Prólogo

2.7K 194 38
                                    

“No Confíes mucho. A veces las personas que se ven más lindas e inocentes, son las más peligrosas”

¿Alguna vez has sentido que no perteneces a tu mundo? ¿Que no sabes que función haces en el? ¿Sintiendote estancada?.

Yo me siento así todos los días de mi vida.

No es que esos pensamientos pase por mi cabeza todos los días, pero cuando llegan suelen dañarme el día e incluso la semana algunas veces.

Pero antes de hablar de mi desastrosa estabilidad emocional, me presentaré.

Me llamo Skate Harrison, tengo 18 años y un cupo para una de las mejores universidades del pueblo vecino, en una carrera que realmente no me gusta pero mi madre dice que es muy buena y me daría una gran estabilidad económica.

Mi madre.

Elizabeth Thompson.

Ha sufrido por tantas cosas que aún así no se cómo se encuentra de pie. 

Perdió el apoyo de sus padres a los 18 cuando salió embarazada de mí y tuvo que marcharse con su novio a un pueblo que no conocía a empezar de nuevo. Y a los años, el imbécil que se hace llamar mi padre, nos abandono y desapareció de la faz de la tierra.

No recuerdo mucho de mi infancia, bueno, son cosas que pasan cuando uno crece ¿Verdad?.

Trabajo en la única librería del pueblo. El pago no es mucha, pero me alcanza para cualquier tontería que quiera comprar. Además, de que me gusta estar encerrada sintiendo el olor de libros nuevos.

Amdru; un pueblo chico que fue creado a orillas de un bosque.

Y se que todos pensarán: wow, un bosque, sería perfecto para hacer picnic y todo eso. Pero no.

Las leyendas que se escuchan de este bosque lo único que te provocarán será escalofríos y pesadillas. Ninguna persona normal sería capaz de poner un pie allí.

Y bueno, yo no es que sea muy normal que digamos.

Pasear entre los árboles hasta llegqr a una hermosa cascada se ha vuelto parte de mi rutina. Y la verdad que me encanta.

Bueno, me encantaba.

Hasta que sentí la presión de dos círculos rojos sobre mí, dándole paso a una boca ensangrentada y fibras de carne atrapada entre sus dientes. 

Y aunque estaba aterrada, una gran intriga se despertó en mi interior.

La curiosidad mató al gato, pero el gato murió sabiendo.

Y en ese momento, no me importó arriesgar mi vida, con tal de descubrir la verdad y salir de ese mar de secretos en el cual me estaba ahogando.


BranxtorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora