El pasado de vergil

El fin parte 1

Los días habían pasado rápido, entre travesuras de nero y mis problemas con las ardillas. A nero le había dado por agarrar cosas tiradas y metérselas a la boca, fuera lo que fuera que estuviera tirado nero lo agarraba y como si fuera dulce se lo metía a la boca, una ves lo encontré masticando una cuerda del jardín de eliz, lave su pequeña boca después de eso y no le contamos a eliz.

Por alguna razón las ardillas tenían manía conmigo, siempre que salía al patio trasero de eliz sentía como me miraban, incluso en una ocasión hasta me aventaron una bellota, me sentía furioso, ¿como una ardilla iba a golpearme así sin que yo hiciera algo?, al final eliz me detuvo de no hacer una matanza de ardillas.

A nero le gustaba hacer travesuras, hubo una ocasión en la que él había escondido un zapato de eliz, tárdamos dos dias en encontrarlo, lo había dejado atrás del sillón en la habitación de eliz, habíamos escondido todas las cosas que pudieran lastimarlo debido a que ya comenzaba a querer caminar, gateaba por toda la parte inferior de la sala, teníamos mucho cuidado con todo lo que caía al piso porque nero siempre agarraba cosas, tuve que colgar a yamato en la pared, muy lejos de nero.

El cumpleaños de nero se aproximaba, sería su primer año y eliz quería festejarlo, comprando un pastel y una vela pequeña, nero no comería pastel porque no tiene dientes pero si le daríamos la parte dulce del pastel, había ido a comprarlo todo para esa noche, al regresar a casa ya con un pastel y algunos adornos eliz me dio la bienvenida "¿encontraste todo vergil?", "si, ¿solo pediste un pastel, una vela y algunos adornos no?", "si solo era eso, nero está en su mesita comiendo gelatina, hay que adornar en lo que se la termina" eliz se miraba muy emocionada, parecía más su cumpleaños que el de nero, me dirigí al comedor y me encontré con nero echo un desastre con esa gelatina, parecía que peleaban y la gelatina iba ganando, reí un poco y con una servilleta le limpie los cachetes aunque no sirvió de nada ya que al darme la vuelta para tirar aquella servilleta al regresar mi mirada a él volvía a estar todo sucio, suspiré y decidí dejarlo así, después lo bañaría.

Una ves terminando el decorado de la casa pusimos el pastel cerca de nero para cantarle una canción de cumpleaños, apagamos las luces de la casa y prendimos la vela del pastel, eliz cantaba alegre aquella canción y nero aplaudía torpemente, cuando eliz terminó de cantar hablo "nero sopla la vela, pide un deseo" nero torpemente intento soplar pero era difícil para él entonces entre los tres soplamos la velita, prendimos las luces para repartir el pastel y darle poquito a nero, se miraba tan alegre comiendo con las manos, eliz y yo nos reíamos de él por su forma de comer pero estábamos feliz por el primer cumpleaños de nero.

Habían pasado dos dias del cumpleaños de nero, nos preparamos para al siguiente día irnos, eliz preparo unas pequeñas maletas que puso en el auto, la encontré en nuestra habitación guardando algunas fotos y recuerdos en otra maleta que tenía en la cama, me acerqué a ver las fotos y eran de su familia y de ella de pequeña, agarre una foto de ella de pequeña con un vestido y dos colas, en sus manos tenía una maceta con una planta pequeña con dos hojas y sonreía, se miraba hermosa, ella a darse cuenta de que miraba aquella foto me explicó el contexto de esta "esa foto es de cuando obtuve mi primera planta, mi madre me regaló una semilla y yo pude hacer que naciera una planta, aún tengo la planta, mis ojos eran hermosos.." su tono de voz era algo triste "aún son hermosos" ante mi comentario su rostro se enrojeció, entonces coloque aquella foto donde estaba, fui a buscar a nero que estaba en la parte baja de la casa cuando lo encontré estaba apunto de meterse un clavo a la boca, por suerte se lo quite a tiempo.

