- Puede ser nuestro secreto... Pero no puedes decírselo a nadie, sino no podríamos continuar viéndonos. - Asentí con lentitud.- ¿Prometes no decirle a nadie? - Asentí y ella comenzó a acercar su cara a la mía. - ¿Lo juras? - Volví a asentir.
- No di...
No hablamos mucho de lo que pasó en el juicio, le dije que estaba cansada de pensarlo y que me hablara de otra cosa. Ella me dijo que su novio la había dejado cuando descubrió que ella se enviaba mensajes subidos de tono con una chica. Me dijo también que la chica, la misma de los mensajes, del campamento le dijo que faltaban 2 años para que pudieran mudarse, por cosas del trabajo de sus padres. Así que Jihyo estaba triste.
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En un principio me negué a decirle la verdad cuando me preguntó algunos detalles sobre Momo, pero terminé diciendo todo, todo lo que no dije en el juicio, los detalles que se me escaparon, que hicieron llorar mucho a Jihyo.
Me acogió en su cama, con una caja de pañuelos, acompañado por un pack de latas de cerveza a nuestro lado (Shhhhh, no digan nada, somos menores), cupcakes que hizo esa tarde y una lata de crema batida. Nos abrazamos y comenzamos a ver una película en la computadora, ella me abrazó desde la cintura, por la espalda y pegamos nuestros cuerpos, yo entrecerré mis ojos y tomé sus manos entre las mías, entrelazando nuestros dedos. Al terminarse la película ella dejó la computadora en el suelo y se sentó frente a mí, mirando a otro lado, con un almohadón entre sus brazos. Sonreí ante su cara que buscaba cuidadosamente temas de conversación, pero yo hablé antes. - ¿Es raro tener sexo con un chico? - Pregunté curiosa, ella asintió levemente.
- Las primeras veces fue raro, luego se volvió más común. - Miró a otro lado, nunca fue muy abierta en estos temas. - Aunque es muy raro, a veces baja, a veces sube, a veces no vuelve a subir, a veces sube pero dura poco tiempo arriba y te quedas sin sentir ni un cosquilleo. - Dijo.
- Que triste. - asintió.
- ¿Y tenerlo con una mujer fue raro? - Preguntó.
- Un poco sí, pero es increíble saber lo que pueden hacer algunas extremidades... - Levantó ambas cejas con una sonrisa, que luego se borró, para así tomar otro cupcake. - ¿Lo querías? - Ella me miró con brevedad.
- Yo lo amaba, Chaeyoung. - Apreté mis labios con fuerza y ella saltó sobre mí para abrazarme, comenzando a llorar mucho. - ¿Y-Y tú la querías? - Preguntó.
Yo tardé en responder, ya que algunas lágrimas comenzaban a recorrer mis mejillas, asentí levemente y me dejé caer en la cama, con ella sobre mí, ambas abrazadas. Entonces, luego de unos minutos de llanto, su mirada se levantó, al igual que su cabeza y ambas nos quedamos en silencio, sin siquiera sollozar. Nos miramos directamente a los ojos y ella se acomodó, sobre mí, haciéndo que sus pechos se apoyaran con los míos, yo me senté de golpe y nuestras narices se rozaron, Jihyo alejó su cabeza soltando un pequeño suspiro, yo miré a sus labios, tan lindos como siempre. Llevó sus manos a mis hombros, dispuesta a soltarme, a alejarme y reír como si nada, pero no se lo permití, tomándo con más intensidad su cintura, haciéndo que en sus ojos apareciera cierto miedo. La miré a los ojos una vez más, intentó alejarse otra vez, pero esta vez, cuando volví a hacer que se uniera a mí, nuestros labios se rozaron levemente, entonces aproveché y mordí sus labios, comenzando a besarla con más deseo, pero ella me separó de sus labios con un fuerte empujón.
- ¡¿Qué haces!? - Preguntó confundida, yo miré hacia abajo, sintiendome algo culpable y advergonzada, entonces ella me hizo mirarla para decirle. En sus ojos había demasiada curiosidad, nos conocemos, no me puede mentir, eso me alegra un poco. Yo, sin dar ninguna clase de explicación verbal, la besé otra vez, ahora ella correspondió con sensualidad, intentando rozarse contra mí.
No hubieron quejas de su parte, de hecho ella lo hizo pasar a otro nivel, sin dudar, ni decir nada.
Ese día nos hicimos muchos juramentos, nos juramos decirnos todo, no separarnos, saber siempre que la ayuda de la otra estaría disponible; Sin importar que fuera para esconder el cadáver de Momo el día en el que la mataramos; que teníamos derecho de maldecirnos si era necesario, y que teataríamos de no juzgar los errores de la otra, o de hacerlo para bien. Nuestro pacto de sangre no fue un pacto de sangre, fue un pacto de besos apasionados, caricias llenas de deseo y otras cosas.
Me susurró que asesinaría a Momo por mí, porque ella me quiere como si fuera parte de su familia, soy su hermana, soy su bellota, sin mí no es nadie ni nada, por eso hará lo que sea por mí.
- Ella ya no merece vivir, no después de lo que te hizo. - Dijo antes de ahogar su voz en mis labios.
Ese día supe que Momo moriría, para poder cumplir con su condena.
Y así termina, ya puedes irte, saluda a tu madre de mi parte y dile que Chaeyoung dice que se ve más hermosa que nunca. Un beso, adiós.
Fin...¿
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Bueno hola ¿Les gustó? Espero que sí.
[29/12/20]
Les aviso que no tienen que leer la segunda parte si no quieren. Supongo que la voy a subir mañana, o pasado, yo les aviso ¿Les parece?
En un rato publico una partecita más y ya estaría finalizada.
