Los que jamás habían visto a las dos Mayras juntas reaccionaban atónitos.
─No nos dijiste que tenías una hermana ─alcancé a oír que uno de los miembros de Nipponkenkyo le murmuró a su líder.
─No es mi hermana ─respondió─. Solo se parece a mí, es todo.
─Pero demasiado ─comentó una chica pelirroja de cola de caballo.
Y de nuestro lado, las reacciones tampoco se hicieron esperar.
─Se parecen demasiado ─exclamó Claudio.
─¿Cómo es posible? ─increpó Angelina.
Gibrán, Guadalupe y yo, que ya las habíamos visto juntas antes, no nos dejamos impresionar tan fácilmente.
Pero yo sí estaba sorprendido por otra razón.
Siempre consideré a Mayra Páez como la persona más madura que he conocido en Yatareni, o, más bien, quizá la única.
Y lo seguí pensando aun después de enterarme que también tenía gusto por el anime.
Digamos que ella era algo así como la aficionada ideal. Aquella que sabe mantener el equilibrio entre sus hobbies y sus responsabilidades como adulta.
Pero saber que también lidera una tropa de otakus es un poco... decepcionante quizá.
Al final, la discusión sobre si eran hermanas pérdidas o clones o lo que se les ocurría subió de tono y decidí cortar de tajo la conversación.
─Solo se parecen y ya ─dije─. Yo tampoco lo puedo creer, pero no son parientes, así que vayamos olvidándonos de ese asunto. Hagamos lo que venimos a hacer.
─Tienes razón escritor ─me contestó Mayra Páez sonriendo.
─¿Escritor? ─oí murmurar a mis espaldas.
¿Por qué demonios tenía que mencionarlo?
─Tal y como se los comuniqué antes ─dijo la chica acercándose más junto con su grupo─. Realizaremos un bunkasai, una festividad deportiva como las hacen en las escuelas de Japón. Con esto decidiremos qué Sociedad permanece y qué Sociedad desparece.
─Se los dije ─comentó Gibrán pasando al frente hasta quedar frente a nosotros y frente a Mayra creando una escena como de poster de película que se exhibirá en cines próximamente─. Será pan comido.
─Claro, claro ─comentó la líder de Nipponkenkyo─. Para alguien que ve mucho anime, sería pan comido, por eso también implementaremos unos cambios, si no, esto no tendría chiste.
─¿Cambios? ─refunfuño el líder de SPEED─. Para empezar, ¿Quién te puso a cargo de las reglas del juego? Nosotros también deberíamos participar en su elaboración. Además, cualquier cambio que hagas, rompe el espíritu deportivo del bunkasai.
─Nosotros lanzamos el reto ─comentó un chico de lentes deportivos que estaba por detrás de Mayra─. Así que nosotros ponemos las reglas.
Gibrán no dijo nada, algo raro en él. Supongo que aceptó que tenían razón, si ellos lanzaron el desafío, era lógico que establecieran las reglas.
─Haremos eventos deportivos ─dijo la líder rival─. Pero lo haremos a la mexicana.
─¿A la mexicana?
─Jugaremos juegos tradicionales mexicanos ─sentenció al fin Mayra Páez recargando sus manos en su cintura de nuevo.
─Bueno ─interrumpió otro de los miembros de su Sociedad, un tipo alto y rubio adelantándose un poco─. Sería más bien juegos latinos, porque estos juegos se realizan en otros países, pero con otros nombres...
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Yatareni - Volumen Uno
Genç KurguEliseo es un egresado de la carrera de arquitectura que, por azares del destino, termina mudandose a un pequeño y remoto pueblo provinciano mexicano llamado Yatareni, para trabajar con el arquitecto del pueblo. Al inicio, el muchacho no está conten...