Debilidad

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Desperté viendo el sol a lo lejos, recordaba la noche anterior en donde había perdido el control y había huido a aquel árbol solitario, recordé a aquella mujer y al levantarme me di cuenta que estaba dormida sentada recargada en aquel árbol y yo recostado en sus piernas, se miraba hermosa, un sentimiento me invadió al verla ahí tan tranquila, no supe cómo describir ese sentimiento pero tenía la necesidad de protegerla y quedarme a su lado el resto de mi vida, de repente la búsqueda de poder había pasado a segundo plano, me sentía completo solo viéndola, ella despertaba por los rayos del sol y al verme me sonrió "buenos días vergil" solo pude bajar la mirada y contestarle el saludo "buenos días" ya no había necesidad de ser tan misterioso con ella, me había visto en un momento de debilidad y aunque odiaba sentirme así en su rostro solo podía ver amabilidad, no me juzgaba ni le aterraba haberme visto tal cual soy, un medio demonio, "¿no tienes hambre?, hay que regresar a casa"  pensé que me preguntaría del día anterior pero no, parecía que se daba cuenta de que era algo de lo que no quería hablar, agradecí su comprensión y me limite a pararme y extenderle mi mano para ayudarla a levantarse, ella la agarro y se levanto ambos caminamos a su hogar y al llegar me di cuenta que había hecho destrozos la noche anterior, con algo de vergüenza me disculpe "lamento todos estos destrozos, lo repararé lo prometo" ella con su sonrisa y movimientos con sus brazos me dijo "esta bien no te preocupes vergil jiji" ella avanzaba a su cocina y aproveché para mirar mejor los destrozos, me sentía mal por haber roto su mesita de noche, me hinqué para mirar mejor la mesita y deje a yamato en el suelo, pensé en que sería fácil arreglarlo, entonces ella llegó y me tendió un vaso con jugo y me dijo que no me preocupara, recogí a yamato y me senté en el sillón de su sala junto con el vaso con jugo, se sentó a un lado mío y comenzó a hablar "se qué tal ves no quieras hablar de esto pero tengo algunas preguntas que quisiera que me respondieras" me miraba fijamente mientras me decía esto, justo ahora, respondería todo lo que ella quisiera, le hago una señal con mi mano para que continúe y así lo hace "eres hijo de sparda, eso está claro pero ¿que es lo que buscas?" Esa pregunta ya me la había dicho pero pensé que no debería contestarla, por su seguridad, pero aún así quería contarle "busco información de sparda, busco un poder oculto entre los mundos, el poder de sparda" me miraba expectante analizando mis palabras y incitando a que continuara "aún no sé cómo encontrar ese poder pero el único que puede reclamarlo soy yo, necesito encontrarlo" miro mi vaso pensativo y ella habla "¿para que quieres ese poder?" Sin duda sabía cómo conseguir información, "lo necesito, si no soy más fuerte nunca podré superar a sparda y nunca podré proteger nada ni a mi mismo" ella solo me ve y me sonríe después agarra mi mano y me dice "vergil, ya eres muy fuerte y al decirme esto me doy cuenta que eres muy noble, no dejes que la búsqueda de poder te ciegue, tal ves no sea lo que quieres escuchar y tal ves no te interese mi opinión pero creo que en algún futuro podrás ser incluso más fuerte que sparda, tengo fe en ti, solo no te pierdas a ti mismo" ella estaba en lo correcto, no era lo que quería escuchar, pero con eso me hizo ver que se preocupaba por mi, desvíe la mirada hacia mi vaso aun pensaba en sus palabras pero ella volvió a hablar "acompáñame quiero enseñarte algo" sin más se levanto de su asiento y camino hacia el patio trasero, la seguí y llegamos a una orilla de su patio en el que estaba plantas que ella misma sembró, "me gusta estar con estas plantas porque puedo ver cómo crecen desde que son sembradas hasta que nacen" era algo que al parecer acostumbraba hacer, se agachó y miro una planta seca y un retoño saliendo de esa planta seca, "aunque se sequen algunas dejan retoños que crecen incluso más que las propias plantas que dieron ese retoño" ella miraba con nostalgia aquella planta hasta que habló, "vergil, hay que sembrar una planta juntos" me lo dijo con una sonrisa, la vi pensando en alguna respuesta y sonreí un poco, "¿que quieres plantar?" Ella se levanto y fue por una pala pequeña de jardín y un bote con semillas, "agarra una, la que quieras" me dijo esto extendiendo su brazo hacia mi junto con el bote y tome una, al azar, se la di y ella la sembró, "hay que cuidarlo bien, ¿te parece?" Un poco apenado por su rostro que me miraba muy alegre, asentí, me hacía sentir bien verla contenta.

Ese día en la noche estaba decidido a arreglar la mesita de noche, así que deje a yamato en el suelo y me senté a un lado de la mesita examinar más a detalle cada parte rota, ella al verme me llevo unos clavos y un martillo junto con unas pequeñas tablas, se sentó a un lado mío mientras miraba como intentaba reparar esa mesita, era sencillo solo ponía la tabla en la grieta y colocaba el clavo para que quedara, al terminar esa mesita estaba mejor que antes o eso creía yo, ella reía a un lado mío y me habló "¿no quieres bañarte vergil?" Con un sonrisa asentí mientras ella se iba al cuarto de baño a arreglar el agua, un sentimiento extraño volvió a albergar mi corazón, sentía calidez.

El pasado de vergil Donde viven las historias. Descúbrelo ahora