CAPÍTULO VEINTICINCO

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CAPITULO VEINTICINCO_ Lo que siempre quise para mi


                                  
      

    En la mañana siguiente .

Nos levantamos temprano ya que Sebas no trae ropa consigo y yo debo prepararme , pasar por su casa y que él se prepare , para luego ir al instituto .

Si , tenemos una mañana movidita por delante .

Yo con mochila y celular y Sebastian con la misma ropa con la que llegó ayer . Bajamos las escaleras cogidos de la mano y me sorprende ver a mi mamá haciendo desayuno .

En cuestiones de segundos me pongo nerviosa y me planteo seriamente salir de la casa sin que ella me vea , incluso sopeso la idea de pedirle a Sebastian que regrese al cuarto y salga a mi señal .

Todo eso se ve seriamente afectado cuando mi mamá se gira y nos ve .

Ella no se molesta en expresar su incredulidad . Sus ojos están muy abiertos y creo que se ha quedado sin habla .

Sebastian me suelta y termina de bajar los escalones restantes .

_ Buenos días Señora Lindley . La saluda y le da un beso en la mejilla . _ ¿Todo bien en la guardia? .

_ Si cariño todo estuvo tranquilo ¿Ustedes durmieron juntos? . Mi cuerpo en estos momentos no tendría nada que envidiarle a una cuerda de guitarra , toda tensa y estirada .

_ Si señora Lindley , solamente le pedí a Hannah que me dejara quedarme así ella no tendría que estar sola en casa . Explica Sebas ,

La respiración vuelve a mi cuerpo cuando los hombros rectos de mi madre se relajan luego de haber soltado una respiración .

_ Bueno más tarde hablamos de eso . Ya vayan a la escuela . Dice

_ A propósito mi madre quiere tener una cena con usted , con mi padre y con Hannah . Me dijo algo sobre conocer a la mujer que trae loco a su hermano . Dice Sebastian y le da esa sonrisa pícara que hace que hasta mi madre se sonroje

_ Dile a tu madre que allí estaré y sobre ustedes hablamos más tarde.

Previniendo la tormenta que se nos viene encima salimos de allí como si de pronto la sala de mi casa fuera un parque el Chernobyl .

                             ...

Ya en el auto de Sebastián .

_ Gracias por no haberme dejado hablar , no estoy segura de la estupidez que hubiera salido de mi boca . Digo .

_ No importa , te dije que siempre estaré para ti ¿ o no ?.

Lo tomo por el cuello y le doy un beso breve .

_ Y ahora has inventado una cena de la nada . Me río .

_ No es de la nada , mi madre me lo pidió desde antes , pero ese pareció un buen momento para soltarlo .

Cuando estamos en su casa espero a que él se vista y mientras converso con su madre y mos tomamos un jugo delicioso que ella ha preparado.

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