Casual Affair (Ryden 2020)

Episodio 19 - Crazy Dream

Narra Brendon

Ya se acercaba fin de año y desafortunadamente nada había cambiado para mi, excepto el hecho que volví a las presentaciones, lo que me ayudaba a olvidar por momentos mi sufrimiento. Aunque para el show de Chicago no tuve la necesidad de mentirle a Sarah como tenia planeado, ya que él no fue a verme, había desaparecido de mi vida sin dejar rastro porque ya no me necesitaba.

Me esmeré por meses en encontrar algún medio para captar la atención de Ryan y tener la posibilidad de conversar, ya que ignoraba cada uno de mis mensajes, incluso pude notar que me había bloqueado de la mensajería, probablemente debido a mi insistencia, lo que me dejó totalmente acabado, las posibilidades de volver a verlo se estaban agotando una a una, lo que me hacía sentir vacío e infeliz.

Como última opción, recurrí a algunos viejos contactos hasta dar con la nueva dirección de nada menos que mi antiguo amigo Jon Walker.
Para mi sorpresa su casa estaba a diez kilometros de la mía actual hacia el oeste, por lo que me decidí a tragar mi orgullo de nuestras diferencias pasadas y me atreví a visitarlo por la tarde sin previo aviso, realmente él era el único que aún tenía contacto con Ross y quizás podía hacer algo al respecto.

Tomé mis cosas y subí al auto autoconvenciendome que iba a encontrarlo. Durante el camino no pude evitar el llanto mientras recordaba cada una de las palabras del último mensaje de Ryan, mientras de manera masoquista me torturaba escuchando los audios que me enviaba antes que todo esto se arruinara. No sabía como, pero estaba convencido a recuperarlo al precio que fuese e iba a hacer todo lo que estuviese a mi alcance para lograrlo.

Al llegar al lugar de destino me encontré con una bella casa al estilo rústico, rodeada de manzanos y otras especies de árboles frutales, todo encajaba perfectamente con la templanza y la esencia de Jon. Me transportaba una vez más a aquella época que comenzó mi sueño hecho realidad en cuanto a la música, las experiencias vividas junto a mis ex compañeros de trabajo, los ensayos, las risas, las grabaciones, las giras, las canciones, las peleas, las fiestas, los conciertos y como olvidar las desbordantes manifestaciones amorosas de los fans no sólo hacia mí, sino que hacia nuestro grupo, por lo que una vez más me dió mucha nostalgia recordar mi juventud.

Por otro lado comprendía que todo lo sucedido había sido por mejor, cada uno continuabamos con nuestros proyectos individuales que seguramente nos hacían más felices y que como en el amor hay veces en las que por sanidad mental no se puede continuar. Aunque con el tema de Ryan lamentablemente no podía tranzar ni pensar igual, ya que no podía darme por vencido, una vez más no.

Me detuve unos segundos para armarme de valor y con mis sudadas manos por la ansiedad que me provocaba el estar allí toque el timbre y esperé con paciencia.

–Hola Jon ¿Cómo estás?, sé que es extraño que esté aquí de esta manera, pero estoy desesperado, necesito que me ayudes –Practiqué en voz alta con la mirada hacia el piso lo que diría al verlo. Grave error, ya que antes de percatarme y sin escuchar ruido alguno Jon estaba frente a mi riéndose, mientras me veía hablar solo.

–¿Brendon?, ¿Qué te pasa? –Mencionó aún riendo con una expresión de confusión en el rostro.
No lo juzgo, claramente no entendía mi sorpresiva visita, la cual bordeaba la psicopatía al descubrir donde estaba viviendo.

–¡Oh no, que vergüenza! pero si, es lo que escuchaste, ¿Cómo has estado? Tanto tiempo –Suspiré ruborizado, para luego sonreír mientras con mi mano peinaba mi cabello hacia atrás, como de costumbre cuando estaba nervioso, claro.

–¡Que gusto verte!, ¿Traes mis auriculares? Pensé que ya no recordabas que existo, siempre ignoras mis menciones en Twitter –Se encogió de hombros y yo solo atiné a guardar silencio, mientras me saludaba dándome unos golpecitos en la espalda.