Me quedé helado por la manera de hablarme de aquella chica, así que tardé un poco en responder.
─Yo... lo siento ─me excusé─. No sabía que este lugar era propiedad privada... solo me quería refugiar por la lluvia, p-pero si te molesta, me voy...
─No es propiedad privada ─respondió secamente─. Pero no importa, puedes quedarte en lo que pasa la lluvia.
Esto último lo dijo después de dar un suspiro que, aparentemente, no quiso hacer tan obvio. Creo que no le agradó encontrarme ahí. Imagino que esta iglesia debe ser una especie de escondite para ella.
Porque sí se notaba que de mala gana aceptó que me quedara.
Ella entró a la iglesia y se sentó recargada en una de las paredes, se quitó la mochila que llevaba para acomodarse mejor, se acomodó la capa roja que llevaba y así se quedó, sentada en posición de cuclillas.
Yo, inconscientemente, la imité al sentarme en la misma posición, pero en el muro de enfrente, de manera que quedamos uno frente al otro. Cuando me di cuenta de que estábamos en posiciones muy parecidas, ya no quise moverme de nuevo porque creí que algo como eso podría molestarla, pero no sé porque pensé eso.
Y ahí comenzó un silencio incómodo. Ella parecía sobrellevarlo bien, a ratos se giraba para ver la lluvia, y cuando nuestras miradas se cruzaban, durábamos así menos de un segundo y se desviaba a otro lado, ella no parecía sonrojarse ni nada por el estilo.
Pero yo sí.
Supongo que solo esperaba a que la lluvia pasara para que me fuera de ahí, y ella hiciera lo que tuviera que hacer aquí, por algo trajo esa mochila con esas herramientas.
Aprovechaba las veces que ella no me veía para verla bien, preguntándome, ahora que ya me daba cuenta, porqué estaría vestida de esa forma.
Y también me percaté de que, aunque no sabía si era por su "cosplay", se veía hermosa.
Su rostro lindo y perfecto, su color de piel, bastante claro para la gente que vive aquí, su cabello largo y negro, del cual aún escurrían algunas gotas de lluvia, su cuerpo bien formado que portaba ese vestido negro.
Se que he visto antes una ropa como esa en algún anime, pero no logro recordar cual.
Debería de tener alrededor de 20 años.
Fue un buen rato de escuchar solamente la lluvia cayendo sobre el lugar, hasta que comencé a fastidiarme de eso, y decidí tomar la iniciativa:
─¿Tú vives aquí? ─pregunté evidentemente algo tan obvio, pero fue lo primero que se me ocurrió.
─Si ─respondió de manera desinteresada sin siquiera mirarme.
Mi intención era que diera una respuesta que permitiera continuar el hilo de la conversación, pero al parecer, no quiso hacerlo.
Bueno, tampoco es como si mi pregunta permitiera algo así.
Así que de nuevo tomé la iniciativa:
─Pues... yo no soy de aquí, vine de visita con mi madre porque ella nació en este pueblo... vino a arreglar unos papeles y...
─Aja ─respondió taciturna aun sin voltear a verme.
─Y pues... ─continúe a pesar de su evidente rechazo a la conversación─. En cuatro meses quizá, vendré a vivir aquí un tiempo porque voy a trabajar.
Esta vez, ni siquiera se molestó en responderme o hacer algún sonido. Probablemente ya ni siquiera me estaba prestando atención.
Que chica tan exasperante, era la primera vez que me sentía tan incómodo con una chica.

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Yatareni - Volumen Uno
Novela JuvenilEliseo es un egresado de la carrera de arquitectura que, por azares del destino, termina mudandose a un pequeño y remoto pueblo provinciano mexicano llamado Yatareni, para trabajar con el arquitecto del pueblo. Al inicio, el muchacho no está conten...