THE TWILIGHT ZONE (Angel & Demian X La Saga Crepusculo)

CAPITULO 17: UN GRAN PROBLEMA Pt3 (Venganzas, berrinches y nalgadas)

Haber cruzado el portal sin un plan solido, ahora no parecía haber sido una buena idea. Ella estaba acostumbrada a estar a sola, a ser una criatura marginada que nadie tomaba en cuenta. Sin embargo, estar en un mundo nuevo, donde aun que todo pareciera igual, la hacía sentir más sola que nunca. Y todo era culpa de ese bastardo, de Ángelus.

Todo comenzó en 1883, en una pequeña colonia de Londres. El lugar donde macío, donde pasó toda su vida mortal bajo la protección y el amor de su madre. Ellas habían sido muy cercanas, tan cercanas que muchas personas de su pueblo solían murmurar que mantenían una relación pecaminosa en secreto. Eso siempre les dio mucha risa, pues las personas siempre tendían a pensar en lo peor, antes que pensar que simplemente era una familia. Dos mujeres solas tratando de cuidarse la una a la otra, en un momento de la historia en el que ser solteras era algo muy peligroso. Su padre había muerto antes de que ella naciera, y su madre nunca se había vuelto a casar porque, según en sus palabras, quiso dedicarse a criar a su hija en cuerpo y alma. Y por casi 30 años lo había hecho, hasta que esos monstruos viciosos llegaron para destruirlo todo. Ella jamás olvidaría sus rostros, eran 4, dos parejas de vampiros con la sed de sangre más grande que la historia hubiese conocido nunca.

Los vampiros habían arrasado con su hogar en cosa de días, aun cuando las personas habían intentado mantenerse ocultas dentro de sus hogares, donde los vampiros no podían entrar. Pero incluso entonces, aquella mujer rubia que solía ser compañera de Ángelus se las había arreglado para prender fuego a las casas y matar a todos. Hombres, mujeres, niños, todos ellos fueron víctimas de la crueldad del clan de Ángelus. Y aun que ella y su madre lograron mantenerse ocultas durante días, el mismo Ángelus termino por encontrarlas. A pesar de todo el tiempo que había pasado desde esa noche, ella seguía recordando cada detalle exacto de lo que había pasado.

Había estado lloviendo mucho ese día, y su madre había pensando que con todo el alboroto provocado, sería más fácil escapar. Ella había tenido miedo de que el plan fallara, sin embargo, la confianza que tenia para con su madre le hizo aventurarse a la salir de la casa. Ambas se tomaron de la mano y corrieron hacia los establos del fallecido señor Greendale. Su intención era tomar un caballo que los pudiera escapar de la ciudad, y lo habrían logrado, de no haber sido porque el vicioso Ángelus y su zorra vampira, habían escogido aquel establo como el lugar adecuado para sus perversos actos carnales.

Su madre se impresiono tanto al ver que se encontraban teniendo relaciones sexuales, rodeados por los cadáveres de sus vecinos, que no pudo contenerse y dio un grito de horror. Grito que alerto a los vampiros para comenzar una cacería. Ellas habían intentado correr fuera del establo, pero su madre se había dado cuenta del grave error que cometió, y le soltó la mano, decidida a no avanzar.

— Madre. – ella se giro para verla, suplicante.

— Toma un caballo, vete de aquí.

— ¡No!

— ¡Hazlo Vanessa! – le grito, ella se pego contra su pecho rápidamente. No quería dejarla, quería morir con ella, pero su madre nunca lo permitiría. Ella le tomo el rostro con las manos, y lo levanto para besarla en la frente. — Te ganare el tiempo que pueda. – dijo.

Ella asintió, temblorosa. Y si su madre no hubiese dado el paso para alejarse, ella nunca podría haberlo hecho. Busco rápidamente y encontró un único caballo oculto entre las sombras del establo, se montón en él, y en ese momento escucho el grito desgarrador, y de muerte de su madre. Y entonces las palabras de Ángelus, insultándola, diciendo lo bien que su sangre sabia.

Vanessa no quería marcharse, quería regresar y morir junto a su madre, pero su espíritu fue más fuerte que su dolor, y echo a andar al caballo. Jurándose a sí misma, y a su madre, que llegaría el día en que conseguiría vengarse de sus asesinos, que algún día los haría pagar por lo que habían hecho con ella, con su hogar. Ese fue el momento en que su camino oscuro comenzó, el momento en que su cruzada de venganza inicio, y había estado tan cerca de terminarla, tan cerca. . .