Episodio 24 - She Had The World

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Narra Brendon

A eso de las diez de la mañana desperté esbozando un bostezo e impulsivamente me acerqué a besar la mejilla de Ryan quien yacía dormido a mi lado, para después de un momento de pausa tomar la iniciativa de levantarme para ir a la cocina por el desayuno de ambos. Deseaba sorprenderlo con algún detalle y este era un momento perfecto para hacerlo.

Al terminar de prepararlo me senté pensativo en el comedor, saciando mi hambre digiriendo un poco de este y particularmente el tema del trío que hicimos hace unos días me tenía marcando ocupado.
No podía evitar sentirme asombrado por lo mucho que habia cambiado mi vida hasta entonces, lo atrevido y arriesgado que había vuelto a ser, todo esto gracias a las nuevas experiencias con mi antiguo amor, por otro lado me cuestionaba sobre lo desconsiderado que estaba siendo con mi compromiso.

A estas alturas ya no sabía cómo lidiar con lo que sentía por él, ni cuánto tiempo estaría viviendo de esta forma, intentando mantener y poniendo todo mi esfuerzo para cultivar dos relaciones de pareja. Aquello se había vuelto complicado pero no me arrepentía, ya que definitivamente no quería cambiar nada, ya que sin necesidad de palabras, lo que sucedía con Ryan podía percibirse como un noviazgo y con el paso de los días cada vez tenía menos ánimo de regresar a mi casa.

–Despierta... –Exclamé mientras colocaba cuidadosamente una taza junto a una marraqueta con huevo en la mesa del velador, para luego acariciar el cabello de Ryan y plantarle un cariñoso beso en las sienes rascando su cabeza con suavidad.
Él respondió a mi acto abriendo sus dulces ojos color miel y esbozando una relajada sonrisa. Aquella sonrisa una vez más me había devuelto a la vida.

–Te traje esto –Señalé el mueble aledaño a la cama y el lo observó al instante con atención.

–¡Gracias! se ve delicioso –Exclamó Ross sorprendido con mi gesto, para luego estirar sus brazos hacia mi con la intención de abrazarme y yo respondí a él, para después de unos segundos continuar besando y mordiendo sus labios.

–¿Ya tienes que irte? –Preguntó con el alimento entre sus manos para luego dar un bocado y yo asentí con la cabeza resignado haciendo pucheros.

–Es una lastima...hoy tenia pensado hacer música –Añadió encogiendose de hombros.

–Nos vemos por videollamada el sábado...ya lo dijiste –Indiqué y él respondió alzando su dedo pulgar sin dejar de comer.

–No me gusta que te vayas. Pero ya vete, si no...nada, olvídalo –Dijo para luego tomar un sorbo de té y continuar soltando una pequeña y timida risita–. Aún preparas el té como me gusta –Agregó saboreandolo mientras me sonreía.

Aproveché la ocasión para sentarme junto a el y lo tomé suavemente de la barbilla para quedarme observándolo fijamente soltando un incontrolable suspiro, mientras desde la ventana los rayos del sol iluminaban su rostro y hacían ver más claros sus ojos. Me había acercado con el proposito de decirle algo o talvez no. Permanecimos en esa posición y Ross aún con sus intentos no lograba quitar los ojos de mi, lo que evidentemente lograba incrementar la tensión, la complicidad y el deseo entre nosotros, incluso risas nerviosas.
Me dedique a contemplar por algunos minutos cada una de sus facciones, sus formas, sus colores y lo bien que lucían en combinación del rostro de un atractivo hombre, con los ojos aún achinados por el hecho de estar recién despertado, lo que me hacía sentir más enamorado que nunca de su imagen, de su esencia, de su personalidad, de todo.

–Nunca imaginé que pasaría esto –Exclamé manteniendo la mirada mientras sonreía y al mismo tiempo mordía mi labio inferior.

–Yo menos...pensé que no iba a verte más –Intervino Ryan encogiendose de hombros con una leve sonrisa.

Casual Affair (Ryden 2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora