29.

2.5K 269 132
                                    

En la oscuridad, el tiempo pareció detenerse antes de experimentar un brusco tirón en el estómago que me obligó a abrir los ojos de golpe

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En la oscuridad, el tiempo pareció detenerse antes de experimentar un brusco tirón en el estómago que me obligó a abrir los ojos de golpe. La sensación era semejante a las veces en las que estaba a punto de dormir y sentía que caía de una altura considerable.

Después de asimilar el hecho de que solo vislumbraba un paisaje lleno de árboles y la tenue luz de un farol en medio de la noche, el dolor punzante en mi columna baja exigió mi atención. Apreté los dientes con la esperanza de que al ponerme de pie este desapareciese.

No lo hizo.

Sin embargo mi prioridad en ese momento no era el dolor, sino localizar a las dos personas que habían caído junto a mí. El lugar, vasto y repleto de arbustos, me sumía en la desesperación al no poder ubicar a dónde nos había transportado aquel misterioso artefacto.

—¡James! ¡Louis! —grité tratando de mantener mi mano firme en el  Lumos que acababa de invocar, agradecí en mi interior que el mortífago que se hizo pasar por Minerva no me hubiera desarmado.

Esos cinco minutos sin respuesta se sentían cómo él infierno, caminaba sola por el camino de piedras y el mareo regresó a mí en su momento más indeseado. Náuseas a las que me había acostumbrado las últimas semanas detuvieron mi búsqueda, corrí hacia el árbol más cercano y vacié mi estómago.

El sabor amargo que dejó era horrible.

—Haré cómo que no hiciste eso... —la voz asqueada de Louis fue un alivio para mis oídos, eso no impidió que vomitara una vez más. Me dió un vistazo de arriba abajo, visible incluso bajo la luz de mi varita la preocupación en su rostro—. ¿Estás bien?

Sabía lo que quería decir, recordé su advertencia de hacía unas horas. No podía arriesgarme a que le dijera a James sobre mi supuesta "enfermedad" y mucho menos en esa situación.

—Fue la caída, ya estoy bien —frunció las cejas ante mi pésimo intento de disimular mi falta de aire. No añadió nada más al respecto cuando mencioné nuestro único lazo en común —¿Viste a James?

Negó con la cabeza,

—No debe estar muy lejos, espero lo encuentres... —quedé estupefacta al verlo sentarse en una banca y levantarse el suéter. Estaba a punto de reclamar su falta de interés hasta que la sangre empezó a chorrear desde un costado.

Contuve una maldición.

—¿Porqué no me dijiste que te lastimaste, Weasley? —me acerqué tratando de no vomitar de nuevo al verlo apretar la herida.

—No preguntaste —lanzó a la defensiva.

—Déjame ver...

—No.

—Louis, puede ser grave.

—No lo es —se levantó de la banca y cayó al instante, tan débil para ponerse de pie e intentarlo nuevamente. Suspiró resignado quitando su mano de su costado, la sangre se esparcía cada vez más.

Un Solo Momento // James S. Potter© (CORRIGIENDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora