Leah-crepúsculo (Finalizada)

L11

Durante una semana Leah estuvo inconsciente a los cuidados de su madre, a veces tenía sueños fantasiosos con lo sucedido, algunos gritos de la vampira y los actos furiosos de su imprimación era lo que más aparecía en sus alucinaciones. El dolor de su cuerpo empezó a calmarse provocando que pudiera despertarse al fin, lo primero que vió fue a su madre leyendo algunas cosas, se veía tan entretenida que mejor decidió mirar su propio cuerpo, había partes con vendas, otros lugares que recordaba que también había sido dañados ya estaban curados, sentía la garganta seca así que tuvo que hacer varios sonidos para poder hablar bien.

—Cariño, al fin despiertas -sonrió Sue levantándose del mueble, le acercó un vaso con agua y la loba lo bebió.- estuviste una semana dormida, pensaba que tardarías más en despertar.

—¿Solo estamos nosotras aquí? -preguntó mirando su habitación, no había otro olor que detectara aparte de su madre.

— Es miércoles, Seth está en la escuela, Charlie fue a la ciudad para revisar tu caso, conoce a varios de la comisaría de Port Ángeles y trata de saber algo del estudiante.

Hago una leve mueca pensando en todo lo sucedido, tener a un estudiante de atacante era tan horrible, me hace recordar las matanzas que provocan los estudiantes en otras escuelas.

—Tu imprimación vino el fin de semana, es muy guapo.

—Mamá...

—Lo se, trajo esas flores de lavanda -señaló las flores abundantes de color moradas, tenía un delicioso olor que provocaba que recordara a su imprimación- estuvo los dos días sin dejarte de verte, se notaba angustiado por ti.

—Estaba Seth?

—Si, era algo incómodo con Sam, dudo mucho que lo acepten pero el tiempo soluciona todo.

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Leah estuvo en cama un par de días, podía al fin caminar y darse la ducha que tanto deseaba, su apetito regreso provocando que la comida se terminara rápido y tuviera que volver a cocinar. El viernes en la noche se la paso viendo algunas series en la sala tratando de no acordarse de sus alumnos,de seguro ya tenían algún profesor sustituto y los chismes sobre ella aún seguirían frescos.

El timbre sonó lo cual era raro ya que la mayoría tenía llave o solo le marcaba al celular. Sin ganas se levanto del mueble dejando la toalla de su cabeza en el suelo.

—¿Quién es? -preguntó tomando la manija de la puerta para abrir.

—Soy Anthony -el acento italiano era tan marcado, la voz gruesa provocó algún sentimiento en Leah que ahora dudaba en abrir. Era difícil admitir que deseaba abrir la puerta de inmediato y mirar a su imprimación por toda la vida.

Pasaron un par de minutos, la loba arregló su cabello largo y su vestido blanco deseando que no se notara tanto que no llevaba sostén. Abrió la puerta topándose con el hombre de 1.97, tuvo que levantar la cabeza para poder verlo sin problemas, había olvidado ese detalle.

—Pasa -murmuró apartándose de la puerta, el vampiro venia de negro con un suéter, un pantalón y tenis que le daba un toque casual provocando que se pareciera como un hombre sexy, ¿se vería bien con traje? -puedes sentarte en el mueble.

Anthony miró la casa notando que estaba algo desordenado si lo comparaba con la última vez que vino. No noto otro olor solo el de ella, descartando el desorden seguía pensando que era una buena casa, espaciosa como a él le gustaba. Tomó asiento dándose cuenta que probablemente en ese mueble estuvo todo el día acostada ya que su olor se concentraba en el mueble.