CAPITULO 20: EL CAMPAMENTO

432 27 3
                                    


Demian termino verdaderamente cansado de tanto salto, pero aun así había sido la experiencia más emocionante de su vida. La adrenalina y el poder que había sentido mientras su cuerpo se elevaba y volvía a caer, era el recordatorio perfecto de porque nunca desearía ser un chico normal.

Edward se puso a armar la tienda de campaña con Ángel, pero le hizo una señal con la cabeza para que lo dejara hacerlo solo y fuera a hablar con Demian, que estaba sentado en la tierra del bosque, viendo las estrellas. Ángel supo que no podía seguir dando más tiempo a aquel asunto, y fue con él.

— ¿Puedo sentarme? – pregunto, Demian asintió. Así que lentamente tomo siento a su lado, aquello era realmente más difícil de lo que esperaba. Admitir un error siendo padre era algo que nunca había echo, aun cuando con Connor había cometido muchísimos, realmente nunca se había disculpado por ello. Sin embargo, Demian fue quien tuvo la primera palabra.

— Papá, lo siento.

Ángel estaba descolocado, de verdad no esperaba escuchar aquello. — ¿Por qué? – pregunto, sonando verdaderamente perdido.

Demian se encogió de hombros, con tristeza. — ¿Todo?, yo. . . – Demian no sabía ni por donde comenzar, los últimos acontecimientos le habían hecho ver muchas cosas. – Lamento mucho haberte atacado, yo. . . – la voz se le corto, se sentía verdaderamente mal por haberle herido, pero sobre todo, por la mirada que le dedico cuando estaba en el suelo tirado. – De verdad lamento que me veas como un estúpido. – dijo con tanto dolor en la voz, que Ángel casi siente su corazón romperse.

— Hijo, no. Yo jamás pensaría eso de ti, jamás. . . Eres el chico más inteligente y especial que conozco, y no me refiero a que tengas poderes, si no a que eres extraordinario, todo tú eres extraordinario hijo y lamento mucho haberte dicho eso tan horrendo, yo. . . estaba molesto, y hable sin pensar lo que decía. ¿Puedes perdonarme por eso? – una vez que las palabras salieron, Ángel se sintió liberado.

Demian lo miro con los ojos vidriosos. — ¿Puedes perdonarme a mí? – pregunto, con la voz aun compungida y una lagrima escurriendo bajo su mejilla. Era obvio que no había escuchado nada de lo que Ángel había dicho, pues era él quien se sentía culpable.

Ángel lo acuno en un abrazo, buscando tranquilizarlo, pero logro todo lo contrario. Pues Demian se soltó a llorar plenamente.

– Por favor papá, Lo siento. Yo. . . No. . . No quería lastimarte.

— Shsh, está bien. Yo soy el que lo siente, hijo. Yo soy el que te lastimo. – dijo, apretando mas el abrazo, deseando que de esa forma el chico comprendiera lo mucho que lo quería, y lo mucho que le dolía haber sido cruel.

Demian tardo unos minutos para calmarse un poco, y entonces hablo, asustado, como si fuese un niño pequeño que sabe ha hecho alguna travesura.

— Pero yo fui quien te quemo.

Ángel sonrió un poco, al menos su niñito seguía ahí.

— Si, pero la marca ya se ha ido. . . Yo te lastime, no físicamente, pero lo hice hijo. Y por eso te pido una disculpa.

Demian se separo del abrazo y lo miro impactado. De todas las cosas que nunca pensó escuchar de la boca de Ángel, una disculpa era la última. Ángel casi rompe en carcajada al ver la expresión desconcertada de su chico, era bastante obvia, pues sus cejas se fruncían en un gesto que le hacía ver aun más pequeño de lo que era en realidad.

— Bien, yo. . . te perdono, papá. – aun no estaba seguro de que aquello fuese realidad. — ¿Tu me perdonas a mi?

Ángel termino de secarle las lágrimas restantes con sus pulgares.

THE TWILIGHT ZONE (Angel & Demian X La Saga Crepusculo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora