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Leah

La última vez que estuve en casa de los Cullen fue cuando casi matan a la familia de mi imprimación, ahora está decorada de una manera espectacular que puede mostrar la riqueza de los vampiros. Los tacones que Alice me había obligado a usar me hacia ver más alta de lo que ya era, el vestido azul que moldeaba mi cuerpo me hacía sentir a gusto.

—Bueno, había pensado que esto no se llenaría pero al parecer vino toda la universidad -me dijo Seth estacionando el coche algo apartado de la casa por si alguien hacía una estupidez.

—Una fiesta en vacaciones... claro que todo el mundo va a querer venir -respondí antes de salir del carro, había tantos aromas que me hizo estornudar, olvidaba que los humanos usaban toda la botella de los perfumes cuando salían.

Camine tomando el brazo de mi hermano hacia la casa, la puerta estaba abierta y el ruido era demasiado fuerte por lo que las ventanas se movían.

—Sería una desgracia si las ventanas se llegarán a romper, Esme estará muy triste.

—Ni lo digas, aunque me alegro que Carlisle y Esme se fueran de viaje.

—Chicos, ¡aquí estamos!

Los jóvenes de la manada ya habían llegado, las chicas los miraban como si fueran los más deliciosos del lugar por lo que fue incomodo recibir miradas yo también por parte de mis alumnos que me reconocieron.

wow todos los amigos de la profesora son altos.

—Yo digo que son sus familiares, tienen cierto parecido.

—¿Serán todos solteros? Me quiero acostar con uno de ellos.

Ciertos comentarios me daban risa, si conocieran a estos idiotas cómo yo lo hacia tal vez ya no les agradarían.

—Por favor chicos, dejen algo de comida para los demás -Alice llego a mi lado sin que me diera cuenta, vi que tenían varios bocadillos de aspecto delicioso en sus manos, tal vez era para que a nadie se le subiera el alcohol.

—Perdón Alice, estos ya son los últimos que comeremos. -dice Seth que había obtenido un trozo del bocadillo.

—Bien, pronto llegarán muchas más personas por lo cual deben dejar algo de comida.

—Todo saldrá bien cariño -Jasper la abrazo queriendo tranquilizarla, tal vez a miedo era que algo se saliera de control.

—Hola profesora, bueno, Leah ya que estamos afuera de la escuela. -un chico había tocado mi hombro para llamar mi atención, era casi de mi estatura sobresaliendo solo por un par de centímetros, la verdad es que trataba de hacer memoria pero no lo recordaba de ningún lado.

—Hola, vas en mis clases?

—No no, soy de otro salón pero luego la veo por los pasillos y bueno... quería saber si estaba soltera.

El olor a lavanda llegó a mi nariz antes de que pudiera contestar, por un instante mi mente recordó aquella noche con mi imprimación por lo cual me hizo tensarme, aquella forma en que me lo tocó...maldita sea. El brazo de mi imprimación rodea mis hombros y su mano fría toca mi piel desnuda, alzo la ceja viendo al estudiante aún enfrente de mi.

Leah-crepúsculo (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora