Episodio 27 - Build God, Then We'll Talk

118 12 4
                                    

Narra Brendon

–Debo ir a hacer un trámite, vuelvo en una hora –Señaló Ryan a eso de las una de la tarde terminando de vestirse, aún con el cabello mojado por la ducha.

–No queremos que nos vean juntos, así es que será mejor que te quedes aquí y así puedes preparar algo ¿Quieres? adoro cuando cocinas –Agregó con una tierna sonrisa y asentí con la cabeza, ya que cualquier cosa que me pidiera con esa expresión en especial podía ser posible. Desde el minuto uno de haberlo conocido aquello lograba derretirme.

–Con gusto cocino algo para ti ¿Pasta o puré de papas? –Ofrecí servicial llevando mi paso hacia la cocina.

–Puré de papas. Muero por probarlo después de tantos años...nos vemos en un rato –Mencionó para acercarse a mi, envolverme en sus brazos y plantarme un cálido beso en los labios, para luego salir por la puerta de entrada.

A pesar de todo estar relativamente mal en casa con mi esposa, con Ross todo parecía estar de maravillas, lo que dentro de mí estrés de llevar una doble vida me tranquilizaba, de a poco estaba recuperando la extinta ternura de Ryan, que jamás imagine volver a vivir, cada vez parecía estar más cerca de mi.
Al momento de esperar que el almuerzo estuviese listo tomé asiento en el sofá, en tanto me puse a pasar el tiempo mirando las redes sociales en mi celular, hasta que oí sonar el timbre, por lo que me levanté espontáneamente y sin pensarlo fui a atender, casi olvidando que aquella no era mi casa y que podría ser cualquier persona visitando a Ryan.

–Erica, hola... –Saludé sorprendido y algo incómodo rascando mi nuca. No nos encontrábamos desde aquel día, por lo que su presencia realmente logró provocarme nerviosismo y hacerme sentir algo avergonzado, sobre todo estando solos.

–¿Donde está Ryan? Lo llamé y no contesta –Preguntó encogiendose de hombros.

–Salió. Vuelve en un rato, puedes esperar si quieres... –Antes de terminar de decir esas palabras Erica ya había entrado a la casa, instalándose rápidamente en el sofá de dos cuerpos.

–Si, lo espero. ¿Quieres fumar mientras? Antes de salir de casa estaba mirando una película que acaba de empezar –Comentó con el control de la TV en sus manos cambiando de canal.

–Aquí está ¿La has visto? –Preguntó esbozando una sonrisa, para luego sacar de su bolso un cigarrillo de marihuana y permitirme prenderlo primero.

–Si, como no. Esa película es un clásico –Afirmé para luego encenderlo y empezar a fumar de él. Sé que estaba intentando ser amable para quitar la tensión del lugar, pero era obvio, todo el mundo ha visto la película El Resplandor.

–¡Ay que calor! ¿No te molesta si me quito la blusa verdad? –Exclamó ella soltando un suspiro para arrancarse la prenda superior. Sus senos se asomaban casi en su totalidad en su pequeño sostén de encaje beige, lo que lograba distraerme fácilmente.

–Erica ponte eso, porfavor –Ordené acercándole la blusa, para luego quitar la vista de ella y fijarla en la televisión.

–Simple. Si no quieres mirar no mires, no pasa nada, aunque no creo que no quieras verme –Rió con extrema coquetería, para luego acariciar mi rostro lentamente con sus dedos.

–¡Porqué eres así mujer! –Exclamé para luego tragar saliva, sin moverme del lugar.

–Ryan no está aquí y no tiene porque saber las cosas que haremos, sé que quieres ¿Porqué te cohibes tanto conmigo? –Señaló la castaña tomando mi mano para apoyarla en sus piernas a la altura de su falda.

–¿Y tus bragas? –Susurré mientras acariciaba su pierna debajo de su falda y hacia contacto con su intimidad, lo que me hizo tener un impulso erróneo de comenzar a introducir mis dedos en ella, para masturbarla por algunos minutos, lo que logró encenderla de sobremanera.

Casual Affair (Ryden 2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora