Ahora todo tendría un sentido concreto en el pensamiento colectivo de aquella reducida comunidad. No existía otra forma más efectiva para congregar interesados, cuyos verdaderos seres humanos tras su avatar estaban distribuidos por todo el mundo. Gracias a la tecnología criptográfica, todos eran en realidad un eco de su verdadera existencia, una prueba válida que existía realmente porque, de otro modo, no sería posible su interacción, ya que el sistema no permitía crear aún avatares de inteligencia artificial. Eso sería el fin de la libertad que ofrecían las plataformas basadas en modelos criptográficos, la única forma de intervenir en ellas para conocer los movimientos que se realizaban ahí dentro debía de ser mediante avatares que estuviesen presentes en el lugar y en el momento preciso y que, además, pudiesen engañar a los demás usuarios, donde, inexorablemente existiese un humano detrás de cada uno de ellos. Pero, de todas formas, era prácticamente imposible llegar a pesquisar la localización real de cada uno de los jugadores. Dada la seguridad que ofrecía esta plataforma, era el instrumento político y emancipador perfecto, para la mayoría era vista como una orilla de playa, en donde cada grano de arena representaba un juego distinto, cuyo fin último era distraer.
Precisamente esa era la ventaja, ya que poco a poco crecía el número de miembros de aquella comunidad virtual, donde distintos investigadores referidos por ellos mismos se iban sumando como participantes. Eran una comunidad donde las ideas fluían libre y abiertamente, donde sus intereses se aplicaban a vislumbrar soluciones y a establecer de manera muy efectiva los problemas por orden de prioridad, ya que toda esta colectividad no estaba de acuerdo en absoluto con el giro que había tomado la vida y las reglas actuales, en las que el ser humano libre era solo una utopía del pasado.
La sociedad había cambiado durante setenta años, habiéndose iniciado el proceso de autogobernarse mediante el crecimiento de los proyectos empresariales en todas las materias, siendo ellos mismos los que sostenían la economía creciente de quienes por tener menos habilidades y destrezas estaban en el lugar que les correspondía, desde los que, percibiendo un sueldo mínimo, estaban como nunca se había visto en la historia. Todo a su alcance, sin hambre ni escasez, sin déficit en salud y sin existir indigencia, con una educación privada exigente, subvencionada por las mismas empresas que contrataban como empleados a los padres de aquellos niños que tuvieron la posibilidad de exponerse no solo a una alimentación completa y balanceada, sino a un mundo en paz y lleno de competencias que se esparcían de manera sustentable por todo el orbe, siendo los más agradecidos los padres de aquellos niños que crecieron en el apogeo del nuevo sistema, el único sistema que había funcionado para erradicar la pobreza y elevar el nivel en todos los ámbitos. No existían los desempleados, dado que siempre existiría una vacante para un puesto que ocupar.
De esa manera, los adultos con menos talentos cognitivos estaban conformes, bien acomodados, y siempre existía la posibilidad de emprender en lo que se les ocurriera, y eso se veía a diario con emprendimientos de locales y negocios de consumibles, siempre existiría el dinero suficiente para mover el comercio de un bien de consumo. Sin embargo, los hijos de aquella clase media, esa clase trabajadora ( ya no existía la clase baja), esa clase estable y en armonía, inmersa en la tecnología punta que compartían con los más adinerados y aventajados en sus inteligencias, habían roto el domo que los separaba de quienes eran propensos a ser violentos mediante faltas de respeto, vulnerabilidades existenciales y humillaciones. Todo resultaba en un absoluto respeto en la forma de referirse desde el gerente hasta el empleado encargado del aseo de la empresa.
En la búsqueda de la perfección, inconscientemente iban dando las condiciones perfectas para que afloraran los más ruines y peores deseos junto con las ambiciones de quienes tenían menos éxito en sus proyecciones, procedentes del fruto de su esfuerzo y constancia académica junto al rigor en expresar su escasa felicidad y compasión, con el interés constante de recibir algo a cambio.
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Biodistopía «Destino prohibido»
Science Fiction¿Un trío en medio del espacio? La sociedad se fue a la mierda y solo los "Despiertos"... ¡Descúbrela!