Ángel y Carlisle llegaron a la estación de policía antes que los chicos, así que se quedaron sentados en la sala de espera. Ángel hizo una mueca al sentarse, pues llevaba un traje de Carlisle que le quedaba tan justo, que apenas le era posible moverse sin sentir que lo rompía. Carlisle lamento no tener un traje de talla más grande, pero usar uno era la única manera de hacer parecer a Ángel unos años mayor. Lo último que quería, era que Charlie Swan fuese a cuestionar la edad de Ángel para ser un padre, como había hecho con la suya un par de meses atrás.
Esme, por su parte, le había enseñado a Ángel que debía parpadear al menos 3 veces por minuto, pues en aquel mundo los vampiros no lo hacían y también a que de mover un poco los hombros de vez en cuando, con el propósito de lucir tan estoico y correcto. Cosa que no le costó mucho Ángel hacer, pues él, a diferencia de muchos otros, tenía un completo dominio sobre su cuerpo, y era capaz de controlarlo a voluntad. Aun que eso no significaba que fuera capaz de ignorar la sensación apretada de la ropa que llevaba puesta. Y lo único que pudo hacer, fue estirar un poco el nudo de la corbata para aliviar la sensación alrededor de su cuello.
— Puedes quitártela si quieres. – dijo Carlisle
— No, estoy acostumbrado a usar trajes. Solo que. . . ¿Por qué tardan tanto? – se levanto exasperado de la silla y avanzo al pasillo, con la esperanza de ver a su hijo llegar con el resto de los chicos.
Carlisle también se levanto y le siguió. — Tranquilo, nosotros fuimos los que llegamos demasiado pronto. Ellos deben estar por llegar.
— Aun no puedo creer que estemos aquí.
— ¿En la comisaria?, bueno, espera a que tu hijo cumpla 17. Yo vengo más que un par de veces al mes. – reconoció Carlisle, no con la intención de decir que sus hijos fueran malos, sino con la de hacerlo sonreír. Cosa que tampoco logro.
— Que reconfortante. Gracias. – dijo Ángel lleno de ironía.
— Jajaja, mira, solo digo que debes aprender a relajarte. Son chicos, meterse en problemas es parte de su naturaleza. De ser normales.
— Lo sé y créeme, si tuviese 17 años, no tendría ningún problema en que lo arrestaran. — dijo, sabiendo perfectamente que era una mentira. Por supuesto que tendría un problema si su hijo alguna vez era arrestado, no importaba si tuviera 17 o 30 años, claro que lo tendría. – ¡Pero solo tiene 14 años! Es demasiado joven para estar metido en todas estas cosas. Y es mi culpa, todo es mi culpa. Yo soy quien no hace lo suficiente para mantenerlo lejos.
— Ángel, esto no es tu culpa. ¿Cómo ibas a saber tu que algo malo pasaría? Solo estaban de compras, por el amor de Dios.
— Pues debí saberlo, debí haber estado ahí con él.
— Se lo que sientes, de verdad. Yo amo a mis hijos tanto como tu al tuyo. Pero tienes que entender que no podemos protegerlos de todo, no podemos vigilarlos las 24 horas por los 7 días la semana, y no porque no queramos, si no porque ellos deben tener una vida. Deben aprender a ser independientes, a no necesitarnos todo el tiempo, y nosotros a ellos. La vida es así.
Ángel tenía que admitir que había mucha razón en las palabras de Carlisle, si, quizás el era un inmortal, y aun que no tuviese la intención de alejarse de su hijo nunca, tenía que considerar que Demian no sería un chico para siempre. Llegaría el día en que sería un hombre, en que tendría su propia familia quizás y el podría seguir ahí todo el tiempo, pues Demian no lo necesitaría. Sin embargo, la imagen de ese futuro distante fue pronto destruida por la imagen del presente de su hijo, quien acababa de dar vuelta en el pasillo, acompañado por todo el clan Cullen y el oficial Swan.
ESTÁS LEYENDO
THE TWILIGHT ZONE (Angel & Demian X La Saga Crepusculo)
FanficCROSSOVER entre mi historia original "Angel & Demian" y "La Saga Crepusculo" En la noche de Halloween, Ángel y Demian son enviados a un mundo paralelo donde los vampiros son bastante diferentes a los que conocen y la prueba de ello son los Cullen. L...