This feeling ✔️

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CAPÍTULO NUEVE _ CONFUSIONES, APUESTAS Y CITAS.

Narra Rachel

Hoy al fin es el "grandioso" viaje a la cueva, y sí, no estoy para nada emocionada. No es que odie la naturaleza pero preferiría mil veces quedarme en la comodidad y seguridad de mi hogar o sencillamente leyendo cualquier libro.

Cuando hacemos lo que yo llamo "El recorrido oficial", que consiste en pasar de casa en casa de nuestro trío dinámico (Heidi, Hannah y yo) hasta llegar a la escuela.

En el autobús no me pierdo las miradas de Christopher, pero yo me divierto más haciéndome la tonta.

En cuanto a él tengo mis dudas, no es que no sea guapo, por Dios que sí lo es, tanto que no dudaría ningún segundo en hacer algo al respecto si él me ofreciera algo más que amistad, claro eso pasaría si yo tuviera 16 años y todavía pasara por esa fase loca y desenfrenada que tantas heridas y tantos problemas me trajo.

Pero como no tengo 16 y esa etapa está quemada y enterrada, Chris la tendrá difícil para llegar a mi piedra fría, o mejor dicho corazón, digo siempre y cuando esas sean sus intenciones, mientras tanto dejémoslo estar.

...

De camino a la cueva el paisaje es hermoso, lo ratifico cuando veo a las muñequitas del salón sacarse fotos para Instagram, las miro como se mira a un objeto de plástico y sonrío al ver que mis dos angelitos también hicieron lo mismo.

Y entre las miraditas de Chris y las conversaciones con mis amigas llegamos a la cueva donde todo es más hermoso, y lo rústico del lugar le brinda una belleza inigualable.

El interior de la cueva no tiene nada que envidiarle al exterior, está igual de bello y pronto comienza el recorrido, no dudo en perderme en tan hermosa vista, solo puedo escuchar la voz del guía aconsejando mantenernos juntos, mientras da la charla típica de un recorrido escolar.

Es cuando los cordones de mis tenis se desatan que noto que todavía llevo la mochila de Hannah, me levanto para entregársela y me asusto cuando no la veo, pero me ordeno mantener la calma.

Me dirijo a preguntarle a Heidi y me la encuentro muy emocionada hablándole al nuevo, Joel creo que se llama, enarco una de mis cejas cuando este le guiña un ojo y esta le sonríe mientras juega con un mechón de su pelo.

Lamento arruinarle su momento utópico pero esto es más importante que cualquier chico, se trata de Hannah. Al darle la noticia ella también se asusta y Joel se gana puntos como mi futuro cuñado al brindar la idea de escaparnos del profesor, plan que no se pudo llevar a cabo porque el profesor y el vigilante de la cueva nos vigilaba como si fueramos presos extraditados o familia de Pablo Escobar.

Los celulares en este momento no servirían para nada, y ya para estas alturas todos estábamos preocupados porque no solo era Hannah sino también Sebastian, esto hizo que Christopher se uniera a nuestra organización de búsqueda, y como era de esperar dentro del nerviosismo, sus comentarios no dejan de llegar hacia mí, solo que esta vez un poco más sutil.

Al fin después del recorrido nos encargamos de revisar todas las galerías de la cueva en busca de Hannah y Sebastian.

Jason se vuelve de mucha ayuda ya que es quien los encuentra, y al verlos bien y a salvo tomo un respiro hondo, nunca me alegré tanto de ver a esa pequeña perra, sonrío y el comentario no tarda en llegar.

—Wow, eso fue una sonrisa. ¿Así que si puedes sonreír, no? —Pregunta Christopher habilidoso, como siempre teniendo un comentario que, aunque no lo demuestro, siempre me hacen reír y repensar mi vida.

Decido no responderle y miro la escena al frente a mis ojos, Jason tan efusivo como siempre abraza a Hannah y luego a Sebastian, desde luego su comentario pícaro no tarda en llegar cuando dice.

—Bendita sea esta cueva si me está permitiendo tocar esos brazos así. —Enfatiza sus palabras apretando los brazos de un sonrojado Sebastian. Todos ríen y Christopher me dice.

—Yo creo que ahora sí se besaron.

Eso me hace girarme rápidamente hacia él y le digo.

—¿Que te hace pensar que Hann le da besos a cualquiera? —Digo sintiendo la necesidad de defender la moral de una de mis bitches.

—Ese es el problema, Sebas no es cualquiera, como su hermano, amigo, confidente o como prefieras llamarlo, te digo que lo conozco bien y él no es tan tonto para dejar pasar esta oportunidad y retrasar lo obvio. Además creo que no tienes conocimiento sobre los llamados "impulsos" de nuestros amigos.

—Bueno. —Digo a la falta de una respuesta hiriente para él.

Nota mental: Hablar con Hann y hacerla confesar sus sucios pecados con semejante hombre.

Olvido totalmente la molesta presencia a mi lado y no puedo evitar rodar mis ojos al escuchar su risa sarcástica.

—¿Sin palabras, preciosura? ¿O no me crees? —Dice pensativo y luego agrega— es más, vamos a hacer esto más divertido. Hagamos una apuesta.

No puedo evitar mirarlo de nuevo y siento ganas de soltarme todo mi sarcasmo en su cara, al fin y al cabo esa es mi especialidad.

—¿Qué ganaría yo con eso? —Pregunto y miro mis uñas intentado restarle importancia a mi pregunta.

—Pues, en caso de que yo esté equivocado, te dejo en paz, no me acercaría a ti a menos que sea necesario.

Esto empieza a importarme un poco más y le pregunto.

—¿Y si tú ganas? —Pregunto realmente interesada en este estúpido jueguecito.

—Pues en ese caso, tú y yo vamos a tener una cita. —Dice y yo no encuentro mis palabras. Luego de eso me llega el turno para abrazar a Hannah y también abrazo a Sebastian.

Estoy muy segura de Hannah y de sus miedos, porque tengo los mismo miedos que ella, pero las miradas furtivas que se dan ella y Sebas me hace dudar de mi posibilidad de ganar esa apuesta.

Hola bebés de nuevo por aquí

Besitos a todos 😘😘😘😘😘