|Capítulo 26|

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Juego de niños.

Alex hablaba sobre cualquier tontería que se le ocurriese, incluso intentó enseñarme una que otra palabra en español, pero después de muchos y hablo enserio cuando digo MUCHOS intentos fallidos terminó dándose por vencido y saltar al siguiente tema.

Tommy, Purpled y Tubbo platicaban entre ellos, opinando de vez en cuando sobre lo que Quackity y yo discutíamos al momento.

Los rayos del sol rozaban mi piel con ternura, calentándola con sus dulces manos doradas. El pasto picaba bajos la planta de mis pies, ocasionando una no muy duradera comezón, la cual iba y venía a la par que mis piernas se columpiaban. El ruido blanco que el viento creaba era suficiente como para adormecer mis sentidos, mecerme en sus mansos y cariñosos brazos hasta lograr mi paz.

Me ayudaba a distraerme y mantener alejado a los latidos de aquel corazón que por un momento creí yo estaba conectado.

Por suerte Alex ha estado cerca; Sus constantes pláticas fuera de contexto y sus bromas de mal gusto me ayudan a olvidar, a reír sin que la carcajada sea amarga o forzada.

Desde la primera vez que vine con los demás al jardín y después de lo poco que hablamos no me ha soltado, no es que quiera que lo haga, pero me parece curioso que solo hablamos por unas horas y al día siguiente apenas entré al comedor éste solo me jaló a su mesa para seguir como si nos conociéramos de años.

Su humor es bastante caótico, incluso es algo parecido al de Tommy; Bromas algo pesadas junto con risotadas exageradas y escandalosas. Definitivamente un buen cambio de ambiente.

—...y luego se baila bien pegadito. Una vez me tocó bailar con una tía, de esas de las que nada más sabes que son parientes porque está en la fiesta familiar. No la que se va cayendo por borracha y termina dormida en el sillón, peleándose con alguien o con la puerta del baño. La que te saca a bailar aunque no quieras, esa, la intensa. —Alex río regresando a su recuerdo antes de seguir hablando—No sé si conozcan la expresión de bailar con alguien como cartón de cerveza. —Quackity nos miró esperando respuesta, pero los niños negaron con la cabeza a la par que sonreían, bastante entretenidos en todo lo que el azabache decía.—A ver, ahora cómo les explico... —El de playera azul marino se calló a pensar por unos segundos, buscando la mejor forma de dar a entender lo que sea que había pasado.

En ese inter analicé sus palabras de la mejor forma que pude, para conectar la plática y ocultar el hecho de que no estaba prestando atención desde hace un buen rato.

— ¡Ya sé, ya sé! —Quackity se levantó de la banca y se alejó unos pasos, estirando sus piernas a la altura de sus hombros—Primero se paran así, luego doblan las rodillas así. Y uno que está enfrente de ellos no sabe qué hacer, obviamente te quedas ahí parado como idiota, sin imaginarte lo que te espera. Allí, ellos aprovechan y te agarran de las nalgas. —Y con los ojos bien abiertos imitó justo lo que dijo exagerando el movimiento, haciéndolo ver bastante raro, fingiendo tomar al aire por donde, supongo, a él también lo habían tomado esa vez.

No podía con las caras que el mayor hacía, como si aún él estuviera asombrado y al mismo tiempo ofendido por lo que le habían hecho. Sin poder evitarlo estallé en risas, siendo seguido casi al instante por Tommy y Tubbo. —No carnal, no te rías. Te juro que se sintió bien culero, imagínate uno con nueve, diez años y que una señora que ni fi ni fa te ande agarroneando ahí atrás. Y na' más no le puedes decir nada porque no sabes ni cómo.

Purpled suele ser más tranquilo y serio, pero algo en la forma en la que Alex dijo lo ultimó terminó por arrancarle una carcajada mientras tomaba de la Coca que le había robado a Tommy, escupiendo de lado lo que se fue chueco.

I'm Broken. I'm Damage. [DreamNotFound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora