asiento enfrente de ellos con cansancio.

- No se tiene que preocupar, lamentamos lo del Señor Morreti.- miro al chico lleno de tatuajes, el otro chico permanece en silencio.

- No hay nada que lamentar, me dijeron que lo desconectara y eso hice.- ambos se atragantan con el vaso que les di,yo sonrió. - Eran amigos cercanos de Max, lamento hacerles la broma pero ahora mismo no puedo confiar en nadie.- y si que era así.

Habían intentado matar a Max más de tres veces, no me quedo de otra que traerlo a la mansión con guardias en todos lados.

- El señor Morreti me ayudó cuando lo necesite, su mafia y mafia Jones van de la mano.- yo asiento.

- De todas formas... vinimos por negocios.- me levanto para tomar una carpeta, la abro y veo información del bando de Víctor.

- Mate al segundo al mando del bando, usted al líder.Por reglas de la mafia somos los dueños ahora.- miro al otro chico, asiento suspirando.

- La muerte de Víctor no es algo que me arrepiento, de lo único que si es de la muerte de su abuela al enterarse de la noticia. No soy alguien que puede dirigir una mafia, eso se lo encargo a usted. Solo con una condición.- ambos alzan su ceja a la misma vez, de lejos se nota que están destinados.

- Quiero que la mafia de Max y la de ustedes sean socios, no habrá peleas ni nada por el estilo. También dejarán ir a los guardias que estaban siendo amenazados por estar ahí y quiero Madame Angels para mí.- ambos me dan una sonrisa.

Firman el contrato y yo hago lo mismo, saco copia y les entrego otra carpeta con la información. La original la guardo bajo llave en las cosas de Max.

- Saben que cuentan conmigo para cualquier cosa, no duden en pedirme ayuda.- digo acompañadolos a la salida, ellos se detienen cuando estoy frente a su auto.

- Le decimos lo mismo Señora Morreti, puede ser difícil dirigir la mafia, buscar a las Madame y ser madre.- doy una sonrisa pequeña.

- Que tengan un buen viaje.- me despido, entro de nuevo a la mansión escuchando el ruido del auto marcharse.

Doy una mirada a toda la mansión, todo parecía ir tan rápido que ni siquiera tengo tiempo para analizar.

▪︎ ▪︎ ▪︎

- Así que no se te pega la gana de despertar.- bromeo tomando asiento en la silla, veo su mano pero resisto el impulso de tomarla.

La habitación era una totalmente blanca, tenía unos detalles marrones oscuros que hacían juego con el barcon.

- Pss...- muevo mi cabeza aún lado viendo a Caeli entrar.

Todo un clon de Max.

- Ven.- palmeo mi pierna y ella sube. Sube a la cama quedando al lado de Max, si describiera el miedo que le tiene a Max seria algo divertido.

De alguna forma hoy me sorprendió, se acuesta en el pecho de Max quedándose lentamente dormida.

Era la viva imagen de Max, lo único que tiene mío es la inteligencia. A sus tres años puedo ver lo buena que es manteniendo la calma y escondiéndose.

- Nayla.- me llaman, veo a Linda con su cabello ahora corto. Me levanto de mi silla y sigo encontrando a Alexandra bajo la mirada intimidante de Simone.

- Qué quieres?- pregunto tocando mi cabeza, ella me da una sonrisa.

- Quiero que me des la mafia de Max.- blanqueo mis ojos, ni estando en coma el se libra.

- Escucha. No estoy para tus estupideces ni tu falta de amor propio.- me corta a medio insulto.

- A cambio te daré la información de todos los que estén involucrados en el accidente de Max, igual el paradero de las Madams. A cambio de la mafia de Max y al mismo Morreti.- suelto una risa.

- No te daré absolutamente nada. - me acerco a ella para tomarla del cabello y tirar de él. Ella se queja e intenta golpearme pero no puede, la miro de la peor forma. - Pero aún así,agradezco que seas lo suficientemente estúpida como para venir y contarme esto.- la suelto, hago que los guardias la agarren de los hombros

- Sácale la información que puedas, una vez diga todo asegúrate de que sea cierto.- digo, Linda se va con los guardias mientras Simone me mira confundida.

- Y después? - pregunta, yo sonrió.

- Me encárgare de matarla yo misma. - sonríe para ir por el mismo camino que Linda y los guardias.

Con Alexandra casi muerta, tengo menos nombres en la lista.

Esta guerra está al fin a mi favor y el sabor metálico que sale de la venganza me esta siendo jodidamente satisfactorio.



Madame #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora