THE TWILIGHT ZONE (Angel & Demian X La Saga Crepusculo)

CAPITULO 19: UN SALTO DE FE Pt 1

Ángel despertó en medio de un grito ahogado. Y se llevo las manos al pecho, lo último que recordaba era el dolor punzante de su carne ardiendo, pero ahora ya estaba por completo curado y el pecho seguía doliendo. Pero de una forma diferente, no física, si no, espiritual. Su corazón estaba siendo atormentado por sus propias palabras, imaginando que su ofensa seria lo último que Demian querría escuchar sobre él, la única cosa recordaría al pensar en el. Ahora entendía que aun que su maldición había sido erradicada, el continuaría siendo su propia destrucción. ¿Pero cómo podría cambiar eso?, siempre que se trataba de sus hijos, todo era tan. . . intenso, tan importante que le era difícil contenerse. El amor que sentía hacia Demian y Connor, era tan intenso que haría cualquier cosa por ellos, cualquiera. Incluso ser duro cuando cometían errores, y era consciente de que eso no debería de ser así. Un padre tenía la obligación de cuidar de sus hijos, y corregirlos cuando cometieran errores. Pero al corregirlos se debe buscar alentarlos a ser mejores personas y no reprimirlos con ofensas con el había hecho.

Ángel se levanto de la camilla sin saber qué hacer, tenía que encontrar a Demian, eso era seguro, pero él no conocía ese mundo, aun que quisiera no sabría donde buscar. Llamo a Carlisle, pero nadie respondió. Extrañado, salió del consultorio y se dio cuenta de que todo estaba en silencio, pues era la única persona en la casa.

— ¿A dónde se habrán ido? – se pregunto a sí mismo. En ese momento, algo impacto contra el cristal de la ventana. Atraído por el ruido, Ángel fue en busca de la causa, encontrando el vidrio roto, y un ladrillo en el suelo. Entonces, se asomo a fuera y pudo ver a un grupo de 6 hombres fuera de la propiedad.

Ángel corrió a ponerse la camiseta que usaba antes de ponerse el traje de Carlisle y la cazadora que le había prestado a su hijo, pero que en algún momento había dejado por ahí tirada. Entonces salió al patio para ver que sucedía.

— ¿Puedo ayudarles en algo, caballeros? – les pregunto. Pero no hubo respuesta. Los hombres permanecieron en su posición, con las miradas fijas en el. Era muy extraño.

— De verdad, si necesitan algo. . . – Ángel se quedo callado al ver que uno de los hombres sacaba un arma y le apuntaba con ella.

— Ángelus, has cambiado. - dijo el hombre con el arma. Pero su voz no había sonado como la de un hombre, si no como la de una bestia. Por lo que Ángel pudo deducir que él, que todos ellos estaban poseídos. Y tenía una muy buena idea de quién era la responsable.

— Me temo que me tienes en desventaja, no sé quién eres tú. . . Pero sé que me quieres a mí, así que por qué no dejas a estas personas tranquilas y nos reunimos. Solo tú y yo. ¿Qué te parece?

El hombre que hablaba por la bruja se burlo descaradamente. – Tú no pones las condiciones, Ángelus. Si no yo.

— Claro, ¿entonces porque no muestras la cara?

— ¿Me tomas por estúpida?, se que me romperías el cuello apenas verme.

Ángel asintió, por supuesto que lo haría.

— ¿Entonces qué quieres? ¿Para qué usar a estas personas?, sabes que son humanos, y sabes que no pueden dañarme. – le dijo.

— No, a ti no. Pero no puedes decir lo mismo de tus amiguitos.

Ángel se quedo helado al escuchar que les amenazara.

— Déjalos fuera de esto, yo soy a quien quieres.

— Jajajaja, ¿sabes? no sé si es más sorprendente que tengas amigos o que tengas un hijo. Un monstruo como tú no debería de tener tanta suerte.