CAPITULO 2: QUE COMIENCE LA FIESTA

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Demian y los chicos ingresaron a la fiesta. 

Los profesores se habían esforzado mucho en su decoración pues aun que todo era prácticamente papel pintado y telarañas falsas, no se perdía el toque refinado de la institución. Era muy bonito, en especial un mural pintado a mano con calaveras y brujas danzando alrededor del escudo de la institución. La música tampoco estaba mal, y el profesor Sullivan, que iba vestido de una combinación de rockero con zombie, estaba sirviendo ponche en vasos para todos. Eso sí que hizo reír mucho a Demian, pues su profesor de ciencias no solía ser del tipo servicial.

Entonces, Isaac regreso sosteniendo con dificultades 3 vasos de ponche para ellos.

— Gracias, izzy. – dijo Demian. 

Rob ni se molesto en agradecer, era algo habitual.

— Por una vez, la escuela me agrada. – dijo Rob, que no paraba de mover las piernas con el ritmo de la canción que estaba tocando.

¿Era "Live For the Night" de Krewella?

Si, eso parecia.

— O Dios, debe ser el fin del mundo. – comento izzy lleno de ironía.

Demian rio. 

— ¿Te imaginas que todos los días fueran así?

— Oh, amigo. Eso sería como estar en el cielo. – dijo con la mirada perdida en la excitación de su imaginación. Luego, se soltó a bailar como loco cuando la música cambio, y sus amigos rieron, Rob siempre encontraba la manera de ser tan espontaneo y gracioso al mismo tiempo, que debía de ser un don. — ¡Vamos, tontos! ¡Muevan esos pies! – les exigió. Demian e Izzy se miraron, inseguros. Ninguno de los dos era muy bueno bailando, de hecho, eran pésimos. – O vamos, inténtelo o hare que las chicas los obliguen. – les advirtió Rob. Ambos negaron con la cabeza, sabían muy bien de lo que Rob era capaz de hacer para salirse con la suya. Y antes de quedar avergonzados delante de cualquier chica, preferían hacerlo ante ellos. Así que comenzaron a bailar, o a por lo menos brincas y mover las piernas. Lo que desato un ataque de risa en su amigo rubio.

— Chicos, de verdad. Son una maravilla. – dijo lleno de ironía, y sin dejar nunca de bailar. Demian reía, después de todo aquello no estaba tan mal.

Estuvieron bailando varias canciones de aquella manera tan rara, y entonces se detuvieron al ver llegar al grupo de amigas de Kate Taylor. Esas chicas sí que sabían hacer una buena entrada, no solo habían esperado a que alguien reprodujera una canción más lenta, sino que además habían empujado las puertas todas juntas. Como si en lugar de 5 chicas, se tratase de todo un pelotón de guerra. Muchos de los chicos se quedaron anonadados al verlas, pues sus disfraces eran sutilmente provocativos. Rob no fue la excepción, la baba casi se le caí por la boca al ver a su chica vestida como un ángel, si, con un vestido blanco (más corto de lo que sería correcto) y alas en la espalda.

— ¿Necesitas un pañal Rob?, porque creo que te acabas de hacer encima. – dijo Izzy lleno de ironía. Demian rio como loco.

— ¿Así?, ya veremos quién necesita ese pañal. ¡Chicas! – exclamo fuerte y claro. Kate le dirigió una mirada acompañada con una sonrisa. Y ella y sus amigas empezaron a aproximarse hacia ellos. Rob miro a Izzy con malicia, pues sabia cuan penoso era el muchacho con las chicas.

Izzy no espero a tener a las chicas más cerca y apenas tuvo oportunidad, se perdió entre la multitud que bailaba en la pista. Demian pensó en hacer lo mismo, pues una cosa era hacer el ridículo con sus amigos, pero otro delante de una chica. En especial de alguna tan bonita como las de ese grupo. Sin embargo, para cuando se dio cuenta, Kate ya había lanzado a su amiga Hayley sobre él.

— Hola, Ian. – dijo ella al estar frente a su pecho.

Demian trago saliva, aun no se acostumbraba a que las personas le llamasen "Ian" en lugar de su feo nombre pero en boca de ella...Quizás se cambiaría el nombre legalmente.

— Ho.Hola Hayley. – tartamudeo un poco al decirlo. Era la primera vez que hablaba con la chica, bueno, ya lo habían hecho en la mesa del comedor algunas veces, pero nunca habían estado solos. Mucho menos así de cerca.

— Vamos chicos, no sean modestos. – Les dijo Kate con un guiño de ojos.

Hayley se apretó más contra el pecho de Demian. Y este la miro desconcertado, sin saber qué hacer. Hayley iba vestida con un precioso disfraz de hada del bosque, uno que no necesitaba para nada pues era una chica muy hermosa, de cabellos rojos, ojos verdes como el jade y una piel tan blanca y suave que a veces daba la impresión de ser una muñeca de porcelana. Por suerte, o quizás no tanta, para Demian, la chica empezó a bailar, y el pudo seguir un poco el ritmo de sus movimientos. Pero estaban tan cerca el uno del otro, que tenía miedo de pisarla. Mucho miedo en verdad.

— ¿Alguien te ha dicho que tienes unos ojos muy bonitos? – pregunto ella.

Demian casi se atraganta con su saliva al escuchar eso.

¿Estaba en verdad aquella chica hermosa coqueteando con él?

 – Uh, yo. . . Gracias, tu. . . tus ojos también son muy bonitos. – dijo apenado.

— Son heredados, de mi madre. – dijo ella. Y antes de que Demian se diera cuenta, la música había comenzado a ser lenta de nuevo. Y ella le había rodeado el cuello con sus brazos.

 Ahora, estaban mucho más cerca.

 — ¿Sabes?, a veces pienso que deberíamos ser más cercanos tu y yo.

Ahora sí, Demian estaba seguro de que le estaba coqueteando y  se sentía tan extraño consigo mismo que empezaba a tener calor. Demasiado calor.

 Y fue ahí cuando sintió aquel escalofrió horrendo recorrerle la espalda. 

El escalofrió que siempre sentía cuando algo andaba mal, cuando algo oscuro estaba en su entorno. Trato de desviar la mirada para buscar que era pero Hayley le tomo el rostro con ambas manos y le obligo a mirarla.

 – Quiero que seamos amigos. – dijo ella.

Demian sonrió ante tal idea, pero solo duro un instante. Pues sintió un dolor punzante en la cabeza, como si alguien le hubiese golpeado por detrás. Y eso era algo que no podía ignorar más. Tomo las manos de Hayley con las suyas para quitárselas de encima, le dio una vuelta y la dejo ir. Para cuando ella giro, Demian ya había emprendido camino.

— ¡Demian! – le llamo desconcertada, pero el muchacho no le hizo caso.

Demian se abrió paso entre todos los monstruos que representaban sus compañeros, no sabía cómo o porque, pero sabía exactamente hacia dónde ir. Una angustia muy grande creció en su corazón, y apresuro el paso para salir de la escuela. Entonces corrió hacia la parte trasera del patio, y ahí se encontró con lo peor.

Ángel estaba tirado bajo un árbol, inconsciente y una cosa con capucha negra estaba cantando algo en un lenguaje que no podía entender. Además, había una especie de a hoguera con cosas extrañas junto a ellos. El se escondió tras otro árbol para ver mejor a la cosa y decidir el momento exacto en el cual atacar, sin embargo, el fuego de la a hoguera pronto se convirtió en un remolino de fuego que la cosa estaba controlando directo hacia Ángel, y de tocarlo, quien sabe que le pasaría. Así que no espero mas, salto fuera del árbol y empujo a la cosa. Esta cayó al suelo estrepitosamente pero cuando se giro, revelo su rostro viejo y demacrado.

Además de sus horrendos dientes podridos.

— ¡Puaj! Eres horrible. – dijo Demian, dándole una patada en la cara para volver a derribarla. Pero la cosa se alzo increíblemente rápido y lo embistió. Trato de someterle los brazos y levantarlo pero Demian pataleaba con todas sus fuerzas y los dos cayeron al suelo. Amontonados.

Demian vio que el remolino de fuego no dejaba de avanzar, dio un codazo a la criatura en el rostro para soltarse de su agarre y levantarse. Entonces corrió directo al remolino, encendió sus manos con sus rayos energéticos, pensando que con ellos podría destruirlo pero no fue así. El remolino cobro fuerza y lo succiono a é, y a Ángel hacia su interior.

THE TWILIGHT ZONE (Angel & Demian X La Saga Crepusculo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora