Caminaba rumbo al hogar de aquella humana pensando en el libro que me había enseñado arkham momentos antes, se encontraba todo lo que buscaba pero necesitaba el amuleto de Dante junto con aquella espada de sparda, la espada tenía una ligera sospecha de donde podría estar pero el amuleto y su paradero eran un misterio para mi, deduje que si Dante había muerto en nuestra casa aquel día debería de estar ahí pero no me atrevía a regresar, eran recuerdos dolorosos para mi, los huesos de mi madre ¿aún se encontrarán ahí?, si es así, es algo que no quiero averiguar.
Aproximándome a casa de eliz puedo ver como todo esta oscuro, le había dicho que no saliera mientras me encontraba fuera, debería estar segura en su casa, igual acelere el paso hasta llegar a la puerta y toque pero nadie contestó, abrí esa puerta solo para encontrarme todo en calma, ¿eliz no estaba?, "eliz ¿donde estás?" Grite pero nadie respondió, subí las escaleras para revisar su habitación y fue ahí donde la encontré, estaba sentada en la orilla de la cama con un cuchillo en sus manos, apuntaba a su ojo, antes de que pudiera perforar su ojo la detuve "¿estas loca?, pudiste haberte lastimado" estaba molesto, ¿porque quería sacar sus ojos?, ella me miro sorprendida y comenzó a llorar, no entendía porque quería hacerlo fue algo estupido pero antes de que pudiera decirle algo habló "vergil por favor sácame los ojos", su petición me dejo perplejo, "me rehuso a hacer semejante estupidez, ¿porque quieres sacarte los ojos?" Me ve aún llorando y comienza con su explicación "vergil, mientras tenga estos ojos tendremos problemas y ahora no solo nosotros, el bebé puede resultar herido también, no quiero que lo lastimen vergil por favor sácalos" sus palabras detonaban preocupación y desesperación, la abracé a mi "eliz mientras yo esté aquí nadie lastimara a ese bebé ni a ti, te lo prometo nadie le hará daño" eliz aún lloraba pero era entendible, estaba muy preocupada por el bebé pero no podía dejar que hiciera eso, la invité a que descansara y así lo hizo, se recostó y aún llorando se durmió, esa noche no dormí cuidando de ella.
Los días iban pasando rápido, mi vida en aquella casa era tranquila junto a eliz, ella ya no iba a trabajar por culpa de su vientre abultado, eso le dejaba más tiempo para cuidar de sus pasatiempos y aquellas plantas que tenía en su jardín trasero junto con aquellas ardillas que vivían ahí, el árbol que habíamos plantado ya parecía más grande y le había salido una hoja verde, eliz se miraba radiante, de ves en cuando podía verla sentada en el sillón tarareando aquella canción alegre mientras sobaba su vientre ya de un tamaño enorme, aún no sabíamos nada de ese bebé pero eso no le importaba a eliz, se miraba extremadamente feliz con el, de ves en cuando tocaba su vientre y lo sobaba ligeramente, pero al parecer a ese bebé no le gustaba mi tacto porque me pateaba cuando sentía mi mano, no entendía si era bueno o malo pero sabía que me hacía feliz sentirlo moverse, eliz solo sonreía cuando veía como ese bebé me pateaba.
El día en el que eliz tendría a nuestro bebé se acercaba, tendría que estar preparado para cualquier cosa ya que ese día eliz estaría más vulnerable a cualquier amenaza.
Me preocupaba su estado y que debes en cuando se quejara de fuertes dolores en su vientre, pensaba qué tal ves el bebé tuviera alguna complicación, era la primera ves que veía algo como eso y no sabía cómo ayudarla, todo lo que podía hacer era estar a un lado de ella sosteniendo su mano mientras se quejaba del dolor, le pregunté muchas veces si podía ayudarla en algo pero ella solo decía que no y que se le pasaría después de un rato.
