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Que estrés me generaba el saber que Sol estaba en Argentina, que ganas de joderme la vida de una manera increíble.

Si no es Mauro, es Sol... Y pensándolo bien, éstos dos estan planeando algo.

Y no en contra mio, en contra de Roma.

Mi punto débil en estos momentos es Roma, y cualquiera sabe que me va a doler mas, que le toquen un pelo a ella a que me hagan algo a mí.

¿Que era lo que estaban planeando?, no sé.

¿Sol sería capaz de estar de acuerdo en que Mauro haya querido violar a Roma?, tengo que averiguarlo.

¿Sol sigue en algo con Mauro?, posiblemente.

¿Por que hacen todo esto?, tengo que averiguarlo.

Y así estamos de nuevo, muchas preguntas pocas respuestas.

Tenía que llegar al fondo de todo esto.

Pero solo no iba a poder, tampoco quiero seguír cargándole el peso a Roma con todo esto.

Apenas tiene 16 años, puedo ver el miedo en sus ojos cada vez que mencionan a Mauro.

Todo esto era tan confuso y a la vez raro.

Aunque mi mente no dejaba de reformular una sola respuesta y creo que es la correcta.

"Estan haciendo esto para separarte de Roma".

- ¿Pero es necesario?- le pregunte a mi mente, nuevamente estaba hablando solo, me voy a volver loco.

"Que se yo wacho, espera a ver que onda"

- No ayudas- conteste, suspire y salí del baño.

La ví a Roma acostada, teníamos que hablar.

- ¿Podemos hablar?- pregunte sentándome en la cama, ella tenía su mirada pegada al celular.

- ¿De que?- dijo sin sacar la mirada de la pantalla.

- Te quería pedir perdón...- dije y suspire, ella bajo su celular y me miró.

Se acomodo en la cama sentándose como indio mientras me miraba, se hizo un rodete improvisado en el pelo.

- No tenes porque pedir perdón, Mateo- dijo y yo bajé la mirada- pero me molesta que pienses que por tener tres años menos que vos, no sepa tomarme las cosas como una persona madura- la miré, tenia razón.

- Tenes razón, fui un boludo- ella asintió, era tan diferente a cualquiera y eso me encantaba- perdóname en serio, no va a volver a pasar- me sonrió dejándome ver la perfecta hilera de dientes blancos que tiene, dándome por alguna razón, un sentimiento de paz y tranquilidad- Sobre lo de Sol...- ella me interrumpió.

- Esta todo bien, Mateo- dijo y elevé las cejas- no me interesa para nada su existencia, ahora...- suspiró- Si vos queres estar con ella, lo entiendo y si por alguna razón, alguna de sus palabras te genero algun tipo de inseguridad o desconfianza, y queres tomarte un tiempo... También lo voy a entender- eleve una ceja y negué repetidas veces con mi cabeza.

- Lo último que haría, sería dejarte- dije y ella sonrió, abrió sus brazos para formar un abrazo, asi que me acerque a ella y me escondí en su pecho.

Ella empezó a hacerme mimos en el pelo, mientras que yo dejaba besos en su hombro desnudo, ya que tenía puesto un top sin tirantes.

Cerre los ojos al sentir su tacto, con uno de sus dedos acariciaba mí tatuaje en el cuello y con la otra jugaba con mis rulos.

todo cambia | truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora