I'm Broken. I'm Damage. [DreamNotFound]

|Capítulo SV|

No es como Agua para chocolate

El mundo está hecho de muchas cosas, algunas tan insignificantes que nunca te tomas el tiempo de valorar. Crees que estarán ahí para siempre, que te seguirán para toda la vida, que por derecho son tuyas y nunca se irán. Y no les das el valor que merecen.

Pero, cuando estas a mi lado todo se llena de color.

La tierra brilla, el cielo llora, los lagos ríen, es tan hermoso.

Es como si me rodearan cadenas de luz, envolviéndome con su manto, silencioso y amable. Veo tus ojos, veo la forma en la que admiran la vida. La forma en la que se iluminan con la más pequeña muestra de vida. Se abren con sorpresa, observan con determinación cada movimiento de la hierba, memorizas su danza y sonríes encantado.

Te he visto admirando tantas cosas, he grabado en mi mente el brillo que emana de tus ojos con cada cosa que ves, eres como un libro abierto, sin miedo a ser leído.

Eres transparente.

Como si de un niño que nunca ha visto la nieve tus ojos nunca pierden esa inocencia.

Se lo que ves por la forma en que tu mirada cambia, puedo apostar cualquier cosa a que estas sintiendo o pensando cuando tus orbes se fijan en algo.

Pero cuando me miras a mí, esta tan...veo...es como sí...todo lo demás no importara, tu atención está solo en mí. Son un millón de galaxias naciendo en tus ojos.

Cuando estas a mi lado la vida por primera vez se siente viva, pero cuando tus mis ojos encuentran los tuyos es como si esas galaxias se comprimieran en una sola y después explotaran, dejándome ciego, duele mirarte, pero no me detendré.

Tus mejillas tan suaves, las tomo entre mis manos y con cuidado beso tus labios, saboreo ese fruto prohibido que esconde tu boca. Me concentro en besarte lento, no hay prisa, tenemos todo el tiempo del mundo. Tus manos tiemblan sobre mi pecho, no sabes qué hacer con ellas y como siempre las guio a mi cuello.

Sonríes entre el beso, mis dedos cosquillean. Son tantas veces en las que te he besado, pero aún me siento como un niño emocionado. Tomo tu cintura, y volvemos a otro beso.

No eres mío, lo sé, pero eres ese algo que cuido y amo.

Siento tus nervios atravesar hasta mi pecho, pero no te mueves, sigues abrazando mi cuello y acaricias mí ya largo cabello, enredando tus dedos y tirando con dulzura.

El aire se hace más denso, mis pulmones piden algo y los tuyos quieren lo mismo. Muy lento me alejo de tus labios, tus manos resbalan y descansan en mis hombros, veo tu rostro, sonrojado y hermoso. Tus ojos siguen cerrados jadeando de vez en cuando, recuperas de a poco el oxígeno que te había robado. Tu cabello castaño claro, se había desacomodado, por lo que pase mi mano para acariciarlo, tan suave al tacto, delgado y brillante. Te miro a los ojos, no hay nada que anhele más que estar contigo, justo ahora, en esta pequeña habitación.

Sonríes de nuevo y mi pecho grita: "Él, es quien nos cambia la vida"

Abrazas mi pecho y entierras tu rostro en mi cuello.

Todo es tan bello, sereno y tierno.

Sostengo tu cuerpo y me siento tranquilo.

Dejas pequeños besos en mi hombro y cuello. El corazón bombea amor y paciencia. Te ríes cuando me estremezco y sigues con tu juego, besando la piel que encuentras cerca, tus besos son cálidos y un poco húmedos.

Una nueva emoción se adueña de mi cuerpo.

Bajo mis manos por tu cintura. Separas tu rostro y me miras de nuevo, encuentro ese brillo, que muy pocas veces hemos tenido, porque estoy seguro que mis ojos estan igual de inundados en pasión y deseo.

Algo ruge con fuerza cuando nos perdemos entre besos, más rápidos y desalineados.

Entre tropezones y empujones llegamos a la cama, donde, sin separarnos, termino acostado de espaldas, recargando mi peso en mis antebrazos. Tus rodillas y una de tus manos estan pegadas a la cama, mientras que la otra delinea con cuidado mi mandíbula, acunándola sobre tu palma.

Los besos son cada vez más profundos, no solo labios son aparte de este juego. Enderecé mi espalda lo más que pude, estiré mi brazo y logré sentarme, instintivamente te sentaste a horcadas.

El calor fue aumentando, mi piel ardía bajo cualquier caricia, incluso si esta no era apropósito. Entre el beso abro los ojos, tu rostro brillaba al rojo vivo, tus parpados cerrados con delicadeza y tus cejas fruncidas. Volví a cerrar los ojos, concentrándome en los demás sentidos. Bajo por tu cuello, lo estiras a un lado dándome espacio.

Suspiros y jadeos comienzan a llenar la habitación.

Con un poco de nervios pasé mis manos hacia tu espalda, colándolas dentro de la ropa.

Tu cuerpo tembló bajo mi toque, creando una fricción entre los dos y una vez comienzas no la detienes.

La ropa sobra. La ropa sobra. La ropa sobra.

El deseo florece en mi pecho, llama tu nombre y reclama tu cuerpo.

Esto es distinto, no es como otras veces, la llama se expande, comienza un incendio, el aire se vuele cenizas, y a nuestro alrededor brilla solo el naranja.

No, no puedo dejar que, como una caja de serillos, nuestro amor se sofoque por fuego.

Tantas veces te oí hablar de esa novela, de ese trágico amor que se consumió en fuego, pero esto no es lujuria o simple deseo voraz, esto es más fuerte que todo lo demás.

No es como Agua para chocolate.

No dejaré que mi fuego te queme y te lleve a rastras con él, esto más que solo saciar la necesidad de la carne. Nunca te haría eso.

A cuestas me separo de tu cuello, con delicadeza tomo tus caderas y detengo tus movimientos, me miras confundido. Jadeando, tu rostro sonrojado con tu piel aperlada por el sudor que se acumulaba en tu frente.

— ¿Te digo algo? —Susurras—Creo que te amo, Nick.

No puedo evitar reír, acaricio tu rostro, te dejas caer sobre mi pecho.

No necesito nada más.

Beso tus labios por última vez y acaricio tu cabello.

Siempre has sido tú.

Karl.

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Hey!

Feliz 14 de Febrero, la verdad no estaba muy segura de que hacer para este especial, al punto que lo escribí como cuatro veces. En fin, espero que les haya gustado, este especial y obviamente el capítulo del ayer. 

Nos vemos hasta el próximo sábado

~Mordiditas es sus cachetitos 🌺🦔