|Capítulo 2|

1.9K 242 101
                                    

Esto es estúpido, tú eres estúpido.

Miraba un tonto reloj que colgaba de la blanca pared del cuarto, llevabamos treinta minutos encerrados en esa habitación, por ahora me encontraba jugando con unas botellitas de shampoo vacías que encontré en una de las tantas cajas que había ahí. Clay intentaba abrir la ventana con cualquier cosa que se le cruzara; en ese instante estaba forzando el seguro con una extraña vara de metal puntiaguda que había encontrado tirada por ahí.

—Eso es peligroso, lo sabes ¿no? —por un momento dejé de jugar con las botellitas y me acerqué a mi acompañante, quien ni siquiera volteó a ver me.

— ¡Oh, vamos George! No va a pasar na-da—contestó aplicando más fuerza, al punto de que sus nudillos poco a poco se tornaban blancos, su mandíbula se mantenía tensa y su ceño fruncido.

—Has lo que quieras, yo me voy a ir esconder detrás de esas cajas por si explotas o algo así—dicho esto tomé un pañuelo de tela que se cayó cuando Clay pateó un estante, lo guardé en mi bolsillo trasero, y me dispuse a caminar a donde había dejado mis nuevos juguetes. Apenas y me di la vuelta, el sonido de algo tronar y un quejido de parte del rubio idiota, como lo llamaba mentalmente, me detuvieron — ¿Qué hiciste?

Con flojera volteé a ver al bobo éste , aquel sonido fácil se hace pasar por la vara esa rebotándole a Clay en la cara, pero lo único que vi fue al idiota éste de espaldas con el puño derecho cerrado con fuerza y con la otra sostenía la cosa de metal. La ventana se encontraba abierta de par en par. Sin poder controlarlo solté una casi inaudible risa, que al parecer logro llegar a los oídos del chico, pues de inmediato sentí la mirada atenta de Clay, y cuando la devolví nuestros ojos conectaron; Clay sonría alegremente y me miraba orgulloso por su logro.

— ¿Soy el mejor o qué? —habló mientras giraba la herramienta entre sus dedos, observando mi rostro, y con sumo cuidado me acerqué hacia la ventana, asomándome por ella.

—Yo diría "o qué" —Clay me miró confundido y saqué la cabeza por la ventana mirando lo lejos que se hallaban del suelo. —A ver Clay, ¿supuestamente tú abrir esta ventana para qué sirve? Estamos en un tercer piso. No sé tú, pero yo no pienso morir hoy. —con obvio sarcasmo me di la vuelta, encontrándome con Clay, quien ahora estaba parado frente a mío.

Clay metió ambas manos al bolsillo de su sudadera mientras me sonreía, por la cercanía se notaba de más la diferencia de altura.

A pesar de su inocente sonrisa, me intimidaba tenerlo tan cerca, siendo él tan alto. Retrocedí un paso chocando contra el borde de la ventana e instintivamente ahogué un grito y di otro paso, pero ahora hacia delante, aferrándome la sudadera del loco éste. Clay soltó una pequeña carcajada.

—Hey, cuidado—Clay sacó la mano izquierda de su bolsillo y la puso sobre mi hombro, con cuidado dio un paso para atrás y palmeó dos veces, al instante me separé de él.

—Casi me muero de un infarto —hablé asustado alejándome de la ventana, abrazándome a mí mismo con los ojos de par en par y mi pobre corazón a tope. En cambió Clay solo rio y se asomó por la misma, poniéndome inevitablemente nervioso, por la cercana experiencia a la muerte que acababa de tener.

—Y...Respondiendo a tu pregunta anterior...—Clay llamó mi atención y lo miré aguardando a que siguiera hablando, pero lo único que hizo fue sacar un pie por la ventana, mientras que sus manos se sostenían del marco.

—C-Clay, pero... ¡¿Qué crees que estás haciendo?! —pregunté alarmado al ver como el rubio sacaba por completo ambas piernas, sentándose en el delgado borde de la ventana. Con miedo me acerqué rápidamente hasta donde éste loco estaba y lo tomé de la manga de la sudadera, llamando su atención. — ¡¿Estás demente?!

I'm Broken. I'm Damage. [DreamNotFound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora