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18 | Aventura Secreta

"Las palabras estorban cuando las miradas hablan"

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—¡Ivana bájate de allí!—Oigo que alguien me grita pero lo ignoro, ni siquiera reconozco su voz y me encuentro muy a gusto bailando arriba de una improvisada tarima que un completo desconocido hizo al apilar unas cuantas hieleras y donde me acompañan tres hombres igual de ebrios que yo, Ovidio cuidándome y una plebita que ha estado detrás de Alfredo intentando llamar su atención desde que llegamos al encuentro.—¡Ivana! ¡Ovidio! ¡Bájense!

—¡Ea ea ea!—Grito y llevo a mi boca la botella de cerveza justo cuando siento que alguien me toma por la cintura y me baja de la tarima apartándome de ella sin hacerle caso a mis objeciones.

—¿Qué haces, Chente?—Abro mis ojos y reconozco que quien habla es Alfredo y que quien me sostiene por la cintura, deteniendo mis movimientos y ganas de seguir bailando y perreando con los muchachos es Vicente.

—Ya la están viendo muy feo los cabrones de allá, no me gusta para nada y Ovidio está más pedo que ella, ni como cuidarla.—Bufo cuando Vicente me retiene contra mi voluntad sentándose en la caja de la Raptor y poniéndome entre sus piernas, sin ningún roce o agarre fuera de lo normal.

—No estoy tan mal we.—Retruco y ninguno me pone atención—¡Chentito escucha esa!—grito de euforia y me giro sobre mis pies, aún con el agarre del mencionado y junto nuestras manos para cantar a todo pulmón la canción aunque mi voz se vea opacada por el volumen de los parlantes de las camionetas.—¡No digas que debo esperar porque si te resistes voy a enloquecer!—Vicente se ríe y niega con su cabeza quitándome mi botella, me quejo y sin dudarlo me lanzo a Alfredo quien estaba sentado sobre nuestra hielera.—¡Latidos más fuertes se acelera el tiempo cuando nos rozamos la piel!—Canto y tomo a Alfredo por el brazo con la intención de apartarlo pero ni siquiera se inmuta.—Apártate.—Exijo.

—Apártame.—Me responde acariciando disimuladamente uno de mis muslos con la yema de sus dedos, me da una sonrisa traviesa y al parecer se arrepiente porque se pone de pie, me toma por la cintura y mi mentón y canta sobre mis labios modificando un poco la letra de la canción siguiendo donde yo había quedado.—Mi vida contigo quiero amanecer.—Deja un pequeño y corto beso sobre mis labios antes de que pueda soltarme y alejarme de él para volver con Vicente- quien conversaba muy concentrado y animado con Iván-. Le arrebato mi botella y golpeé su mano cuando intentó quitarme mi bebida.

—Ivancita ya.—El Zambada mayor me ruega porque ya me quede quieta peor me niego. Estaba disfrutando muy a gusto de la noche, que aun a las tres de la madrugada es muy joven, a la par de mis nuevos amigos y Ovidio que resultó se run muy buen compañera de peda.

—Yo me voy al hotel ya, me duele mucho la cabeza. Si quieren me la llevo.—Se ofrece Alfredo checando algo en su celular antes de volver a ver a sus hermanos, una vez que encuentra a Ovidio sus mejillas se tiñen de un color rojo carmesí.—Ya bajen a ese payaso de ahí. ¡Le está perreando a un bato!

 —Lo mejor será que Alfredo se lleve a Ivana y yo me encargo de Ovidio.—Por primera vez aparece en la escena Serafín, quien apenas habíamos llegado se había desaparecido entre el revuelo de gente escoltado por un solo hombre. Ahora que regresó, puedo notar como su camisa está con dos botones menos, tiene los labios hinchados y su cabello se encuentra despeinado. Espero que sea lo que estoy pensando y no que se metió en una de las típicas peleas imprevistas que me contaron como anécdota en la cena.

Aventura Secreta | Alfredo Guzmán |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora