Capítulo 2: Encuentro

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Llevaba un par de días sin volver, no quería enfrentar a su hermano y que este lo regañara, porque aunque él fuese mayor, su hermano era capaz de verbalizar su descontento y eso le daba ventaja.

Su estómago no dejaba de rugir exigiendo algo de alimento, beber sólo agua no era bueno para su salud, por lo cual decidió pasar por una plaza en donde habían muchos niños, estos siempre dejaban caer algo de comida y él se aprovecharía de esta situación.

Mientras esperaba pacientemente a la sombra de un árbol, se imaginaba cómo sería su vida cuando fuese humano, podría tener alguien con quien compartir su día a día, podrían tener hijos y llevarlos a ese mismo parque, para que jugaran y verlos crecer.

De pronto, escucho un lamento, alguien lloraba, ¿Sería un niño que se había caído?, no, no era un llanto humano, ¡era un gato!. Hyukjae levantó sus orejitas y escuchó con atención, el ruido provenía del árbol. Con un poco de miedo, Hyuk trepó hábilmente el árbol, y allí encontró un gato más pequeño que él, de color blanco con amarillo, temblaba, tenía sus orejas agachadas y escondía su rostro entre sus patitas.

 - ¿Estás bien? - preguntó Hyuk con cautela.

El gatito levantó su cabeza, Hyuk no podía creer lo bello que era, su pelaje amarillo formaba un triángulo desde su nariz rosa hasta sus orejas, dejando el resto de su rostro de un blanco impecable. Hyuk quedó en silencio unos segundos, conocía varios gatos cerca de la casa de su hermano, pero ninguno como aquel.

- No puedo bajar - dijo el gato amarillo con temor - creí que sería divertido jugar aquí asustando a los pajaritos, pero me dio temor bajar, y no veo a mi amo, ¿crees que podrías ayudarme?

Hyuk lo miró detenidamente, era un gato adulto, pero le enterneció su actitud infantil, se vería tan indefenso, tierno y atractivo. Sus pensamientos se detuvieron al instante ¿atractivo?, ¿desde cuando él pensaba algo así de otro gato?. Sacudió su cabeza para alejar aquellos pensamientos.

- uhm.. claro, yo te guiaré - comentó Hyuk apartando la vista del gato - Me llamo Hyukjae, debes confiar en mí, ¿sí?

- Gracias Hyukjae - dijo el gato amarillo animadamente - Yo me llamo Donghae, pero mi amo me llama Hae de manera cariñosa, tú dime qué hacer y yo te seguiré.

- Bien - comenzó Hyuk - primero debes acercarte a mi, desde este lado será más fácil bajar.

Ambos gatos bajaron dificultosamente desde el árbol. Al estar en el pasto de nuevo, Hyuk observó que Hae tenía una pequeña herida en su oreja izquierda.

- Donghae, te lastimaste la oreja - dijo Hyuk preocupado por el gatito amarillo.

Sin pensarlo, se acercó a él y comenzó a lamer la herida para que esta sanara, se acordó de su hermano y que este también solía lastimarse igual. Hae, sin querer comenzó a ronronear a modo de agradecimiento.

- ¡Hae! - gritó el aparente al encontrar a su pequeño - ¡Sale gato! deja a mi bebé - el humano corrió hacia Hae mientras ahuyentaba a Hyukjae - Mira cómo te dejó ese gato feo cariño, no te preocupes cariño, papi está aquí.

Tan rápido como llegó, se fue llevando a Hae en brazos. Hyukjae miró cómo se lo llevaban, no podía permitir que aquel humano se lo llevara de ahí, deseaba conocerlo, seguir hablando con aquel precioso gato amarillo.

- Estúpido humano, yo lo vi primero - comentó Hyuk enojado por perderlo de vista.

Ignorando el hambre que sentía comenzó a seguir a aquellos dos, escondiéndose en cada rincón para que el humano no le descubriera.

Caminó un par de cuadras hasta una gran casa, podía oler las flores que había en el jardín. Desde el escondite que encontró, podía observarlos a través del ventanal. Aquel humano trataba con mucho cuidado a Hae y curaba sus heridas.

Las orejitas del felino pelinegro caían lentamente sobre su cabecita. Sintiendo que sería imposible acercarse a Donghae

Mininos [Eunhae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora