Perfectamente Imperfecto © | Libro 1 [GES]

Capítulo 16

Deing en multimedia, no me acuerdo si así se dice ajjajja, lo siento, no sé usar wattpad. Pido disculpas xd.

dieciséis.

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Primer día como... ¿espía?

Danela.

¿Estaba nerviosa? Efectivamente. Pero vamos... que no era la primera vez que entraba a este lugar. La única diferencia era que... estaba él.

Y Dios, oh Dios... eso sí que cambiaba el ambiente drásticamente. Lo volvía de cierta forma aberrante y claustrofóbico. Como si estar encerrada en una caja pequeña se tratara.

Mientras caminaba por el pasillo que dirigía al laboratorio, albergaban por mi cabeza posibilidades y situaciones de cualquier tipo. Las imaginé todas, distintos escenarios. Porque a lado de él todo podía ser posible e impredecible a la vez. Y es que no había manera de saber qué ocurriría allí dentro una vez que esté ahí. Por lo tanto, decidí mejor dejar de pensar y confiar en que todo fluirá en su curso. Ser espontanea. No cavilar demasiado, pero tampoco sopesar extrañezas inentendibles.

Me sentía como una espía en cubierto, de esos que salen en las pelis con trajes completamente negros y acrobacias inimaginables. Básicamente lo era, dejando a un lado todo el espectáculo de la vestimenta y las maniobras.

Las indicaciones de Rose fueron sencillas y sobre todo; especificas. Muy hacedero. Ahí te van.

Entras al laboratorio. Listo.

Haz que todos se vayan, invéntate una buena excusa. Aunque no fue necesaria porque cuando entré no había nadie así que... Listo.

Procura que solo estén ustedes dos. Listo.

Y por último.

Háblale. En proceso.

Tratar de interactuar y vincularse con Deing era como tratar de hablar con un tronco que se encontraba muy lejano y fuera de sí. Efectivamente no te iba a contestar ni porque te le desnudaras en frente. Cosa que no haría obviamente, ni porque me tentara a hacerlo o me pagaran una millonada. Joder, ¡era Deing! Si acaso sentía algo. Pero bueno... aquí estoy. Y vine sin refutar por dos razones:

La primea; porque Rose me lo exigió. No tenía mucha opción o alternativa.

Estaba aprendiendo a convivir con la chamuscada. No del todo, pero era un progreso.

La segunda; ya era una chica Hera. Ni modo.

... y la tercera; el mudito me daba intriga.

Ah no, espera, eran tres razones.

El niño, como suelen llamarle... era Deing.

¿Por qué? Porque es el menor del escuadrón principal, y también porque no emite muchas palabras. De hecho creo que nunca nadie lo ha oído hablar. El chico era turbio. No era mudo, pero sí que no pronunciaba palabra o algún sonido. Era como si no le importase sobresalir; su afán era mantenerse en las sombras. Un chico misterioso en todos los sentidos.