Supongo que fue suerte, porque no pasaron ni cinco minutos y ya la había encontrado.
La encontré contemplándose en el espejo de una vidriería.
Se miraba de una manera muy curiosa, como si jamás se hubiera visto en un espejo y esa fuera su primera vez.
Al igual que con la otra, verla vestida de Mayra Páez fue demasiado raro. Aunque eran físicamente idénticas, a ninguna le quedaba el look de la otra.
¿Será porque ya estoy acostumbrado a ellas y las conozco bien?
Me acerqué lentamente y ella, aunque quizá ya me había detectado, siguió contemplándose
─¿Qué sucede? ─le pregunté.
Esperó como tres segundos y me dijo:
─Soy Mayra Páez ─y volteó a verme─. Mayra Palacios me dijo que te dijera eso.
─No es así ─respondí─ Te pareces, pero no eres tú. Ni su ropa te queda.
─Pero no me aprieta.
─Me refiero a que... pues que no es tuya, que no eres ella. Te queda mejor el cosplay de caperuza que siempre usas.
Y se sonrojó. Ella misma se dio cuenta cuando se miró al espejo otra vez.
─¿De verdad... crees eso? ─me preguntó mientras jugaba un poco con su cabello.
─No es que te veas bien o mal ─respondí─. Es más que nada... que ya me acostumbré a verte así, y pues... no te conozco otro cambio de ropa, excepto cuando usaste la piyama.
La chica guardó silencio por otros segundos y al final dijo:
─¿Aunque ahora este vestida de Mayra Perfecta, crees que me sigo viendo bien?
─Claro que... espera ¿Mayra Perfecta? ¿De qué hablas?
No contestó mi pregunta, pero comentó:
─Creo que me siento bien vistiendo otra ropa que no sea el vestido ni la capa.
Y agregó:
─Si no tuviera mis traumas, me compraría mucha ropa y todos los días vestiría algo diferente.
─¿Traumas?
─Olvídalo ─dijo y dejó de mirarse.
─Además ─comenté─. Si tienes ropa. Mi tía te regaló mucha, ¿no lo recuerdas?
─Ah, es verdad.
Hubiera preguntado acerca de los "traumas" a los que se refería, pero, probablemente no se animaría a contestar, y si lo hacía, la plática se extendería demasiado, así que no era el momento.
─Bueno ─sentencié─. Vámonos, la otra Mayra te está buscando también.
Mientras caminábamos, ella me dijo que se sentía extraña porque era la primera vez que nadie la veía raro, es decir que no acaparaba las miradas.
Obviamente porque no llevaba su disfraz. Siendo que debería ser al revés.
Pero luego entendí que fue a lo mejor por esta razón por la cual Mayra Páez le dijo que anduviera deambulando por todo el pueblo.
****
Mayra Páez avanzó a paso lento a través del parque hasta llegar a los dos, los cuales aún no se habían percatado de la presencia de la chica, y eso era porque estaban muy unidos.
Se detuvo en seco y recordó que estaba vestida de manera diferente.
Se preguntaba si su exnovio la reconocería vestida de ese modo.
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Yatareni - Volumen Uno
Teen FictionEliseo es un egresado de la carrera de arquitectura que, por azares del destino, termina mudandose a un pequeño y remoto pueblo provinciano mexicano llamado Yatareni, para trabajar con el arquitecto del pueblo. Al inicio, el muchacho no está conten...