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Estuve una hora esperándo, hasta que apareció una de las señoras que limpia la escuela. Yo le expliqué la situación sin decir nombres y me dejó ir, entonces fuí con rapidez a la casa de Jihyo.

- Me habían encerrado, mamá, lo lamento. Igualmente legaré un poco tarde a casa, quiero ver si Jihyo está bien, hoy se comportó de una manera muy extraña. - Le expliqué al llamarla.

Cuando llegué a la casa de mi triste mejor amiga su madre abrió la puerta, pero dijo que Jihyo no quería verme, por lo tanto no me permititía entrar, yo le dije que le diga que lo lamento y que si me necesita, aquí estoy.

Pero en todo un fin de semana no llamó, tampoco me envió ningún mensaje, por lo tanto tuve que ir y atraparla el lunes para ver que le sucedía, pero el lunes no apareció, tampoco el martes, o el miércoles.
Otro de mis problemas fue que al ir de camino hacía una breve visita a la casa de Momo, y al volver no podía evitar ir de nuevo. Me quedaba de camino y además era muy difícil llegar, saludar y no ser capturada por sus majestuosas piernas, amenazada por sus dulces labios, seducida con su tenue y cercana voz, o atraída por sus manos suaves.

A lo que iba. El Jueves sí me permitió entrar a su casa, ya que se encontraba sola. - Chaeyoung... - Murmuró entre llantos. - C-Creo que estoy embarazada. - Abrí mis ojos como platos.
15 años, JIHYO TIENE 15 AÑOS.

- ¡¿Qué!? - Dije entre enfadada, frustrada y asombrada. - ¡¿No te cuidaste!? - Miró al suelo.

- Sí... - No podía verme a los ojos. - P-pero el plástico se rompió y... no sé si lo notamos a tiempo. - Continuó llorándo. - ¡¡Hace una semana que no paro de vomitar!! - Suspiré y la abracé con fuerza.

- ¿Tus padres lo saben? - Murmuré.

- N-No... No podría decirles algo como eso... - Me apretó con fuerza. - ¡¡No sé que hacer, yo no quiero tener un bebé!! - Besé su cabeza. - No quiero... - Respiré hondo y entonces le dije que me esperara ahí, que haría una llamada, debíamos hablar con alguien que supiera del tema y que no dijera nada al respecto, y la única persona en la que logré pensar fue en Momo, la llamé y le dije que iríamos a su casa, que necesitabamos su ayuda.

Al llegar no nos saludó, solo nos permitió entrar y cerró la puerta, nosotras pasamos y le dije lo que me dijo Jihyo, mientras mi amiga pasaba al baño para limpiar un poco su cara.
Momo se quedó helada, algo pálida, más al escuchar que a Jihyo hace tiempo que no le bajaba, y me dijo que preparara un poco de té, que volvería en 10 minutos y fue a la farmacia.

Yo me mantuve abrazada a mi amiga, para llevarla al comedor mientras intentana calmarla, ella se sentó en una silla y comenzó a revolver su té, mirándolo pensativa.
Definitivamente estaba mal, Igualmente creo que nadie estaría bien en su lugar.

Momo llegó y le preguntó a Jihyo cómo fue, y comenzaron a hablar de ese tema. Yo me senti fuera de lugar, por lo tanto me fui afuera.
Bombón me pidió que le avisara a sus padres que ella estaba conmigo, así que eso hice.

Las miraba por la ventana, Jihyo lloraba mucho y Momo le hablaba en calma, acariciaba su espalda, intentaba ser comprensiva. Jihyo pareció sorprenderse al ver a Momo mostrarle un test de embarazo, le dijo un par de cosas y se lo entregó, Jihyo lo miró y preguntó varias cosas, entonces fue al baño y la mujer salió de la casa para venir junto a mí.

- ¿Entonces? - Dije asustada, ella se sentó a mi lado.

- No sé, tendremos que esperarla. - Dijo en calma mientras acariciaba mi cabello. - ¿Por eso no te hablaba? - Me encogí de hombros y dejé caer mi cabeza en su pecho, abrazandola. Ella comenzó a acariciar mi espalda mientras dejaba pequeños besitos en mi cabeza. - No sé que hará si está... Ya sabes... Sus padres estarán muy decepcionados, la odiarán. - La miré a los ojos.

- No te precipites, aún no ha sucedido nada, y siempre hay otra salida. - La última parte no sonó muy bien, pero opté por ignorarlo. - Aunque no creo que lo esté. - Asentí levemente. - ¿Tienes miedo? - Asentí otra vez y la miré a los ojos, ella parecía tranquila, serena.

- Tengo muchísimo miedo. - No pude decir más ya que Jihyo apareció asomándose por la puerta. Llamó a Momo y fueron juntas adentro. Jihyo le mostró y Momo sonrió, entonces se abrazaron sonrientes. Jihyo corrió afuera y saltó sobre mí para abrazarme.

Reía llena de alegría mientras repetía. - Estoy enferma, nada más, estoy enferma, nada más, estoy enferma, nada más. - Besó mis mejillas y volvió a abrazarme. A lo lejos podía sentir la mirada de Momo, que acariciaba mi cuerpo desde la lejanía, con ternura.

¿Podrías guardarme un secreto? - MochaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora