Los caminos de la estrella del pop americana Brendon Urie y el recordado Ryan Ross han tomado rumbos completamente diferentes, pero ¿Qué pasará cuando después de una década sus miradas se vuelvan a cruzar?.
Historia narrada por ambos en el año actua...
—''Realmente no sé como agradecerte todo lo que hiciste por mi, tampoco puedo dejar de pensar en ti, no puedo esperar a verte otra vez''
A un par de horas de quedar en casa nuevamente en soledad, mientras componía una canción en mi piano, revisé mi teléfono y tenía ese mensaje de Brendon. No supe que responder, efectivamente me sentía enrabiado, decepcionado, ya que bastaron un par de días para volver a revivir todos los sentimientos que creía enterrados y eso me ponía muy molesto, ya que creía ser un adulto casi resuelto y todo esto me hacía retroceder y sentirme tan desorientado como a los veinte. Aquel hombre realmente me traía de cabeza y eso me llevó a pensar que quizás, ese sea el motivo del porqué a mis treinta y cuatro años nunca he podido conservar una relación y hacerla duradera, me consta que he madurado y con el tiempo he aprendido a tratar a las personas, que suelo ser empático y considerado con las parejas que he tenido, pero por alguna razón tengo que terminar alejando a todos de mi. Todo esto sucede generalmente cuando comienza a pasar el tiempo y el compromiso se vuelve más fuerte, es cuando tiendo a tener actitudes desagradables y a ser distante, por lo que acabo desilucionando a las personas que más quiero y terminan dejándome sin regresar, creo haber encontrado la respuesta, en sus brazos no era posible sentirme completamente pleno.
—''¿Me vas a dejar en visto? :( llegué a casa sano y salvo, por si te interesa'' Otro mensaje del susodicho.
Cada espacio de mi hogar me traía recuerdos, que no podía dejar de repasar, me quedé tirado en el sofá por horas, reflexionando sobre lo acontecido, era imposible pensar en otra cosa y volver a componer alguna canción que no fuese de amor, ni de mis fuertes sentimientos, pero no, no estaba de ánimos para escribirle ninguna canción, idealmente quería concentrarme en mi carrera de solista y no se me hacía nada fácil en estos momentos. Mi mente se veía invadida de cada uno de sus besos apasionados, caricias que me llevaban al climax, además de todas esas veces que se atrevió a decirme que me ama y yo no respondí nada por temor.
Como mecanismo de defensa y sanidad mental prefería mantener la distancia emocional, ya que siempre estuve consciente de que fuese un hombre comprometido, pero ahora con su insistencia efectivamente tenía un dilema que me era complicado descifrar, ¿Qué quiere él realmente de mi?, ¿Qué espera de todo esto? yo no quiero ser el amante ni de el ni de nadie, nunca lo he sido y a estas alturas creo merecer más que ser una segunda opción.
—''¿Qué es lo que quieres Brendon?'' Contesté a su mensaje luego de tres largas horas.
—''Aggghquefastidioso eres, ¿Qué quiero? Estar contigo :( ¿Puedo llamarte?'' Escribió al instante.
—''Ok'' Respondí cortante. De alguna u otra forma intentaba mantener mis emociones siempre ocultas, pero mi interés siempre se hacia evidente.
Al escribir esto último mi corazón comenzó a latir a mil por hora, a los dos minutos sonó mi teléfono. Dudé por algunos segundos en contestar pero finalmente lo hice, no podía dejarlo así ya que de alguna forma la atracción era mucho más poderosa que mi razón.
–Hola mi amor... –Tragué saliva, escuchar su profunda voz a través del teléfono realmente me erizaba la piel y a la vez me hacía sentirlo cerca.
–¿Porqué me dices así? –Cuestioné. Existía un dualismo en lo que pensaba y sentía, realmente pensaba en su descaro de hablarme de esa manera, lo que me enojaba, pero a la vez sin quererlo, su trato me enamoraba cada vez más. De todas formas conozco perfectamente lo atrevido que suele ser, aquella actitud no me sorprendía en lo absoluto.
–Te digo así porque eso es lo que eres, ¿Cómo estás? Te llamo para invitarte a mi show en Chicago a fin de mes, acabo de confirmarlo.
–¿Qué? pero...no entiendo –Contesté confundido.
–Quiero que vayas a verme Ryan Ross, estarás apartado nadie te verá, de alguna forma haré que Sarah no vaya.
–Brendon, no sé que esperas de esto, ¿Porqué mejor no me dejas en paz?
–¿Estás seguro que eso es lo que quieres? Dime que no sientes nada por mi y no te molesto más. –Dijo el pelinegro con un tono desafiante. Hubo un silencio, no podía decirle que no lo quería, aquello no era cierto y con aquella interrogante me estaba poniendo entre la espada y la pared.
Finalmente terminé aceptando su invitación, en el fondo estaba muy ilusionado de volver a mirarlo haciendo lo que ama. La música para Brendon lo era todo y arriba del escenario irradiaba sentirse más vivo que nunca y observar eso me provocaba muchas bellas sensaciones, que deseaba volver a experimentar. De igual forma estaba agradecido que me considerase para su primer show post pandemia y con su nueva música, aunque tenía sentimientos encontrados, ya que me enfadaba en demasía percatarme que había entrado en este circulo vicioso. El ser parte de un triangulo amoroso mientras Urie se daba el lujo de tener a dos personas a su disposición.
A decir verdad, a pesar de mis celos con tal de tenerlo no importaba mucho, si no que, todo este conflicto se debía a que temía que jugara con mis sentimientos, que todo se supiese públicamente y arruinar mi reputación. Estos días han sido absolutamente extraños, una vez más el destino me ha dejado descolocado.
Aunque ya nada podía hacer, él conocía perfectamente como seducirme y convencerme a su antojo, aunque después de todo no podía victimizarme, fui yo quien comenzó con los juegos cuando le invite a mi casa, fui yo quien lo provocó y ahora no podía hacerme el desentendido.
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''Pienso en ti de vez en cuando Mas de lo que pensé que haría, Eras muy amable Y era muy joven para saberlo, Eso es todo lo que realmenteimporta Fui un tonto''