Aveces se ponía con un carácter explosivo y no quería verme y otras veces quería estar pegada a mi dándome besos incluso tocándome de formas inapropiadas para su estado, hace mucho había leído que eso era normal en humanas embarazadas, los cambios de humor y carácter pero ella parecía tener las hormonas demasiado alteradas.Acercándose el día del nacimiento ella ya no se movía de la cama, al parecer era un embarazado arriesgado por tantos dolores, el sujeto llamado doctor fue a nuestra casa a revisarla una ves que se desmayó por el dolor, y fue cuando me dijo que tenía que mantener reposo hasta el día en el que naciera el bebé, esos días le estuve llevando comida y todo lo necesario para que no tuviera que hacer nada, pero eso no le gustaba aunque al hablarlo con ella entendió que era por el bien del bebé.
Me encontraba sentado en el sillón de su cuarto leyendo un libro y vigilaba que estuviera bien, ella se encontraba sentada en la cama mientras pelaba una manzana y se comía pedazos, mi lectura se vio frustrada Gracias a sus palabras "vergil, como se llamara el bebé?" Nunca habíamos hablado de eso, siempre nos referimos a él como el bebé, pero ahora que lo pensaba no tenía ni idea de cómo debería de llamarse, giro mi rostro a ella y observo que ya no come solo me mira, entonces hablo "no sé cómo podríamos ponerle, ¿qué nombre te gustaría?" Pregunto regresando mi vista al libro, ella después de un rato contesta "me agrada el nombre de Lizeth" era un lindo nombre pero aún no sabíamos si era niño o niña "¿y si es niño?, pregunto un poco más interesado en la platica ahora cerrando mi libro y viéndola "no lo e pensado pero eso te lo dejo a ti, yo ya escogí un nombre" hizo un pequeño puchero que me hizo sonreír un poco, "esta bien pensaré en algún nombre hasta el día en el que nazca" tendría algún tiempo para pensar, no se me ocurría nada realmente bueno como nombre para él si es que era niño, tal ves ni siquiera necesitaba pensar en uno si es que salía niña, tomaría las cosas con calma hasta su nacimiento "vergil tiene que ser rápido porque no falta mucho para que nazca" me miraba algo divertida por mi cara de frustración, necesitaba pensar en un nombre rápido ahora.
El día en el que mi hijo nació, era un día nublado con viento, me encontraba fuera de casa comprando algunas frutas y comida para eliz, manteniéndome al margen, ese día se notaba algo extraño en el viento pero no tomé importancia, ciudad fortuna podía ser una ciudad muy extraña aveces, caminaba tranquilamente a casa y al llegar pude escuchar a eliz gritando, solté las bolsas que tenía en ambas manos y corrí a buscarla, estaba aún en la cama pero se retorcía de dolor "eliz ¿qué pasa? ¿Que tienes?" Ella al verme grito "¡¡vergil el bebé.. ya viene!!" Me quede en shock, en mi cabeza solo se repetía una pregunta, ¿que hago?, un grito me saco de mis pensamientos "¡VERGIL!, ¡vergil ve por el doctor!" Salí corriendo en busca de ese sujeto, me transformé para correr más rápido y estando cerca del hospital regrese a mi forma humana, entrando abrumado por todo lo que estaba pasando, busque desesperado al doctor hasta que él se presentó, le dije que eliz estaba teniendo al bebé en ese momento y rápidamente agarro su maletín junto con otras cosas y corrió, no tenía tiempo para que ese humano correrá tan lento, me transformé cubriendo todo mi cuerpo con mi túnica negra para que no lo viera y cargué a ese sujeto para llegar más rápido, él un poco desconcertado no dijo nada pero en su rostro se miraba que tenía muchas preguntas, al llegar y bajarlo me miro, pero al salir de mi transformación le dije que le respondería cosas después, él asintió y entró a la casa buscando a eliz, ella aún estaba acostada retorciéndose de dolor, no me gustaba verla así, el doctor me indicó que saliera de la habitación para ayudarla entonces lo hice, esperé afuera mientras seguía escuchando gritar a eliz.
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El pasado de vergil
RomantikVergil se adentraba a ciudad fortuna con la intención de obtener información que le ayudará a saber el paradero de el poder de sparda, en su mente solo había un pensamiento "necesito más poder", en su travesía conoce a una mujer misteriosa llamada e...