Sostuve a nero en mis brazos para regresar con eliz pero ella iba bajando con algo en sus manos, "encontré mi vieja cámara" estaba emocionada por eso y me apunto con ella, tomándome una foto que salió al instante "se ven hermosos", le indique que agarrará a nero y así lo hizo, tomaría una foto de ellos dos para tener un recuerdo, al tomar la foto, eliz la agarró y ambas las guardó en la maleta que estaba sobre la cama en su cuarto, me encontraba en la sala arreglando lo que llevaríamos cuando la escuche gritar, rápidamente corrí hacia su habitación donde se encontraba ella y nero, al llegar mire algo que me lleno de furia al instante, era aquel demonio al que no pude matar, sostenía a eliz del cuello y a nero con su otro brazo, quien se creía él para tocar a mi familia?.
Rápidamente rebane sus brazos para recuperar a eliz y a nero, me los llevaría lejos para poder pelear contra el, pero una horda de demonios impidieron mi paso, estaba empezando a perder la paciencia cuando eliz habló "saca a nero de aquí, déjame, es a mi a quien buscan" ignore su petición porque era una estupidez, no la dejaría ni a nero, la baje de mis brazos y le di a nero "agarra a nero y corre lejos, no voltees y solo corre, yo te buscaré" ella entendió que era mejor así entonces con un jungmen cut le abrí paso hasta la puerta en la cual ella corrió y se fue, algunos demonios querían ir tras ella pero les impedí el paso, todos ellos se las verían conmigo.
Mataba tantos demonios tan rápidamente que ninguno de ellos se daba cuenta cuando ya estaba muerto, poco a poco mi resistencia iba disminuyendo y no dejaban de salir demonios, de un momento a otro el lider de ellos desapareció de mi vista, lo busqué con la mirada y no podía encontrarlo, desde hace cuando se había ido?, había sido tan descuidado como para perderlo de vista, estaba furioso, tenía que encontrarlo, me transformé en demonio y me deshice de todos los demonios ahí y corrí lo más rápido que pude al lugar donde pensé que estaría ella, era aquel árbol en medio del prado.
Al llegar si pude encontrarla pero era una imagen que nunca me hubiera gustado ver, en el suelo se encontraba eliz rodeada de sangre y boca abajo, temia lo peor, me aproxime a ella tan rápido como pude, volteé su cuerpo solo para encontrarme a nero atento y manchado de sangre, parecía apunto de llorar y así lo hizo, al ver a eliz pude darme cuenta que sus ojos ya no estaban y estaba llena de golpes, no podía creer lo que miraba, me dolía de tal forma que algo en mi se rompió, no quería estar ahí, no quería verlo, había perdido a la única mujer que me entendía por un descuido mío, puse a nero en sus brazos y la sostuve en mis brazos mientras me sentaba en aquel árbol, su sangre estaba por todo el lugar, estaba tan sumergido en mi dolor que no me di cuando comenzó a moverse "vergil...eres tú?.." su voz se escuchaba como un pequeño susurro que hizo que mi corazón se hiciera pequeño, dolía pero no me doblegaría "aquí estoy eliz" ella pasó sus manos por mi rostro y luego por el de nero que no había dejado de llorar, "qué alegría que estén bien...vergil...cuida de nero.." no quería dejarla ir "ambos lo haremos, resiste un poco más", "gracias..por tanta..felicidad..lo siento nero..te amo.." esas fueron sus últimas palabras antes de dejar de respirar, nero no paraba de llorar y mi cabeza no podía creer lo que veía, ya no estaba conmigo y sufría tanto por ello, dolía tanto, pose mi rostro al suyo un momento para despedirme de ella silenciosamente, deposite un pequeño beso en sus labios y la solté, sabía quien había sido el culpable y cobraría venganza por ello.
Una ves que enterré su cuerpo en aquel árbol donde comenzó todo, coloque nuestra pequeña maceta, la cual pensábamos que era un árbol y resultó ser una enredadera, tenía flores blancas, la enterré un poco en señal de lápida, era tan difícil todo eso, pero me vengaría aunque fuera lo último que hiciera, regrese a aquella casa vacía con nero en mis brazos, todo me recordaba a ella y me hacía sentir solo, tenía a nero y eso me hacía sentir un poco mejor, el era la única familia que me quedaba, de un momento a otro tocaron la puerta y apareció arkham, como sabía donde vivía y porque estaba ahí?, "señor vergil, permítame ofrecerle mis condolencias por el deceso de su mujer y su hijo, fue muy trágico" fue entonces que todo cobró sentido para mi, había sido el, el que ayudó a aquel demonio a encontrar a eliz, él lo planeo, fue entonces que recordé todas las veces que salí con eliz, él nos miraba, me espiaba y no me había dado cuenta, sabía de nero, sabía de eliz y sabía de mi, la ira se apoderó de mi, estaba a punto de atravesarlo con mi espada cuando un siniestro payaso lo esquivo, se había transformado en eso?, ni siquiera me había dado cuenta de ello, sostuvo mi espada y me lanzó lejos, nero se encontraba en una pequeña silla sobre mi gabardina negra en la sala lloraba por el ruido en la casa, "veo que no murió el pequeño engendró jaja" su voz empezó a sonar por toda la casa, como si de un eco se tratara, me levante lo más rápido que me dieron mis piernas y corrí hasta un lado de nero, siempre atento a todo lo que me rodeaba, necesitaba proteger a nero a cualquier costo, de un momento a otro apareció aquel payaso siniestro enfrente mío dándome un golpe de tal fuerza que me hizo volar hacia la salida de la casa, golpe el piso con mi cuerpo dejándome desorientado en el asfalto, en mi mente solo estaba nero, tenía que protegerlo, "no te dejaré acercarte a mi hijo" me transforme y con mi máxima velocidad agarre a nero que salí de ahí, corrí lo más rápido que pude, no podía pelear bien si tenia a nero a un lado, lo envolví en mi gabardina negra mientras corría lo más lejos posible, me tope con un edificio en el que había estatuas de sparda, el edificio tenía por nombre *Orfanato de ciudad fortuna*, mi corazón se lleno de dolor, tendría que abandonar a nero para poder salvarlo, lo acosté en el asfalto frente a la puerta de aquel lugar, acaricie su rostro y comencé a hablarle, necesitaba despedirme de él "nero, este no es un adiós, regresaré por ti en cuanto termine con esto, no se en que otro lugar seguro esconderte, estarás a salvo aquí en lo que regreso, te juro que volvere" toque la puerta de aquel edificio y salí de ahí, regrese a casa de eliz, aquel payaso seguía merodeando por el lugar, acabaría con el y volvería por nero.