Casual Affair (Ryden 2020)

Episodio 26 - Mad As Rabbits

Narra Brendon

"Ryan, pasaré por ti en una hora, ve abrigado y ponte botas. Te amo"

Mensajié mientras conducía hacia su casa cuando eran las nueve de la mañana en punto. Había pasado ya más de una semana que no nos veíamos, debido a que decidí bajar la cantidad de viajes para evitar tener demasiados problemas con Sarah, ya que la desconfianza hacia mi cada vez se hacía mayor, poco me importaba, pero por precaución nuestras visitas tristemente se habían vuelto más aisladas, por lo que debía soportar por semanas mis ansias de estar a su lado.
De todas formas, me las ingeniaba para hacer de nuestras citas entretenidas y novedosas, como hoy, que iríamos a la nieve y eso me tenía muy emocionado, hace años no la visitaba y esta sin dudas era la mejor ocasión para hacerlo.

Al llegar a su domicilio toqué la bocina y luego de un par de minutos salió de él mi gran amor sacudiendo su cabello y cargando un pequeño bolso, vestido de jeans claros, bototos y una casaca negra gruesa. Se veía tan increiblemente guapo, podía percatarme que cada vez que nos encontrabamos mi corazón latía rapido y sentía como me volvía a enamorar en un segundo.

–Porqué vas con jeans Ryan Ross ¡Es la nieve! eres tan vanidoso –Reí mientras me asomaba por la ventana haciendo una mueca, en tanto él abrió rapidamente la puerta de mi automovil para acomodarse en el asiento del copiloto, depositando un delicado beso en mi mejilla.

–Gracias por el panorama, adoro la nieve, me encanta –Comentó el de cabello rizado animado, abrochándose el cinturón de seguridad.

–A mi me encantas tu... –Dije sosteniendo la mirada con la suya por un instante, para luego acariciar su mano con mis dedos por sobre su pierna, mientras con la otra mano conducía.

–¿Tuviste problemas en tu casa la última vez? –Preguntó Ross fijando su mirada en la mía.

–Discutimos. Las cosas no están para nada bien con ella... –Me encogí de hombros haciendo un gesto, sin dejar el volante.

–De todas formas la entiendo, tres días es demasiado, es un abuso –Soltó una pequeña risa–. ¿Hasta cuando piensas estar así? –Cuestionó frunciendo el ceño.

–No lo sé Ryan, es dificil terminar con un matrimonio ¿Porqué lo preguntas, pensaste en lo de vivir juntos?, ¿O aún tienes miedo de lo que pueda decir la gente? –Exclamé directo con un tono algo confrontacional, lo que sin querer logró incomodarlo.

La expresión y el semblante de Ross cambiaron luego de mi discurso. Se colocó sus audifonos y comenzó a oír música, tarareando algo pensativo con la mirada puesta en la ventana.
Mi relación con Sarah se deterioraba cada vez más, por lo que sentía que de cierta forma lo estaba presionando con lo de formalizar de inmediato. Ryan es el tipo de persona que odia sentirse forzado por los demás, así que al recordar ese detalle evité volver a tocar el tema durante el viaje. Cuando estábamos justo a un kilómetro de nuestro lugar de destino detuve el vehiculo en la carretera, estacionándolo en un lugar solitario y este puso atención a mi actuar, yo solo sonreí.

–¿Qué pasa? –Preguntó mirándome intrigado para luego quitarse uno de sus audífonos.

–Nada, solo que te veo aquí y...muero de ganas de besarte –Contesté acortando el espacio entre nosotros sin dejar de observar sus rosados labios y él me sonrió rodeando mi cuello con uno de sus brazos.

Aproximé mis labios hacia los suyos y este solo los rozaba jugueteando, para luego esquivarme y soltar pequeñas risitas. Ross sabía todo lo que lo había extrañado, estaba consciente de lo mucho que necesitaba tenerlo cerca, nuestro contacto y evidentemente se había puesto a molestarme haciéndose el dificil.