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Tengo un sueño hermoso, somos Momo y yo, solas en el mundo. No necesitamos a nadie, nadie nos necesita. Solo somos ella y yo, en un campo de flores y muchos árboles de colores. En un susurro me dice que me ama, pero es un secreto, por eso lo susurra. Yo también le susurro que la amo y nos damos un interminable y hermoso beso que acaba cuando nosotras...

Mi teléfono estaba sonando, nunca suena, nunca nadie me llama, nunca es esa canción la que aparece, solo una persona tiene eso diferente y definitivamente es Jihyo.
Salí corriendo de la cama, con una alegría despampanante, y al llegar afuera me digné a responder. - ¡Bombón! - Dije con alegría.

- ¡Bellota! ¿Cómo estás?¿Dónde estas ahora? Vine a tu casa apenas llegué, perp tus padres me dijeron que te fuiste con tu amiga Momo. - Había mucha alegría en ella también.

- Estoy muy pero muy bien, porque te estoy escuchando y te escucho feliz, y eso me hace muy muy muy feliz. - Reí alegre. - No tengo idea de dónde estoy ahora, es que me dormí en el viaje, pero es un lugar muy lindo, en la montaña y hay árboles muy altos con muchos pájaros que me hacen acordar a tí, porque se la pasan parloteando. - Ambas reímos. - Estábamos durmiendo la siesta cuando llamaste. - Podía ver su sonrisa, aunque no la viera. - ¿y tú? -

- Estoy muy feliz de escucharte ¡Y no puedo esperar a verte! Tengo que mostrarte todos los tesoros que conseguí en el campamento de verano. - Sonreí.

- Fue terrible ¿No es así? - Soltó una carcajada.

- ¡¡Fue lo peor del mundo!! No sé por qué se me ocurrió ir a hacer esa estupidez. Fue muy aburrido y lo peor es que me quitaron el teléfono porque me encontraron tomando fotos en las duchas. - Reí.

- ¿¿Por qué tomabas fotos en las duchas?? ¡Eres una pervertida! Eso no es de dios. -

- Primero que nada, querida, era por una causa 100% científica, me hice una amiga llamada Sana y nos pusimos a jugar en las duchas y... - Se quedó en silencio durante varios segundos. - Son Chaeyoung deja de reírte de mí ¡¿Por qué siempre piensas en cosas sucias?! -

Solté una carcajada. - ¡¡No creo que adentro de una ducha se hayan puesto a jugar a las cartas con tu "Amiga" Sana!! - Ella también rió. - ¿Es linda?¿Se besaron? -

- Es una chica... Una chica ciertamente hegemónica, con unos ojos muy brillantes y un cabello muy sedoso. -

- ¡Uh la la señorita francesa! - Dije entre risas. - Dime que al menos la besaste. -

- Tengo novio. - Dijo.

- Yo tengo una madre homofóbica y soy homosexual. Así que dime la verdad. -

- Yo no la besé, pero ella me besó. - Dijo picaramente.

- ¡¡No!! ¿De verdad? ¿Y qué hiciste? Porque un beso comienza con uno y termina de a dos. - Me mordí el labio.

- Me gustó cómo lo hizo, también cómo se sintió, sus labios eran realmente suavecitos y acogedores... Así que por supuesto que correspondí el beso. - Rió levemente. - Sus labios eran demasiado suaves, sus manos cálidas y su cuerpo era demasiado... No sé, todo era tan nuevo y mágico que parecía ser irreal. Era todo demasiado perfecto. - Sonreí. - Estuvimos todos los días juntas, es una chica realmente fascinante, también sabe hacer cosas fascinantes ¡Tú sabes de lo que hablo! Esas cosas con las manos, la lengua y los besos esos que son poemas a la piel... - Reí picaramente.

- ¿Y? -

- Creo que todo lo que hice con ella me gustó más que todo lo que hice con mi novio y lo que sentí fue más fuerte que todo lo que sentí con él, sentimentalmente hablando. - Me mordí el labio. - Lo he pensado mucho y... Creo que soy lesbiana... -

- ¡¡¡Siempre lo supe!!! Te lo dije, te lo dije, te lo dije. - Dije a los gritos con alegría. - Creo que me voy a desmayar, me falta el aire... ¿Esto es Real o estoy soñando? -

Rió. - No estás soñando ¡¿Por qué creías que quería llamarte!? Quería contarte lo que siento para que me ayudaras a decirle a Sana que estaba enamorada de ella, Igualmente se lo dije y ella se rió de una forma preciosa, luego nos besamos y ella rió más, con alegría y me dijo que se mudaría pronto a nuestra ciudad, por el trabajo de su madre, me dijo que le dijera cual era mi colegio porque pensaba besarme en cada momento de mi día solo por ser tan bella... - Yo iba a llorar de la ternura y la emoción. - Me dijo que estaba emocionada, y que me amaba aunque casi no me conociera y no podía dejar de pensar en lo lindo que sería conocerme por completo. - Cubrí mi boca con mi mano. - Le dije que yo también la amaba y ella se rió de nuevo, pero me dijo que no dijera eso por ahora, me dijo que debia dejarla ganar bien y justamente mi amor. -

- ¿Me presentaras pronto a tu novia? Suena como una mujer maravillosa. -

- No es mi novia, pero cuando la vea de nuevo le diré que lo sea, porque no puedo dejar de pensar lo precioso que fue estar con ella y... en otras cosas. - Reí.

- Voy a morir de la felicidad ¡Es todo muy hermoso! Quiero conocerla y darle besos en toda su cara solo por ser tan linda contigo... - Sonreí.

- Yo también voy a morir de la felicidad ¡No puedo creer que te esté diciendo estas cosas! Eres a la primera y a la única que se lo he dicho, así que no digas nada... -

- ¡Por supuesto que no! -

Se quedó en silencio durante un pequeño rato y luego dijo con seriedad. - ¿Y que hay de todo eso de Momo y tú? Nunca te ví tan unida con nadie... ¿Es algo más que una amistad? - Cerré mis ojos, mis labios se apretaron entre sí y mi espalda se herizó.

- No quiero hablar de eso. - Mi tono no era reconfortante, ni para ella, ni para mí o mi futuro en esta cabaña. Todo era muy temblante, bajito, susurraba, susurraba para que Momo no escuchara.

- ¿Qué sucede? Por favor, dime. Te conozco desde hace mucho, no puedes ocultarlo. - Dijo preocupada.

- No quiero mentirte, es un secreto, no puedo decírtelo porque lo prometí. - Miré hacia la ventana, mi Kinesióloga ya no estaba acostada en la cama y eso me herizó aún más la piel. Podía sentir sus ojos sobre mí, clavados como flechas en mi espalda, haciéndome doler.

- Lo entiendo... Solo respóndeme a una cosa ¿Es algo sexual? - Cerré mis ojos y respiré hondo.

- ¡Adiós Jihyo, te quiero mucho, espero que consigas ver a tu novia pronto! Estaré ahí dentro de 5 días. - Dije lo más alegre que pude.

- ¿Está cerca? Lo lamento, lo hablamos en casa ¿Sí? - Dijo en el medio de mi mensaje de despedida.

- Sí, sí, yo también te quiero, saluda a tus padres por mí y diles que los quiero... ¡Adiós! - Colgué la llamada y volteé, poniendo el peso de mi cuerpo en mis talones, usandolos de eje. Al hacerlo me encontré con la vista de Momo desde la puerta, me miraba con una sonrisa, pero esa sonrisa tenía mil mensajes ocultos, en sus oscuros ojos. Había una amenaza entre lineas, un aviso, me preguntaba qué había hecho con sus ojos y yo no pude evitar sentirme muy culpable.
Corrí a sus brazos buscando sentirme mejor, encontrandome con su calor, que me calmó lo suficiente como para no llorar, pero sus caricias en mi cabello, con sus uñas, me dolieron en el corazón, porque no tenían amor, tenían tormentos. Eso me hizo sentir muy mal.

- ¿Era Jihyo? - Preguntó con alegría.

- Sí. - Susurré.

¿Podrías guardarme un secreto? - MochaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora