Accident. [L.H.]

Capítulo 18.

Capítulo 18.

ALASKA.

                      

Estaba ahí parado, viéndonos, tan guapo como siempre. Mordí mi labio inferior, ¿Qué hacia el aquí?

-¿Me o vas a explicar? – alzo ambas cejas mientras se cruzaba de brazos.

Abrí mi boca para empezar una explicación, pero en toses a lo lejos la vi, acercándose – No tengo porque explicarte nada – tome la mano de Mike y lo saque de ahí justo en el momento en el que Charlotte entro.

-Alaska – dijo dulcemente.

-Deja la ya en paz – intervino Mike antes de que yo respondiera.

-Lukey – Charlotte tomo su mano, pero él la soltó de in mediato.

-Alaska, por favor – se acercó y tomo mi mano libre– no me dejes.

Serré los ojos, no podía llorar enfrente de el – Déjame por favor.

Voltee y vi a Michael contener su furia cuanto podía, sabía que se no hacía que me soltara pronto él se encargaría de eso. Sacudí un poquito mi mano pero era prácticamente imposible soltarme, lo mire a los ojos y pude ver las lágrimas contenidas, no pude más, las lagrimas ya corrían por mis mejillas – Luke – solté la mano de Mike.

-No llores – limpio mis lágrimas con su mano libre – te quiero pequeña y lo lamento tanto.

Todo se puede arreglar, las personas no somos perfectas, todos cometemos errores y todos merecemos segundas oportunidades – Luke yo…

-Lukey amor ya vámonos - vi a Charlotte detrás, idiota  dijo una voz en mi cabeza, ¿lo olvidaste? vino con ella, no por ti.

Lo solté con brusquedad – Yo me voy, hasta nunca, yo no te quiero más – ¿no te mordiste la lengua? Volvió a hablar esa odiosa voz en mi cabeza

-No Alas…

-¿Que parte de que no te quiere no entendiste? Idiota – lo empujo Michael.

-Vámonos Mikey – lo guie a la salida – no vale la pena.

-ZORRA – oí a mis espaldas.

-¿Qué dijiste? Voltee lentamente.

-Z O R R A

No lo pensé dos veces me lance sobre ella con todo lo que tenía, a la mierda todo, ella es una puta de esquina y merece morir en este instante, escuche a Mike y Luke gritar mi nombre, pero  nadie me llamaba zorra y se salía con la suya. Estábamos tiradas en el piso, yo sobre ella, y ambas nos tirábamos golpes a morir, le jale el cabello y ella mordió mi brazo.