THE TWILIGHT ZONE (Angel & Demian X La Saga Crepusculo)

CAPITULO 3: PERDIDO

La mente de Demian dio más de mil vueltas en un segundo, el no sabía que pensar o que hacer, simplemente tenía miedo. Entonces, su cuerpo dejo de dar vuelta y cayó estrepitosamente sobre un asentamiento de tierra y al instante de enderezar la cara, vomito sobre la tierra. 

Estaba muy mareado.

Demian se limpio la boca con el dorso de la mano y de reojo pudo ver que Ángel estaba tirado a unos metros de él, aun inconsciente. Se tiro de vuelta para alcanzarlo y moverlo pero no despertaba. Entonces se percato de que ya no estaban en el patio de su escuela, estaban... 

¿En el bosque? 

Las rodillas le dolían horrores por el impacto de la caída, pero poniendo toda su fuerza en ello se levanto y contemplo el entorno. Efectivamente, estaban en un bosque, pero no en uno que estuviera en Woodstock. El los conocía todos y definitivamente esos árboles eran mucho más altos de los que hubiese visto jamas.

— ¿Dónde demonios. . .? – no pudo terminar la pregunta, el ruido de un gruñido lo distrajo. Giro lentamente para ver quién era el causante y entonces casi se va de espaldas. 

– ¡Oh, por Dios! - grito, frente a el estaba un lobo, pero no uno normal. Si no uno gigantesco, con el pelo café oscuro todo alborotado, como el pelo de un gato que se encuentra erizado. 

El lobo volvió a rugirle, levantado la pata y estrellándola de vuelta contra la tierra. 

Demian analizo rápidamente sus opciones, no tenía armas disponibles y estaba muy seguro de que no podría correr mucho antes de que sus rodillas le traicionaran, y lo peor, Ángel no se veía nada mejor. Así que todo se reducía a una sola opción... Se miro las palmas de las manos y se concentro en crear un rayo en cada una pero en lugar de crear energía rojiza, creo chispas eléctricas y estas le estallaron en las manos, enviándolo a volar hacia atrás. 

Demian cayó sobre su espalda, quejándose no solo por el dolor del impacto sino también por el ardor en sus manos.

 ¿Qué demonios había pasado con sus rayos? 

Lo peor vino cuando el lobo pego un brinco del suelo y cayó sobre él, rugiendo y pataleando en su intento de aplastarlo. Demian se sacudía lo más rápido que podía, de un lado a otro, evitando las garras hasta que finalmente el lobo lo golpeo en el pecho y con la pata puesta encima le sometió. 

Desde esa posición, Demian pudo ver muy bien sus afilados dientes y pronto la baba del animal cayó sobre su rostro.

— ¡Puaj! ¡Que puto asco! – dijo para sí mismo. 

La baba era horriblemente apestosa y pegajosa, definitivamente aquella no era una manera digna de morir y él no estaba dispuesto a permitir que lo matara. Así que metió las manos por debajo de la pata del animal y la empujo hacia arriba. Había pensando que sería difícil pero no, fue todo lo contrario. Empujo la pata y el lobo completo salió volando por los aires, como si de repente él tuviera la fuerza para hacer semejante cosa... 

Estaba impresionado, de verdad impresionado.

Demian se levanto con dificultades, justo a tiempo para golpear al lobo que arremetía de vuelta contra él. La fuerza en sus brazos se sentía tan increíble que no tuvo miedo en darle un puñetazo y derribarlo. Era toda una hazaña para celebrar, sin embargo, el lobo se levanto con verdadera furia y esta vez no pudo hacer nada para evitar que lo derribara y le arañara la cara. Sus uñas fueron como navajas contra su piel y Demian grito desgarradoramente, haciendo eco en todo el bosque. Sabía que ahora no habría escapatoria, después de todo lo que había pasado... Un lobo seria quien terminaría con su vida.