Mininos [Eunhae +18]

Prólogo

El sol se asoma por aquel callejón en donde dos pequeñas criaturas buscaron refugio por la noche. El mayor bosteza despertando.

- Vaya dormí muy bien, esta cajita es muy cómoda.

Hyuk se estira despertando a su hermanito Yesung, siempre se preguntó porque su pelaje no era igual, su pequeño hermano era de un color gris precioso, mientras que la mayor parte de su propio cuerpo era de un color negro con manchitas blancas, como sus patitas.

- ¿Hyung? ¡Ya despertaste! – exclamó emocionado Yesung – ¿ya es hora de jugar? ¿Dónde está mamá? ¡Tengo hambre!

Hyuk miró a su hermano con ternura, habían crecido mucho, y su madre había desaparecido, aunque él entendía que algo debía de haberle pasado hace algunos meses, seguía diciéndole lo mismo a su hermano.

- Sabes que debía hacer cosas de mamá gatito pequeño, ya volverá – Hyuk odiaba mentirle a medias a su hermano, pero no quería que se preocupara cómo lo hacía él – Ven pequeño, es hora de tu baño.

Yesung se acercó a Hyuk y se quedó muy quieto para que su hermano le diera su baño diario, siempre le hacía cosquillas su lengua y terminaban jugando. Luego de un rato ambos gatitos decidieron ir a buscar algo para comer, había días más complicados en los cuales encontrar algo que los alimentara, pero jamás se desanimaron.

- Hyung ... ese hombre nos está mirando – comentó Yesung mientras se escondía detrás de su hermano.

Hyuk se detuvo y observó detenidamente al hombre que se agachaba y les ofrecía comida. Ambos se acercaron muy despacio, preparados para correr si representaba un peligro.

- Que lindos gatitos – comentó Ryeowook – vengan tengo atún y agua.

Yesung salió detrás de su hermano y se acercó corriendo al hombre. Este se sorprendió pero se quedó muy quieto para no asustar al gatito que disfrutaba del atún. Lentamente Hyuk se acercó y comenzó a comer sin apartar la mirada de aquel hombre.

- Son preciosos los dos, me quedaría con ambos pero no puedo hacerlo si no confían en mí, soy Ryeowook – mientras acariciaba el lomo de Yesung.

Yesung se sorprendió de las caricias que recibía, y aunque aún sentía hambre, se acercó ronroneando a Ryeowook para que le acariciara más.

Para aquella misma tarde, ambos gatitos se encontraban dentro de la casa, disfrutando del calor que les ofrecía aquella cama improvisada con un chaleco que Ryeowook les había acomodado.

Habían pasado ya algunas semanas en aquella casa, ambos tenían un collar de color rojo en sus cuellos, con los datos de Ryeowook en la medalla que colgaba, pero sin ningún nombre aún, ellos no respondían a ningún nombre con el cual su dueño los llamaba, su mamá les había puesto un nombre, y no querían uno diferente.

- Vamos gatitos, deben aceptar alguno de los nombres que elija para ustedes – se lamentó Ryeowook – no puedo llamarlos eternamente "gatitos".

Resignado Ryeowook se encaminó a su cuarto. Sonriendo al escuchar el maullido de un felino. De un momento a otro se petrificó por completo al escuchar su nombre siendo pronunciado por una voz que no conocía.

Yesung muy enojado con su capa rosa, caminó hacia Ryeowook, sin percatarse de que su apariencia ya no era de un gato, sino de un humano con un chaleco rosa que le cubría hasta la mitad de los muslos.

- Mira Wook, te quiero mucho, pero mamá me puso un nombre y no responderé a otro que no sea él.

Así de rápido cambió la vida de aquellos gatitos. Su naturaleza consistía en que cuando lograban encontrar a su alma gemela, ya sea un humano u otro gato, su apariencia cambiaba a la de los humanos.

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Hola! Voy a volver a subir esta historia para darle un final, a partir de este momento los capítulos no tendrán ningún mensaje de mi parte porque trataré de copiar y pegar lo más rápido posible, para subir el capítulo 25. Muchas gracias por el apoyo que le han dado a esta historia, hasta el momento en que subí este capítulo tenía 13,5k de lecturas, y la verdad es la historia ya sea personal o en colaboración que más lecturas ha tenido, muchas gracias por ello y espero les agraden los capítulos nuevos. Besitos